Quimeras y Rosas. |NamJin.

Soñador | Prólogo.

Después de todo, él seguía allí.
Realmente no podía evitar sentir aquel aire tropical a su alrededor, ¡Y es que, señores! Tenía un aspecto más fresco que nunca. Cómo gran soñador que yo era, lo vi entre mis quimeras, con aquel rostro del valle... Con sus labios rosáceos y perfectamente delineados, húmedos. Sus ojos avellanas titilaban y resplandecían gracias al sol, ni hablar de su tez blanca... Que ahora se contorneaba a un gratificante canela.

Sin duda podía mezclar todos esos colores en una paleta, creando el paisaje más bello algún día visto, todo con las características de aquel joven.

¡Y como soy un gran soñador! Suspiré ahí por él. No le quité los ojos de encima durante varios segundos hasta que notó mi presencia. Me sonrío de forma coqueta y dulce, delicada... Preciosa, tramante.

Y yo enmudecí aunque no había dicho ni una sola palabra. Me acogí como un pequeño, estaba tímido y sonriendo como un niño también.

Cabe recalcar que ahora el rocío de las olas le golpeaban con suavidad en el rostro, y él juguetonamente retiraba cada una de las gotas de sus preciosas facciones, mirando aún, sonriéndome encantadoramente. Esperaba que me acercará a su dirección y así lo hice en cuestión de milisegundos.

—Hola, mi lindo Jin...

A penas pronuncié olvidando todo mi pasado de galaneria y coquetería. Queriendo decir que no me había sacado su recuerdo de la mente, mucho menos el color de sus labios y las ganas que tenía de probarlo. Era curioso, puesto que el jovencito parecía disfrutar de mi timidez, y a mi me gustaba entregar esa parte exclusiva solo para él.

—Kim Namjoon.~ ¿Qué lo trae por aquí?

Me preguntó él, con su característica y armónica voz. Me entretenía escucharlo hablar y casi... Casi por eso siempre terminaba respondiendo tarde.

—Yo... Uh... ¿Puedo ser honesto con usted? - Hice una pequeña pausa para verlo fijamente, se mantenía espectante y sereno, sabiendo perfectamente que lucia extraordinario. - ¿Quiere la verdadera respuesta o... Que siga su juego?

Jin solo soltó una pequeña y preciosa risita, escondiendo la misma con su dorso, fascinantemente.

—Ninguna me convencerá.

—Si pues... Vine aquí porque quería verlo... Y... Porque quería que el insomnio de esta noche fuera por su causa.

—¿Por mi causa?

Volvió a cuestionarse él, toqueteando su cabello castaño, intentando acomodarlo detrás de su oreja aunque era corto.

—Y no solo es usted... Es como es usted. Eso me desvela.

Eso fue premio. SeokJin volvió a suspirar, quitándome sus luceros de encima. Hasta podría decir que se sonrojó un poco, porque no accedió a mirarme por un tiempo.

Después de aquello volvió aquel silencio sepulcral nada incómodo. Es decir, hablo por respirar y respiro por hablar. ¡Por buen soñador! Pero él me había enseñado a moderarme y aprendí que el silencio también era importante, una conexión distinta. Con su presencia nada era incómodo.

Muchas veces entre los dos reinaba el ruido del mar y el fresco atardecer cayendo sobre su menuda y delicada espalda. Sobre mis hombros caía como la mejor representación de una obra en distintos matices, pues coloreaba a SeokJin de una forma grandiosa, y solo yo tenía una excelente e increíble vista de ello.

—¿Vendrás todas las tardes aquí?

Llamó mi atención un momento. Yo sonreí ladinamente, trazando figuras en la arena con mis dedos.

—Vendré aquí hasta que se impregne en este lugar su belleza.

—Es usted muy ingenioso...

—Habla mi corazón por usted.

—Bailemos un poco...

Propusó él, levantándose prontamente y tendiendo su mano. ¿Podría creerme el cielo si digo que, aquella piel era incluso más suave que el algodón, a pesar de estar bajo el sol por horas? Yo lo sentía así y daba fe de eso. Una vez que tome las puertas de su cielo, no quería soltarle, y él coqueto y notando eso, reía para si.

Con todo mi pesame, deshizo nuestra unión, acomodando sus brazos sobre mi cuello, esperando que yo hiciera lo mismo en su cintura. Y de hecho, así fue... Y yo como gran soñador... Suspire, embelesado por cada partícula que era su ser.

Empezó su suave movimiento de cadera, empezando a cautivar mis neuronas. Se apegaba a mi, entrelazaba sus manos aún sobre mi nuca, su aliento acariciaba mi cuello, su aroma entraba por todos mis sentidos y no podía evitar pensar en cómo sería recrear el amor con él... Porque hacerlo, ya se lo había hecho hace mucho tiempo en mi mente, incluso ahí en mis pensamientos, tomaba cada parte que se le antojaba de mí y se fundía conmigo, y aún así, lo necesitaba más cerca, como dentro de mis venas.

—Jinnie... Me muero por besarte.

Admití en mi momento de debilidad, estaba tan cerca mío, tan, tan cerca... ¿Sería un pecado, o justicia robarle un beso? Él se robaba mi descanso y mi cordura.

—Pintame los labios...

Susurró cerca de mi boca, entendiendo porque me refería a su persona como si fuera una obra de arte siempre.

Y así como pidió, mi color pálido pero aún cautivado se acercó a su gama de arcoiris.

Lo besé fervientemente. Lento y suave, disfrutando como me correspondía después. Era tanta mi adoración que nuestro ritmo se perdió a comparación del beso que llevábamos.

Fue bastante tiempo lo poco que duro. Puesto que se separó al escaso rato, deslizó sus manos sobre mi pecho y se separó riendo como un adolescente.

—Hasta mañana, NamJoon... Espero que pueda dormir.

Antes de que yo respondiera se acercó sorpresivamente, dejándome un pequeño beso en los labios.

Y yo sin responder por atónito.

Pronto se marchó, así era, misterioso. Cuando llegaba la oscuridad y el manto de la noche se iba, tan cautivante, quería descubrirlo, correr tras la niebla para alcanzarlo.

Lo observé en retorno, caminaba tranquilamente, perdiéndose en el paisaje.

Solo ahí sonreí con inmensa felicidad.

Ya no pasaría esa noche en vela por la ausencia de la felicidad y la presencia de la tristeza.

¡Sonreía porque volvía a ser soñador!

La inspiración que me traía su belleza me daría una noche sin sueño, pero aún así, lo iba a soñar despierto.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

¡Hola, hola!
Bueno, primero que nada, buenos días, tardes o noches, segundo, quería presentar este pequeño ff, "Quimeras y Rosas" producto de muchas noches pensándolo y planeando su historia hasta atreverme a plasmarlo aquí. No tengo mucha suerte con los fics, pero con que a los lectores y a ustedes les guste, es suficiente para mi. Espero de todo corazón que asi sea, incluso pensaba en abrir un pequeño espacio en el muro para responder dudas del mismo, ¿Qué opinan? <3

Sin más, gracias por las estrellitas y las lecturas, estaré actualizando Quimeras y Rosas con más frecuencia, gracias, gracias y gracias.

🫂