—Lucas Hussain. —Repetía observando la pantalla activa de su celular.
El perfil de aquella persona estaba en privado, cómo detestaba cuando tienes que seguir la cuenta para poder ver las cosas que suben.
Sin más remedio, tuvo que devolver el seguimiento y leer que estaba pendiente.—Espero que al menos sea atractivo. Su nombre es bastante llamativo de por sí. —Musitó hablando solo, cual desquiciado metido en el manicomio.
—¿Quién es atractivo? —Liam acotó con un pequeño coro mientras en su rostro se reflejaba una ceja alzada.
Oliver estuvo a nada de tirar el dispositivo demasiado lejos ante la sorpresiva intromisión abrupta que su compañero de trabajo había hecho.
—Joder, nadie. ¿No conoces algo llamado privacidad? —Contestó alterado mientras guardaba el teléfono en su bolsillo con algo de dificultad debido a que éste era algo pequeño y angosto.
—Claro que la conozco, pero no puedo brindartela cuando estás ahí parado observando aquella pantalla mientras la gente espera a ser atendida.
Era verdad, se había olvidado completamente que estaba en su horario de trabajo. Que escena más vergonzosa.
Apenado y con un tono carmesí en sus mejillas, comenzó a atender toda la fila de gente que se había armado ante su descuido. Sólo fue un diminuto e inofensivo error, ¿verdad?—Muchas gracias por su compra. —Lo único que se escuchaba salir de la boca de Oliver. No podía formular conversación alguna luego de ese momento.
De igual forma, nadie lo recordaría y sería un recuerdo que lo atormentará cada que se acuerde. Mejor tratar de eliminarlo y fingir que no pasó.
—¿Tienes planes para hoy? —Soltó Liam, tomándolo algo desprevenido esa pregunta. Volteó su rostro a donde el joven se encontraba.
—¿A qué se debe esa pregunta?, definitivamente tengo planes para hoy. Ahogarme en la miseria luego de aquél vergonzoso momento, y probablemente atentar contra mi vida para no lamentarme por ello. —Lo último lo mencionó con total sarcasmo. Negando con su cabeza retomó de nuevo la conversación. —No, no tengo planes para hoy.
—¡Estupendo! Entonces, ¿te gustaría ir al cine conmigo?
Oliver detuvo todo lo que estaba haciendo. ¿No era demasiado pronto para esa pregunta? Cuanta incredulidad tienen los niños de ahora.
—Pensándolo bien... —Observó el pequeño destello que tenían los ojos verdosos de su amigo. Meditó un par de veces en su mente, no podía ser tan malnacido para negarle una sola salida de las tantas que le había pedido y él le había rechazado con una excusa más barata que la otra. —De acuerdo, pero yo elegiré la película.
Vió cómo una sonrisa aparecía en el rostro de su acompañante, suponía que la respuesta le gustó. Liam soltó un muy audible "¡DE ACUERDO!" antes de irse prácticamente a los tropezones.
Ahora solo debía sacar fuerzas internas para no arrepentirse a último momento y dejarlo plantado.La vibración de su teléfono lo sacó del insignificante trance al que había entrado, obligandolo perezosamente a sacarlo de su bolsillo. El tal Lucas había aceptado su solicitud, y vaya que la sorpresa fue grande al ver la apariencia de ese muchacho.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
Intromisión: Acción de entrometerseAbrupto: Que es áspero, rudo o inesperado
ESTÁS LEYENDO
Atado A Tu Amor
Ficção AdolescenteOliver Driscoll era aquél muchacho que no tenía expectativas en el amor. Solitario pero a su vez, aquella soledad era su comodidad. A sus veintitrés años jamás había experimentado aquella cliché palabra que se llama "amor", pero eso cambió cuando co...