"Darkness presence".
Bill, ya estaba en mi habitación,
aún sonreía, si, tenía colmillos,
pero no cómo los "vampiros" de
las películas, mordió su labio inferior
unos segundos.—Olvidaste tus colmillos
en casa?.El muchacho cerró su boca de golpe,
le molestó mi pregunta, pude verlo.—No. —se acercaba a mi con galanura.
—Solo aparecen en situaciones de riesgo,
molestia, oh satisfacción. Lo olvidaste.Declaró el lívido muchacho, y luego
se inclinó lo suficiente para extenderme
su delgada mano a el suelo donde yo
estaba, tenía miedo de tomarla, sus
uñas eran más largas que las mías.
Y temía que me las clavara
encima. Pero lo hice, tomé su mano,
estaba helada y no era que yo siempre
tuviera las manos con una buena
temperatura; pero el enserio no
tenía ni un grado de calor interno
parecía muerto o con hipotermia.
Me levantó con facilidad.—Olvidar qué?. ¿Eres un...
vampiro?.—Creo que tú ya lo sabes bien.
—Bill se suspendió un poco en
el aire. —admito que jamás
me hubieras descubierto, si
no fuera por qué te cortaste
anoche, derramando esa...
dulce y... —se interrumpió a
sí mismo. —Fue algo bueno,
por qué yo te descubrí a ti.
—esta vez, al fin podía ver sus
afilados colmillos.—Sabía que fue real, lo sabía.
—miré dejando de ignorar que,
Bill, estaba elevado del suelo,
y tomé una bocanada de aire
para gritar del susto.—Ni lo sueñes. —Bill cubrió
mi boca con una de sus
heladas manos. —no grites
otra vez, por favor.Asentí y me soltó, me quedé divagando,
toda mi vida me había sentido atraída
en conocer a uno desde leí un par
de libros, tanto que soñaba que era
uno, parecía tan real. Esto era tal cómo
me lo imaginaba.—Bill, ¿por qué esa noche
tenias los ojos de un color...—Ah eso... solo se tornan así
cuando bebo algo de sangre,
pero solo una sangre dulce...
—dijo despreocupadamente,
el sabía que ya no lo delataría
más.
(Pues no me creerían). Luego, Bill,
observó mi mano, y la tomó sin
que pudiera reaccionar de lo
rápido que fue, la herida ya estaba
completamente cerrada, el muchacho
se mostró frustrado por no poder
volver a probar de la herida.—Lastima, es tan deliciosa cómo
recordaba. Y ahora qué sabes
que soy un monstruo, que harás?
—me soltó y se me quedó mirando
demasiado.—Por qué haría algo?...eh?
—¿Qué me estás viendo?.—Mmm nada... estás, es que estás
despeinada. —volteó a otro lado.—Mmm, y qué?. —lo imité. —Sal
de mi habitación.—Pero tú me llamaste, ahora
quieres que me vaya?. —dijo
mirándome confuso.
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Vampire Sacrifice; Bill Kaulitz.
VampiroTodo comienza con esa noche, la primera vez que me topé a un asesino de la noche frente a frente. La sangre aún estaba en su boca, su piel era pálida a pesar de la poca luz de la luna que había, y sus uñas eran largas, tanto que pensaría que...