~One Shots Giyushino~

Sonrisa falsa.

Hey gentusaaaa. Como están? Claro q están bien, si no lo estuvieran no estarían leyendo cochinadas como las que yo escribo. Na mentira. Sólo paso a decirles q no han comentado nada y eso me molesta un poquito. Pero un poquito nomas un poquito. Ahora sí los dejo.

-Shinobu- Sama!!!- llamó su asistente Kanao- Tiene un cliente nuevo esperando afuera. Es el que le comentó su padre ayer.

-Gracias cariño. Voy enseguida- agarró su cámara y antes de salir al encuentro suspiró formando una sonrisa falsa en sus labios-

La joven fotógrafa Shinobu Kocho, reconocida por ser la autora de incontables y perfectas portadas en la revistas de modelos masculinos, iba de camino a otro aburrido día de trabajo. No era que no le gustase. Ella amaba lo que hacía.

Pero le resultaba deprimente como todos los modelos se la pasaban sonriendo de una manera falsa a sus fans y a la cámara por lo que sacar fotos de ellos no le transmitía nada, no despertaba nada en ella. Todos los modelos que eran fotografiados por ella eran muy presumidos y arrogantes diciendo que la amaban y prometiéndole el mundo con una sonrisa falsa.

Esto le resultaba algo irónico ya que ella también hacia lo mismo para parecer amable y linda. Sonreír nunca le fue un problema hasta que murió su hermana mayor Kanae. Ella tenía una sonrisa que le transmitía confort, seguridad y amor. Una sonrisa tan real que buscaba en todos pero no encontraba. Una sonrisa que tanto ella como su cámara deseaban captar.

Su alrededor estaba lleno de máscaras y para que negarlo? Ella se convertía de apoco en una de esas máscaras obligadas a sonreír para encajar con las demás.

Al llegar al estudio pudo ver a su cliente. Un joven de unos 20 años, de tes clara, pelo negro y largo, buen cuerpo, ojos azules y una mirada fría. Lo examinó y relamió sus labios. A pesar de ser una chica con problemas emocionales no había perdido el sentido. Tenía a todo un macho delante de ella.

-Muy bien- aplaudió dos veces- Preparen todo: Maquillaje, luz, ropa, fondo, comenzamos en 5- dio la orden y todos acataron-

Ella estaba clara de que lo que iba a modelar el chico era ropa interior puesto que siempre su padre le brinda información del cliente antes de conocerlo pero ella prefiere llevarse la primera impresión de su apariencia en persona.

El chico ya estaba listo. Su cara le transmitía tranquilidad y un poco de tristeza, algo nuevo, pero no le molestaba para nada.
El azabache hizo varias poses iniciando la sesión de fotos. Llevaban unos 30 minutos pero ninguna le convencía.

-Ach!!! Que es lo que está mal en estas fotos!?- se preguntaba ella-

-Siento no ser un buen modelo-

-No es tu culpa es sólo que no se que me pasa? No me gustan, tienen algo que me incomoda- repitió-

-Shinobu- Sama debemos continuar- agregó su asistente-

La azabache asintió para mirar por la mirilla de la cámara. El ya estaba posando para ella y ese momento lo vio. Era eso!!! Pudo ver cómo se formaba una curva forzada hacia arriba en los labios del modelo, casi invisible, pero no para ella. Era una sonrisa falsa con la que al parecer no se sentía conforme el chico.

-No sonrías- ordenó-

-Cómo?- preguntó el mayor confundido-

-Lo que oíste. No quiero que sonrías, no te queda bien. Además- hace una pausa- se nota a leguas que la estas forzando. No pareces alguien que sonría a menudo. Creo que tu cara inexpresiva es lo que te da ese toque sexy y lujurioso que estoy buscando. No sonrías, así te vez mejor-