prólogo.

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Un chico rubio había arrugado una estúpida nota de amor a la basura del baño, mientras se encerraba en uno de los cubículos y bajaba la tapa del inodoro para sentarse en el.

Rabia, era lo que sentía, en una combinación de emociones que iban entre la tristeza y el miedo, lágrimas, lágrimas brotaban cuan cataratas por sus ojos cayendo como lluvia por sus mejillas hasta el suelo, mientras con sus manos tapaba su boca intentando callar los sollozos y lamentos que salían de esta.

Delgado, no hasta el punto de que sus huesos resaltarán por su piel suave y morena, pero lo suficiente para decir que ese chico sin duda no comía decentemente, con una mirada perdida y oscura debido a los traumas recibidos desde el día que fue parido para ver la "luz" de este mundo.

Un ojo morado y a medio cerrar, adolorido como todos los días por los golpes que su propio padre le proporcionaba al no ser un hijo perfecto como el quería que fuera.

De pronto escucho la puerta del baño abrirse y cerrar, escuchaba pasos que se tenían en el lavamanos.

Tan pronto como un chico de pelo azul, bajo de estatura y complexión normal, se detenía para ver la nota arrugada que había lanzado antes este otro al suelo, se agacha y lo toma para leer una nota de amor escrita con una letra delicada y sutil.

La carta decía -se que no nos conocemos, y que seguramente tengas una impresión concreta sobre mi, pensé que las cosas podrían cambiar si te dijera lo que siento. Lo cierto es que... No puedo dejar de pensar en ti, ¡Estoy loco por ti! Creo que eres una persona increíble, pero se que no está bien sentir eso, un chico no debería de tener estos pensamientos, solo de escribirlo me muero de la vergüenza, mi padre me mataría, pero no puedo vivir eternamente en la sombra... Solo quiero.. - y luego hay un montón de cosas tachadas.

El joven de pelo azul vuelve a tirar la nota donde estaba y camina por los cubículos escuchando el sollozo debil del rubio.

-¿Travis? ¿Estás llorando?- pregunto el de pelo azul.

El rubio se exalto ante la voz del que es su crush desde que llegó a esta escuela.

-¿Sally Face? ¿Que? ¡No! ¿Que cojones te pasa? ¿Es que no puedo tener intimidad aquí?- dijo Travis tratando de limpiar las lágrimas que aún brotaban de su suave rostro mientras tomaba aire profundamente intentando tranquilizarse de alguna manera.

Hubo un pequeño silencio, y un suspiro suave se escuchó escapar de los labios del llamado "Sally Face", -¿Porque me odias tanto?...- pregunto el de pelo azul mientras miraba la puerta del cubículo con curiosidad y un poco de lastima.

Ni el mismo rubio sabía porque lo odiaba, pero... ¿Lo odiaba realmente?, Nego rápido con la cabeza al recordar las palabras de su padre el gran ministro.

-¡porque tu y tus amigos son unas mariquitas! ¡Me muero del asco! ¡Es un horror! ¡Dios nunca los perdonara! ¿Por qué tendría que hacerlo yo?- dijo en un tono fuerte pero aún dudoso de sus palabras, agachaba la cabeza mirando sus zapatos verdes fofo aún pensando si sus palabras eran las correctas, si de verdad eso era lo que el pensaba.

El de pelo azul rio un poco para el mismo mientras tomaba un poco de aire estirando sus hombros despacio y dejándolos caer. -si sabes que no somos gays, ¿No? Excepto Todd, si lo es, y bueno Ashley.. que es lesbiana.. Larry y yo somos Bisexuales.. si, tal vez si somos algo Gays- rio un poco, una risa suave y cálida, eso hizo sonreír un poco al joven Travis que limpiaba los últimos rastros de lágrimas de su rostro -pero eso forma parte de nosotros, y somos geniales así, realmente no nos llevamos mal con nadie, nadie nos odia como tal-

Travis sonrió un poco más mientras se abrazaba a si mismo, ¿Es parte de ellos? ¿Eso es grandioso? Ojalá su padre pudiese pensar de esa manera, pensaba Travis para sus adentros.

