La Voz (Neteyam Sully)

Responsabilidad

- Princesa que es lo que está diciendo - Pregunto Ares en confusiónm

- Los informantes del este y oeste llegaron está mañana de las torres centrales- Explico Teia- Y presentaron sus recuentos de lo ocurrido allí y las grabaciones de cada día, el único problema es que en casa una hay...algo raro - Dijo mientras ponía la grabación.

Un sonido de alarma fue los primero que escuchó junto con el sonido del mismo aire.

"-Tenemos una alerta amarilla, código 4- Grito alguien de forma apresurada"

Alerta amarilla: Amenaza externa.

Código 4: Contención para alejamiento.

"- ...Eyktan Mokri - dijo al parecer un nativo pero fue lo único que se escucho antes de la grabación se cortara. "

-¡Se lo dije princesa!- Exclamó ese tonto ministro lo que causo nuevamente el enojo- ¡Desde que que este nativo llegó solo nos a causado problemas, llama demasiado la atención y sigue del lado de los habitantes de Pandora! - Dijo aquel hombre, que al parecer no pretendía dejar a Neteyam en paz.

Y este era el tipo de ocasiones en las sí Menari decidía interferir podía considerarte un ser con una gran suerte.

- No veo nada raro en que nos busquen de esa forma - Dijo Ares con una graciosa y extraña tranquilidad - Todos los generales del batallón principal hemos ganado mucha fama en el área: la tribu de la cascada, los aldeanos del pueblo de la bestia blanca, los na'vi de las casas del árbol, etcétera, son solo algunas de la ocasiones en las que hemos demostrado nuestras capacidades y ellos dejarían de ser seres concientes de no demostrar la suya- Dijo el Menari con una sonrisa, que ocultaba ligera rabia ante el hecho de que demigraran a su amigo.

- Eso es bien sabido Menari- Dijo la princesa apoyado su cabeza en la cabecera del asiento- Pero por más que sea partidaria de la idea de que la reputación que nos hemos ganado es la responsable de este incidente, es mi responsabilidad ver los peores escenarios, y en el que está gente quiere deshacerse de nosotros es el primero que me viene a la cabeza - Protesto la heredera.

- Sí pero no pode...- Decía Ares para ser interrumpido por Mokri.

- Lo entendemos- Interrumpió con cansancio, a lo que Menari apretó los dientes dentro de su boca con impotencia lo que estaba pasando podría convertirse en un gran problema y no solo para el clan.

Clan Metkayna

Lo,ak nadaba hacía la profundidad del árbol sagrado, la luz lila resplandecía contra su rostro, lo que hacía que moviera la cabeza constantemente por la intensidad de la luz.

Desde hace un tiempo había estado llendo constantemente a ese lugar. Desde la muerte de Neteyam... específicamente, la culpa que lo agobiada, lo había conducido hasta allí, quería sustituir la realidad y cambiarla por cada segundo que estaba al lado de la conciencia de su hermano, quería encerrarse dentro de ese mundo aunque eso significara aferrarse a una realidad que ya no era posible, había destruido la única cosa que sin saberlo siempre había estado a su lado, su familia, que por culpa de su inconsciencia se había fragmentado.

Su padre y su madre se encontraban al borde de su sucumbir a la pérdida usando su relación como punto de dolor en el cuál gastar la energía que no tenían.

Kiri se encontraba destrozada ante la pérdida de su hermano mayor quien la había protegido y cuidado desde que eran niños, además de que era la única que ni siquiera tenía la oportunidad de verlo otra vez gracias a que ella no tenía permitido conectarse con el árbol sagrado y eso solo hacia que su dolor fuera más abundante.

Y Tuk...ella era tan solo una niña que no debería tener que pasar por todo eso y menos por la culpa de su propio hermano.

Esos eran los pensamientos que iban contra Lo'ak cada vez que siquiera se acercaba al árbol sagrado.

Pero había otra cosa que pasaba con su mente, algo.... peculiar que pasaba cada vez que unia su trenza con el árbol sagrado, algo que no sabía si era bueno o malo....

Lo primero que sentía eran las raíces de un árbol bajo sus pies, el sol del bosque se reflejaba contra su cara.

Pero de repente su espacio se desvanecía.

Y estaba debajo del agua, con arena y coral que se esparcían con cada paso que daba.

Y allí lo escucho, un eco lejano y ligeramente conocido.

Lie si oe neteyamur
Nawma sa'nokur mìfa oeyä

Una voz masculina cantaba, lo buscaba con la mirada, y lo encontró

Atanti ngal molunge
Mipa tìreyti, mipa 'itanti

Unos ojos amarillos pertenecientes a alguien sentado sobre una piedra.

Su hermano sentado allí mientras cantaba.

Lawnol a mì te'lan
Lawnol a mì te'lan

Lo miro con tranquilidad no hablo su expresión ni siquiera cambio.

Y él se acercó

Ngaru irayo seiyi ayoe
Tonìri tìreyä

Camino con cautela ante su expectante mirada.

Ngaru irayo seiyi ayoe
Srrìri tìreyä

Le tocó el hombro y su hermano lo miro

Ma eywa (ma eywa), ma eywa (ma eywa)

Y luego de sonreírle, se desvaneció.

Sin dolor otra vez.

Y el fue el siguiente pero para regresar, a la realidad.

Clan Cronos

             Mokri estaba sentado, nuevamente en aquel tronco escuchando el mar y Menari se sentó a su lado.

– Lo siento – susurro Mokri.

               Menari lo escucho pero sabía que esas palabras no eran para él, y a pesar de que sabía para quien eran no le importaba, y no iba a decir nada porque no valía la pena decir palabras inútiles.

                  Solo lo abrazo por los hombros mientras que Mokri miraba a la nada.

                    Pero luego vio como se tocaba el pecho, sobre la piel por encima del corazón, su expresión lo dijo todo.

Dolor