~One Shots Giyushino~

¿Enamorado de mi alumna?

No se exactamente como llegamos a esto. Ambos desnudos, cubiertos de sudor, con las respiraciones agitadas,con nuestros sexos entrelazados en un pequeño armario dentro del club de deportes y sumergidos en el placer. Pero lo que se es que ninguno de los dos se arrepiente de nada.

Recuento de lo que pasó:

Era la clase de deportes habitual para el salón 1A. El profesor Urokodaki ya se había retirado por su edad avanzada y problemas de salud por lo que hoy conocerían a su nuevo profesor.

- Todos en una fila-

Se oyó una orden a la cual toda la clase volteo a mirar de donde provenía dicha voz. Nos giramos para ver a un hombre de unos 20 años más o menos, de cabello azabache, largo, desordenado y recogido en una coleta, ojos azules con mirada fría y un cuerpo bastante atlético ocultado bajo una sudadera azul.

-Me presento: Soy Giyuu Tomioka y a partir de hoy seré su nuevo profesor. -hablo con una voz seria-

Todos los de la clase se presentaron y el azabache habló.

-Bien, ahora que ya nos conocemos 5 vueltas a la pista estaría bien para comenzar-

Toda la clase hizo un puchero y acató a la orden. Definitivamente Tomioka no era el tipo de profesor amante de su trabajo. Era muy seco y ríspido con todos sus alumnos y todo lo hacía con una expresión fría que daba miedo. Aunque eso no le impedía ser extremadamente popular entre las chicas de toda la Academia.

Era tan guapo que nadie podía resistirse a sus encantos. Y menos cierta pelinegra con puntas púrpuras que le traía ganas desde que llegó.

-Amiga se te va a caer el cuello- decía una pelirrosada de puntas verdes al ver a Shinobu mirar por la ventana-

-Lo siento Mitsury, es que a veces no puedo evitarlo, es tan jodidamente sexy-

-Entonces debes decirle que te gusta-

-Que!? Acaso enloqueciste mujer!? Ni siquiera se si esta casado o tiene novia y además no sé si yo le gusto también-

-Vamos chica sólo mirate. Tienes a media Academia masculina detrás de tí. Como no vas a gustarle?- agregó la pelirrosa señalando tu cuerpo- Es sólo que tienes que aprender cómo mostrar un poco más.

Esa frase dejo a la pelinegra algo confundida pero se atrevió a escuchar los consejos de su amiga y ponerlos en práctica.

Al día siguiente la ropa de Shinobu tenía un ligero cambio. La camiseta estaba más ajustada resaltando su gran busto y los shorts eran más cortos que de costumbre.

Todos los chicos del salón estaban babeando literalmente y otros tenían un notorio derrame nasal, pero al parecer a Tomioka-sensei no le importaba demasiado el aspecto de la chica. Durante el calentamiento los movimientos de la joven eran algo "provocativos" y en la mayoría de los casos su trasero terminaba levantado en dirección al azabache. También tenía la ventaja de que al correr sus pechos rebotaban en un vaivén muy provocativo y sensual.

Al parecer esto no estaba surtiendo el más mínimo efecto puesto que la mirada de Giyuu no se posaba en ella, o eso era lo que ella pensaba, pero aún tenía un As bajo la manga. Luego de la clase la chica terminaba perlada en sudor lo que resaltaba aún más sus curvas. Sería la última en cambiarse pensando que supuestamente no habría nadie allí para verla.

Obviamente sabía que Tomioka se quedaba hasta más tarde para cerrar los baños luego de la clase así que esa era su oportunidad. El azabache se asomaba por la puerta del baño femenino cuando la vio. Se desprendía de cada prenda de ropa de una forma sensual e hipnótica que le resultaba imposible al chico despegar sus ojos.