-¿Tu padre te mete esas ideas, Travis?-

Esa pregunta tenso el cuerpo de Travis, abriendo los ojos muy grandes, o bueno, al menos el ojo que tenía más sano.

-¡Que mi padre sea predicador no significa que me controle! ¡Yo soy independiente!- grito Travis algo enojado por dicha pregunta, apretó los puños en sus brazos lastimandose a si mismo.

-si pero... - se detuvo Sally un poco antes de decir lo siguiente, tomo aire ligeramente y se abrazo a si mismo mirando con su ojo bueno hacia el suelo -pareces muy triste... -

Un pequeño silencio se hizo por unos segundos, Travis tomo un poco de aire incorporándose de nuevo en si mismo.

-¿seguro que tú padre no te está presionando? No debe ser fácil ser el hijo de un hombre tan... Intenso.- dijo Sally en un tono preocupado mirando de nuevo hacia la puerta del cubículo.

Travis se quedó callado un poco más, antes de volver a tomar aire y soltarlo de forma lenta y cortada. -no tienes ni idea de cómo me siento...-

-...Lo siento... - dijo el peli azul con un poco de tristeza en su voz.

-no me tengas lastima Sally Face, no necesito tu compasión - resopló el rubio en tono de molestia mientras miraba la sombra del chico al otro lado de la puerta.

-¿Sabes que no tenemos que llevarnos mal verdad?- dijo el de prótesis facial tocando despacio la puerta del cubículo -debajo de toda esa ira.. creo que hay un buen chico asustado de mostrar lo que es realmente, si en algún momento necesitas hablar con alguien, o estar lejos de tu padre, podemos quedar...-

El corazón se le hizo chiquito a Travis, una presión en el pecho lo hizo hacer que sus lágrimas volvieran a brotar de sus ojos oscuros

-¿Porque?... ¿Porque eres tan simpático conmigo?...- sollozo débilmente el joven rubio mientras volvía a mirar el suelo con tristeza.

-es porque no creo que seas mala persona Travis.. - sonrió un poco el de pelo azul, está vez apoyándose en la pared frente al cubículo.

-...sabes.. en realidad no te odio, ni a tus amigos...- ya entendió, no los odiaba, no, sentía envidia, envidia de que ellos podían ser lo que querían y no les importaba lo que las demás personas opinaran de ellos 4.

-ya lo sabia- dijo el joven de prótesis facial mientras jugaba con sus dedos quitando el resto de esmalte que tenía en las uñas.

-bueno... supongo... Lamento haber Sido un imbécil... No te lo merecías...- suspiro débilmente acariciando su brazo lentamente

-significa mucho para mí de verdad, gracias, iba en serio cuando te decía que podías contar conmigo-

-no tientes a la suerte Sally Face- rieron ambos un poco para ellos mismos -..gracias.. -

-no es nada... Nos vemos amigo... -

Se escuchaban los pasos de Sal ir directo a la puerta del baño y salir por esta misma. Travis se levantó y salió de su cubilo para ir a lavarse las manos y mirar de reojo la nota que aún estaba tirada en el suelo, abandonada e ignorada como el mismo.

Una idea se le cruzó, el jamás podría decirle directamente a Sally Face lo que sentía por el cara a cara... Pero podía hacerlo por medio de cartas anónimas hacia el, tal vez así en un futuro se anime a decírselo de frente, no eran tan mala idea...

A partir de mañana empezaría a escribir cartas para Sal Fisher, cartas anónimas de amistad y después de amor.

-tal vez solo así... Solo tal vez así... - dijo en susurro para si mismo mientras miraba su morada cara en el espejo del lavamanos. -si.. solo así podría hacerlo...-

Seco sus manos y salió del baño para volver a su salón de clases, mañana empezaría de nuevo, pero el día de hoy, tenía que intentar llegar a casa a tiempo.

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2023 ⏰

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Admirador Secreto - Sally x Larry x Travis ( fanfiction SallyFace )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora