Te Amo

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—Hola Greta y Tyler.

—Hola Gus.

—Esfúmate idiota.

—¿Así que tienes nuevo guardaespaldas?

—Gus, ¿por qué no te callas?



********



—Greta.

—...

—¿Greta?

—...

—No me ignores, por favor, no tenemos  mucho tiempo antes de que tu gorila regrese.

—No le digas así, además ¿Para qué quieres que te responda?, ¿Qué a tu novia no le molesta que hables conmigo?

—Adry, ella, no, no sé cómo decirlo.

                                                                                                                       


—¿Qué ya te cortó?, y ahora vienes a decirme que sigamos con la apuesta como si nada, discúlpame pero no soy segundo plato de nadie.

—Nunca dije que lo fueras, es que tú no entiendes.

—¿Qué debo entender?, ¿Qué jugaste conmigo hasta que te cansaste y luego buscaste otro juguete?

—Nunca fuiste un juego para mí, soy un completo idiota al que sus planes nunca le salen bien.

—¿Y eso a mí qué? Regresé con Tyler, tú tienes a Adry, cada quien puede tomar el camino que le dé la gana.

—Pero no quiero tomar un camino que no sea el que tú sigas.

—Deja de hacerme esto ¿quieres?, no soy de piedra, tengo sentimientos, ¡me estas destrozando¡

—Lo sè, Greta, dèjame explicarte.

—No, no quiero verte, no quiero escucharte, entiéndelo no quiero saber nada de ti.

—Pero, Greta, perdóname, no quise herirte.

—Pero, lo hiciste, tú no sabes lo que yo....

—Si lo sé porque lo veía en tu mirada, en la forma en que me hablas, en como siempre estabas enojada conmigo sin razón alguna, pero como un gran idiota, quise que tú me lo dijeras.

—Y eso que tiene que ver con que buscaras una nueva novia, querías que te dijera que te amo para que luego me la restregaras en la cara; eso es demasiado bajo hasta para ti.

—¡Solo la usé para darte celos! Ella no es nada para mí, tu si lo eres. Te convertiste en mi mundo desde que te vi entrar por la puerta del salón, no puedo dejar de pensar en ti cada maldito día y cuando sueño lo hago contigo, pero soy demasiado orgulloso como para aceptarlo, no podía reconocer que lo que de verdad tenía era miedo de que tu no me amarás como yo te amo a ti, y cuando inventé lo de la apuesta era solo para asegurarme de lo que sentías.

—Pero eso es idiota, solo debiste preguntármelo, solo debiste....

—¿Interrumpo?

—Ahora, no idiota.

—¡Gus!, Tyler deja que lo explique el solo....

—No necesito que me expliques nada, no soy un estúpido.

—Auch.

—¡Tyler! ¡Gus! suéltense, no peleen.

¿Apostamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora