"Red Flame".
Había salido al gran jardín a leer
en la brisa fresca de la noche,
cómo de costumbre.
Jamás había más ruido del
necesario, solo las alimañas
que solían habitar por la
naturaleza limitada que había
en mi jardín.
Siempre me sentaba al costado
de mi cosa favorita, mis rósales
rojos.
Eran las rosas más rojizas que
había visto en toda mi vida,
y desprendían un aroma
fascinante y el incienso que tenía
encendido, le daba otras
notas de aroma.
Mi madre dice que soy algo
extraña, para ser una adolescente
de 17 años, ya que hago cosas que
según ella, la mayoría no hace.
Claro ejemplo de Antonella,
la tonta hija de la vecina, quien
desde que tiene memoria ha estado
preparándose para ser la esposa
perfecta durante 17 años.(Es una tontería que aún
sigan esas costumbres).
Pensé.Ocupada en esos pensamientos,
noté la ausencia de algo, volteé y
mi incienso ya no estaba, ni
siquiera el encendedor, solo
quedaban las escarolas del humo.
Pensé en culpar a mi hermano
pequeño Devin, pero ya era tarde
para que estuviera despierto.
Un crujido detrás de la reja con
púas de mi jardín, me alertó.
Era justo en los arbustos vecinos
que cubrían la casa abandonada
y en ruinas de al lado, mi molestia
por la desaparición de mi incienso
pudo más con mi "miedo a lo
desconocido" y me hizo actuar;
no me agradaba la idea de ir a la
"casa embrujada" como así la
llamaban todos los vecinos de la
privada, pero habían desaparecido
mis cosas. Tenía que hacerlo.
Con cuidado pasé el enrejado de
mi jardín, y me adentré
entre los arbustos de la casa
poseída; mis manos pudieron
sentir cómo rompí un par de
telarañas al tratar de pasar cubriendo
mi rostro.
Caminando ciegamente pude
atravesar los matojos y finalmente
estaba en el césped árido que crujía
con cada paso que daba. Y tan pronto
estuve ahí, vi a lo lejos en el suelo,
mi encendedor; fui corriendo por el
y más adelante, debajo de un frondoso
y oscuro árbol, mi incienso que más
bien era palo santo, todo desbaratado.—Qué carajos haces aquí. —me
quejé en lo bajo estando de
cuclillas y tratando de remediar
el daño.—Eso mismo me pregunto yo,
invades mi jardín. —se hizo
presente una desconocida voz.Enseguida volteé hacia arriba, en el
árbol había alguien, un muchacho
quizá; y me había visto cruzar desde
un principio.—lo siento —me disculpé apenada.
—no te disculpes —le restó
importancia.—solo tomo esto y me voy —me
levanté y miré hacia arriba
tratando de ver al perteneciente
de la voz—¿y cómo piensas pasar de nuevo
a tu jardín?. Tiene púas mortales
para ti.Esa voz presuntuosa y con clase,
tenía razón, era fácil salir,
pero no entrar de nuevo al jardín.—No lo sé. —dije encendiendo el
mechero una y otra vez mientras
pensaba. ¿Pero por qué hablaba
con el?.
![](https://img.wattpad.com/cover/348717228-288-k230675.jpg)
YOU ARE READING
Vampire Sacrifice; Bill Kaulitz.
VampirosTodo comienza con esa noche, la primera vez que me topé a un asesino de la noche frente a frente. La sangre aún estaba en su boca, su piel era pálida a pesar de la poca luz de la luna que había, y sus uñas eran largas, tanto que pensaría que...