ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟚

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Aquel 26 de Julio por la noche parecía estar bastante iluminado por la luna llena mas todo era un desastre para los habitantes de Rosewood.

Entre preparaciones para el día de la cosecha los locales preparaban sus mejores productos, la alcaldía construía en el parque todo para tener a los invitados en armonía con el pueblo y los demás simplemente se emocionaban con saber quién era la familia elegida para bendecir la cosecha.

Y luego estaba Jennie que necesitaba que todo eso ocurriese para conseguir lo que quería, después de la llamada con BamBam sabía que no podía continuar dando vueltas sin un plan. Tenía que ver a Lisa a cualquier costo.

Lo que la pelinegro no sabía es que tanto ella como el alcalde tenían un plan para esa noche.

Jennie había contactado a Clara pidiéndole ayuda con información sobre Alexander, la periodista no pudo llegar a ayudarle, aunque le hubiese encantado averiguar más sobre el hombre que intentaban desenmascarar. La pelinegro logro convencerla de conseguir los horarios de la alcaldía y los horarios del viejo alcalde.

Resulta que, por ser época festiva, Alexander no estaba en la ciudad por lo que el único obstáculo seria la seguridad que era mínima porque aparentemente en Rosewood nadie roba y no se preocupan por vandalismo o problemas típicos de la sociedad.

Jisoo quien estaba desde el auto se bajó rápidamente.

— Maldición Jennie...ya no quiero una play 5...quiero un maldito auto nuevo —

Tenía un mal presentimiento de esto, pero después de una dura guerra de palabras con su amiga la logro convencer de hacer esto, aunque la promesa era que después no se metería más en problemas.

Y con eso estallo la llanta con un cuchillo. acercándose a los guardias de la entrada, los únicos dos. Les conto la mentira más estúpida posible: Una damisela que no puede cambiar una llanta.

Pero cayeron tan rápido que no fue problema para la coreana hacer la seña que todo estaba listo. Jennie salió de su auto y rápidamente entro.

—Oficina del alcalde — susurro con una mirada determinada.

Aquel lugar estaba oscuro más que la pequeña linterna que tenía hacía del lugar más sombrío, pero continúo revisando todo lo que podía; no había más que papeles aburridos sobre el estatus de la ciudad. Algo en particular atrajo la atención de la pelinegra.

Un mural, pero parecía que se podía dar vuelta, lentamente y sin hacer mucho ruido lo hizo revelando un mapa de la ciudad, eran rutas y nombres de comercios que parecían abrir en los próximos meses. No estaban los originales más parecía que no serían reemplazados.

Pero Rosewood se miraba más un comercio turista que un lugar tranquilo

—Intentas vender la ciudad, eres un estafador —

Continúo revisando todo hasta encontrarse con una pequeña caja fuerte; intento forzarla, pero clara fue muy directa al decirle que procurara no dejar rastro de haber estado ahí. Así que no la quiso forzar más.

En cambio, ahora su objetivo era buscar una clave, si estaba cerrado era algún documento importante o un secreto. Mientras revisaba entre el escritorio se encontró con una foto.

Un joven y un adulto sonriendo mientras pescan.

Supongo que son él y su hijo.


𝔍𝔢𝔫𝔫𝔦𝔢


Mientras intentaba relajar mis nervios con mis pensamientos; la pesadumbre de extrañarla más que cualquier otra cosa en el universo, más de lo que alguna vez extrañé cualquier objeto costoso. Sin duda si me pudieran dejar todo por Lisa Lo haría.

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