Le ordenaron a Akaza ir en busca del lirio azul. Pero recibió un regaño de parte del muzan dejando a la luna superior dos hacer que Akaza aprenda su lección.
Douma tiene perversas intensiones que hacer con el.
Akaza se despierta con un leve dolor en su trasero
—Mierda..- lo único en que su mente estaba pensando, pero no podía hablar por el cansancio y se intento parar. Pero se cayó en el intento. —Mierda! ¡Voy a matar a ese bastardo!- maldijo en voz alta. Vio alrededor y no se encontraba el de cabello plateado, lo había dejado ahí acostado en su templo con la ropa de akazaahí tirada. Akaza lo odiaba más actualmente, estaba apretando con fuerza sus puños deseando imaginar darle su merecido a ese idiota, lágrimas salieron de sus ojos. Toda la ira quesentía le dieron ganas de llorar sin parar.
Sus ojos se abrieron como platos, y se detuvo. Se había acordado de la reunión con Muzan y tenía que asistir obligatoriamente antes De que el señor muzan se entere. Se quiso cambiar rápido y irse ya pero cuando se levanto y apenas caminaba se cayó. Aún que intentará el dolor de su cadera no le dejaba estar de pie y por alguna razón, este tenía ganas de vomitar justo ahora. Como no se podía parar tuvo que ir arrastrándose hasta llegar a su ropa y se pudo cambiando, claro, duro 3 minutos intentando ponerse su ropa aun que no era tan difícil, solo llevaba una chaqueta rosada y unos pantalones.
La reunión con Muzan ya había empezado hace 4 minutos, sus ojos nuevamente se volvieron como platos y pequeñas gotas de sudor y estrés se bajaron por su rostro. El no podría llegar tarde pero su estrés lo estaba matando, no puede ir en este estado y dejar que las lunas superiores vean como se tambaleaba y probablemente vean el vomito en plena reunión.. ¡ERA HUMILLANTE! Pensaba, pero su amo estaría decepcionado de él y lo miraría con asquerocidad. El se había ganado su respeto y ya no lo tendrádespués.
La reunión con las lunas superiores ya llevaba 1 hora, Akazadecidió no ir, se quedó pensando en que pasaría, o si iba a ser castigado por douma otra vez. Había sollozado todos esos minutos y horas al recordar esos momentos, se tapo con una cobija y su cara fue cubierta con la cobija intentando ocultar sus lágrimas.
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En la reunión de las lunas todos estuvieron charlando y rumoreando de lo que podía sucederle a Douma e Akaza. Todo se formó en un silencio al escuchar el ruido de Douma llegar, aún que nadie quería a ese gloton por aquí. Daki y Gyutaro eran los únicos que no pensaban eso pero bueno, eso es otra cosa. Todos se le quedaron viendo a Douma, exijiendo una explicación, creando un ambiente incómodo y silencioso. Douma trago saliva y temió por su vida, y se sintió raro las miradas, hasta que por fin Doumadecidió hablar.
