Desde siempre ella se ha preguntado muchas cosas sobre su misión, pero en la mayoría no le daban una respuesta, ahora, ella hará lo imposible para sobrevivir y averiguarlo por si misma, sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo
- La gran may...
Comenzó a conversar el azabache para aligerar el incómodo silencio que se había creado desde que la pelinaranja entró a su habitación en medio de la noche para conversar sobre lo vivido hace unas horas y su siguiente paso a seguir
Honestamente, no sabía el porque, pero eran pocas las veces que podía mirar directamente a los ojos a Emma, cuando estaban a solas, sobretodo en una conversación sin ninguna broma de por medio hecha por alguno para al menos sobrellevar aquel pesado ambiente
Sabía muy bien como era la personalidad de la chica y ver esos ojos verdes fijándose en él con seriedad se le hacía bastante incómodo y era frustrante y realmente molesto no saber el porque de su sentir
—Si, pero llegaron con las manos vacías... ¿Crees qué deberíamos preocuparnos?—Preguntó la de jades
—No del todo, seguro lo encontró pero aún no sabe quién fue con seguridad,aunque conociendola ya debe sospechar de los mayores
—Ya veo... Será mejor que Gilda y Norman aprendan a controlar sus emociones, de lo contrario todo nuestro plan se vendrá abajo
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Los ojos de la de cabello corto se abrieron de golpe al despertar de su más reciente pesadilla
Una vez logró normalizar su respiración y apenas poder controlar las lágrimas que bajaban con rapidez por su rostro volvió a recostarse en un intento vago de conciliar el sueño nuevamente, el cual luego de un par de pensamientos al azar para evadir aquel temor, cumplió su cometido
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La gran mayoría de niños se encontraban ya en el comedor entre risas, la de lentes ayudaba a poner la mesa junto con sus hermanas
No pudo evitar observar perturbada como mamá trataba tan amorosa y naturalmente a los niños
¿Cómo era posible? ¿Cómo podía estar tan tranquila después de ayer?
—Oye Gilda ¿Te encuentras bien? Te has estado comportando raro - Cuestionó
El moreno la hizo volver a la realidad
—¿Ah? Si, estoy bien... —Mintió con dificultad
Mientras tanto, el albino observaba a lo lejos
—Gilda ¿Podemos hablar, a solas?— Preguntó el mayor con una sonrisa indicándole con la mirada la seriedad de la conversación
La peliverde asintió con nerviosismo, mientras se alejaba de su amigo
A Don le extrañó aquello
<<—¿Por qué esos dos están tan juntos de repente?... >>—Pensó observando con extrañeza
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