capítulo 4: Primer día de trabajo

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- Lucas no sabes lo que me paso hoy en el invernadero y de lo que me enteré.- Comenzó a hablar este último.

- Oye Dante, creo que si puedo hacer tu trabajo.- Me apresure a interrumpirlo.

- ¿Si? muchas gracias por ofrecerte Alexis.- Sonrió.

- No es nada, ahora que somos buenos amigos debería ayudarte ¿no crees?.- Dije entre dientes.

- ¿Que querías decirme dante?.- Preguntó un confundido Lucas.

- Ah si, el profesor de física casi me pilla entrando al invernadero.- Habló despreocupado mientras abría su casillero.

- Pensé que era algo más interesante, algún chisme o algo así.- Decía Lucas adentrándose a las duchas.

- Eso es algo interesante!!.- Gritó Dante yendo detrás de su amigo.

- ¿Que acaba de pasar? ¿por que aceptaste hacerle el trabajo a ese patán? .- Habló por primera vez Oliv.

- Si, bueno debemos hablar de eso, pero primero vayámonos de aquí, no es un lugar adecuado para hablar de eso.- Agarré mi ropa.

Nos cambiamos rápido y salimos de ahí, llegamos al jardín de las clases particulares y casi de inmediato nos sentamos en el pasto, no sabía cómo decirle, por un lado no quiero ya que no se como vaya a reaccionar y por otro lado siento que debo decírselo, no me gusta tener secretos con el.

- ¿Entonces?.- Habló curioso mi amigo.

- Lo que pasa es que dante me tiene amenazado.- Dije.

No fue la mejor excusa que pude inventar pero creo que estará bien por ahora, tome la decisión de no decirle, suficiente tiene con saber que Lucas puede no corresponderle.

- ¿¡Que!?.- Se exaltó.

- Escucha, no es como crees, es solo un juego, bueno no juego como tal pero es algo de lo que no debes preocuparte.- Traté de calmarlo.

- Claro que debo preocuparme, ¿como es eso de que te está amenazando?.- Habló mientras se ponía de pie.

- A ver, déjame explicarte todo, no es tan grave como parece.- Lo tomé del brazo y lo halé de nuevo hacia abajo.

- Necesito una buena explicación para no ir y estrellarlo contra una pared.- Se resignó ya enojado. 

- Lo que pasa es que esta mañana me caí de una forma muy vergonzosa y el lo presenció, entonces amenazó con decirle a todo el mundo como se me vieron los calzones.- Mentí.

- Es la mentira más descarada que te he escuchado decir Alexis.- Comentó.

Y como era de esperarse mi amigo no me creyó, realmente si era una mentira descarada, nunca dejo que este tipo de situaciones me afecten y eso mi amigo lo sabe perfectamente.

- Es tu problema si quieres creerme, yo cumplí con decirte.- Dije esperanzado de que me creyera.

- Esta bien, te voy a creer pero por favor no dejes que esto vaya a peor, tu solo dile que haga lo que quiera, no vas a hacerle el trabajo, ¿verdad?.- Preguntó.

- Naah, le dije que si pero mañana no le voy a traer nada, así se le quita lo baboso Jajajajajj.- Me burlé.

No puede ser que mi amigo sea tan tonto como para creerme aunque no lo culpo, yo también me creería si estuviera en su lugar, si, se que hice mal en no decirle la verdad, estoy actuando muy infantil, eso lo sé, pero considerando que es de Lucas quien estamos hablando el no se quedaría con la boca cerrada y en menos de un minuto toda la escuela lo sabría.

- Ese es mi amigo.- Habló sonriendo.

Ding Dang Dong

Se escuchó el peculiar sonido de la campana, anunciando que los pocos minutos que teníamos libres habían llegado a su fin.

la libreta azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora