Mi demonio amado. [shinichiro x kazutora fem]

capitulo O6

Narra kazutora:

Jamás llegué a tomar algo así en cuenta, siento algo resbalar por mis muslos mientras mi cuerpo se mueve obligado bruscamente. Mi mente da otro enfoque a la situación, haciendo que poco a poco mi visibilidad disminuya.

Mi cabello duele, lo hala con mucha fuerza y su cuerpo se mueve ensima de mi, mis lágrimas caen y solo me limito a llorar ensiencio.

Es traumante vivir esto, ningúna mujer normal se visualiza en una situación así, y mejor yo. Jamás pensé que podría exitar a un hombre, mucho menos a un chico. Una violación era lo que menos esperaba de la vida, pero ¿Tanta desgracia cause al nacer?, Estoy pagando hasta los pecados de mi padre. Dios, ¿Realmente soy tu hija y me amas?
Porque... Tú no dejarías que una de tus hijas fuese violada o si?

Sonrió levemente mientras mis lágrimas caen a el pavimento del callejón. Cada minuto que pasaba era un minuto dónde ya no quería vivir más. Sinceramente no importa que me violaran pero ¿Que pasará el día que tenga una relación seria y me digan algo ofensivo por no ser virgen? Mi madre dice que la virginidad es un regalo para mi futuro esposo...

Después de tanto undirme en mis pensamientos siento un tirón más fuerte de lo normal, causando que ahogue mi dolor en un grito.

-Demonios, eres muy malagradecida! Nisiquiera has logrado que yo me venga.- su tono de voz era altanero, como sismpre. Halaba con fuerza mi cabello y aumento sus envestidas, haciendo que produjera un sonido al chocar nuestras pieles. Ya no soportaba está situación y mi ser termino por desmayarse.
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Narración normal:

Aquel chico seguía a el rubio, sonriendo de medio lado, tomando un jugo de durazno, mientras que el rubio solo ignoraba su presencia, ya que se había dado cuenta que lo seguía el más alto.

-¿Bueno que mierda quieres? ¿Vas a seguir siguiéndome o qué?- se volteo molesto, con un vena en su frente, resaltando lo enojado que estaba.

-vamos, almenos dime tu nombre. Y prometo que dejaré de seguirte.- mostró su mano libre en modo de paz, con una mirada inocente a lo que pasaba.

-mi nombre es Ken, ryuguyi ken.- soltó agrio y dándole la espalda camino de regreso a su aula, talvez ahí lo dejaría en paz.

-umm un lindo nombre para un bonito como tú~- sonrió y se dispuso a dar la vuelta e irse antes de que el rubio se diera la vuelta y lo golpeara o algo por el estilo.

(...)

¿No me puede gustar esto, verdad?

Entonces por qué estoy gimiendo...

Las lágrimas de la menor caían mientras gemia entre solorzos, su orgasmo estaba llegando y el chico quien la había tomado no tenía intención de detenerce.

-bah~ sabía que te terminaría gustando, putita.- sonrió y siguió dando envestidas bruscas y rápidas en la bicolor, quien era callada por la mano de haruto.

La oji-amarillo intentaba procesarlo en su mente, no lo creía posible ¿Acaso le gustaba? No, tenía que ser algo más... No podría gustarle, pero la sensación de dolor se fue hace unos minutos y ahora estaba experimentando otra totalmente diferente. Se sentía mal por eso, por todo.

-ya déjame... Haruto...~- susurro entre jadeos y llanto, su voz cortada y poco audible

-¡Cállate puta! Tú y yo sabemos que lo disfrutas, no hagas que golpeé tu carita... Yo soy el único que puede quererte~- gruño al terminar de dejar su semilla dentro de ella y sacar su pene de ella, haciendo que su vagina se contraiga y comienze a expulsar el líquido caliente, blanquesiento y viscoso.