1: llamada de atención

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Narra Victoria

Era un lunes por la mañana, al rededor de las 8 de la mañana, mi curso y yo entrabamos 8:30 hoy así que claramente se me estaba haciendo tarde. Me cambie lo más rápido que pude al levantarme de mi cama y hise cosas extras, me prepare la mochila y salí lo más rápido que pude con mi auto hacia la Universidad Nacional de Puerto Rico. Al llegar estacione en el estacionamiento, me baje y salí corriendo hacia mi clase que ya estaba empezando, al entrar al curso todo se me quedaron viendo ya que había llegado tarde, ya era normal esto en mi pero algún día me ivan a poner una sanción por eso lo juro. El profesor me miro y con sus ojos me indicó a que me siente en mi lugar y que guarde silenció y así fue como lo hise mientras sacaba mis cosas y prestaba la máxima atención a la clase de matemáticas ya que esta materia me hacia la vida imposible.

Al pasar una hora completa toco el timbre del receso así que salimos yo y mi grupo de amigas conformado por: Mauro, Lisa, Zoe, Julia y yo, al patio descubierto para poder jugar Basket en la cancha de la Universidad. Empezamos a jugar en dos equipos de dos jugadores ya que a Zoe no le gustaba el Basket así que ella se quedó dibujando sentada en un Banco. Fue un partidito rápido donde mi quipo junto con Lisa ganó por varios puntos de ventaja, ak descansar un poco e ir a tomar agua ví a una chica algo extraña sentada cerca de Zoe, se la notaba un poco asustada mientras hacia su tarea de lengua castellana lo cual me llamó la atención y Zoe rápidamente se acercó a mi.

Zoe: oye, esa chica me parece que es nueva empezó la semana pasada. Dicen que es una chica súper rara —me susurró en mi oido—

—mire a Zoe con cierta incomodidad ante su comentario— parece asustada..... Pero ua hay que ir a clases, apurense todos

Después de eso los 5 fuimos a nuestras clases, Zoe y yo fuimos a clase de instrumentos mientras que Lisa, Mauro y Julia fueron a clase de sonido ya que ellos tenían exámen para la nota final. En toda mis clases no podía parar de pensar en esa chica ¿le habrá pasado algo? ¿Porqué estaba tan asustada? Esas preguntas invadían mi mente y estaba pensado seriamente en que si me la vuelvo a encontrar le iba a hablar pero mi orgullo y mi vergüenza no me dejaban accionar bien al respecto de eso. Pasaron 5 horas más en diferentes clases y ya había terminado el día de hoy, bueno solo para algunos yo me tenia que ir a entrenar con el equipo femenino de Basket de la Universidad.

Me cambie en los vestuarios del Salón de Deportes y luego de unos minutos salí y me dirigí a mi entrenado y mis compañeras para empezar la entrada en calor, luego de esta empezamos a hacer ejercicios ya tácticos con la pelota, de tiro o esquivo. En una jugada la pelota se me fue fuera de la cancha justo donde estaba una chica, ESA chica, la que ví en el recreo, ya no se venía tan asustada como antes pero se notaba que estaba dibujando a solas mientras veía el entrenamiento, si me pareció raro pero con respeto le pedí la pelota.

— me acerque sutilmente a ella para que no se asuste— oye, niña me puedes pasar la pelota de Basket porfavor?

Lucía: ah... Si claro —se levantó y me tiro la pelota con técnica perfecta—

Wow, tenes buena técnica en el Basket ¿no pensaste en unirte al equipo? —dije sonriendo—

Lucía: Amm.. Ahora mismo no estoy interesada —dijo desviando la mirada y se volvió a sentar para seguir con lo suyo—

Volvi a mi entrenamiento bastante pensativa en porque esa chica podía llegar a ser tan extraña y cortante con las personas, realmente me llamaba la atención saber de ella, aunque sea saber su nombre, pero me interesaba más que nada lo prometo. Al terminar el entrenamiento fuimos a los vestuarios, me bañe y me cambie para luego salir de ahí e irme caminando a mi casa, no estaba tan lejos de la Universidad y aparte me había bien caminar de vez en cuando pero hoy era un día de mucho calor, estaba muy pesado y había muchísima humedad por todos los rincones de la ciudad. Mi único deseo en este momento es llegar a mi casa e irme a mi habitacion a jugar videojuegos con el aire acondicionado prendido.

Al llegar a mi casa hise lo deseado pero antes me prepare un vaso de refresco con hielo y unos sanguches que me había preparado mi hermano menos, ese niño si que era el mejor lo juro. Me lleve la comida a la habitación y me puse a jugar vídeojuegos en la play station mientras estaba con el aire acondicionado prendido y mientras comia. Estos planes eran lo mejor de mi vida y más cuando llegaba de un día cansado en la escuela y de entrenamiento. Pero aún así seguía pensado en esa chica... Realmente nesecitaba saber que le pasaba.

𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙩𝙪𝙨 𝙢𝙖𝙣𝙤𝙨.. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora