company ── capitulo uno

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companycapitulo uno

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capitulo uno

Ya era de madrugada cuando Mara colocó el algodón con alcohol sobre la herida del labio de Choso, quién soltó un quejido al sentir el ardor sobre el corte. Las persianas ya estaban bajas a excepción de la que le correspondía a la puerta, solo estaban encendidas las luces de los carteles neón que se encontraban cerca de la mesa. La luz neón violeta iluminaba parte del rostro del muchacho, quién no despegaba su mirada de la chica frente suyo, sus ojos viajaban de la mirada oscura femenina a los labios rojizos y brillosos.

──¡Ahg! ── Se quejó cuando presiono el algodón, está vez contra el corte en su mejilla. ──¿por qué estás haciendo esto?

──Si te quedaras un poco más quieto no te dolería. ── murmuró, apartando el algodón manchado con el resto. ──¿Por qué hago esto? no sé si recuerdas... hace un par de años tú viniste-

──¿Me recuerdas de hace un par de años? ── la interrumpió alzando una ceja.

──Tengo buena memoria con los rostros, no me veas como si fuera una psicópata── rió dulcemente, tomando una bandita elástica para colocarla en la mejilla cortada. ──Aquí el que parece más psicópata eres tú, no yo.

──Aún así me estás ayudando── volvió a interrumpir.

──Si te callas te puedo decir porqué te estoy ayudando, no es como si fuera a ayudar a cualquier hombre que viene todo golpeado a mi cafetería a la madrugada── protestó, guardando las cosas en el botiquín──. Como decía, hace un par de años tú viniste con un grupo de chicos, luego no viniste más pero ellos si.

Choso permaneció en silencio, tomando una de las tazas que se encontraban frente a él. Mara no solo lo había curado sino que también preparó unos café para que beban. Además, tampoco quería acotar mucho, ya sabía de qué grupo se trataba y prefería no decir nada al respecto.

──Ellos se convirtieron en mis mejores amigos, así que ¿Por qué no ayudar a un amigo suyo? ── respondió con una sonrisa que conmovió al contrario.

──Estuve lejos de la zona mucho tiempo, hace poco volví a la ciudad pero estaba cerrado──. Tomó un sorbo de café, el sabor era exquisito y dulce, canela y vainilla era de sus favoritos pero ninguna cafetería lograba hacerlo tan bien. ──Hoy me enteré tarde que abrían otra vez y me dió un antojo de medianoche.

──Oh, sí. cerré la cafetería por remodelaciones y por duelo──. Respondió Mara, aún con la sonrisa en el rostro── Mi abuela fue la que montó todo este lugar pero falleció, así que... ahora yo soy la encargada de 'sweet dreams'.

──Me gusta el nombre, me hace acordar a una de las canciones de Alex Turner... no sé si lo conoces, es un-

──Cantante, lo sé. lo conozco, me gusta bastante arctic monkeys aunque la canción es de otra banda.── interrumpió con emoción──. De hecho, si te fijas en la altura de la calle, la cafetería está en el número 505, a veces creo que mi abuela era fanática de Alex.

Ambos permanecieron en silencio, aunque extrañamente no era tan incómodo. Bebían el café caliente y disfrutaban tanto del sabor como del cálido vapor que golpeaba contra sus mejillas al alzar las tazas. Choso era un chico bastante misterioso, hablando lo justo y necesario, aún utilizaba aquella línea en su rostro junto a un delineado bajo sus ojos, al igual que las uñas pintadas de un morado oscuro. Se preguntaba por qué no había ido con los muchachos si ya tenía planeado venir, pero algo le decía que antes de preguntarle a él, tenía que hablar con Toji o alguno de los chicos.

──¿Cómo te lastimaste? ── inquirió luego de un rato. ──¿Eres algún tipo de pandillero?

──Eres muy prejuiciosa, ¿te lo han dicho? ── respondió con gracia──. Sí, soy pandillero, los golpes me los gané a defender a mi hermanito menor. Es bastante fuerte pero a veces por eso se cree invencible, así que cumplí mi rol como hermano mayor.

La pelirroja soltó una dulce risa, llevando una de sus manos al adorno que decoraba su cabeza, realmente estaba vestida como una mesera de los cincuenta.

──¿Tienes muchos hermanos? que divertido debe ser. ── preguntó con emoción, un brillo invadió sus ojos.

──Tres, pero soy más cercano al menor, aunque yo soy el mayor de todos ── contestó. Choso se sintió cómodo estando con mara, la dulzura que emanaba hacia más fácil a la hora de abrirse con ella, sin duda era una buena compañía──. Lo voy a traer uno de estos días.

──Son completamente bienvenidos──. rió,──solo asegura de no llegar a la hora del cierre, así les puedo servir unas tartas, son mis especialidades.

──No te prometo nada, mara, pero haré el intento──. Choso bebió el último sorbo de café y se levantó, sacando la billetera de su bolsillo trasero──¿Cuánto te debo?

──Oh, por favor, está vez invita la casa──. Aseguró ella, también levantándose──. Ya te lo dije, amigo de mis mejores amigos es también mi amigo, la próxima cómprame un pastel y estamos a mano.

──Lo pensaré, pero si está feo no vendré nunca más──. Rió, ya se encontraban afuera de la cafetería, Mara estaba cerrando con llave las puertas. ──¿Te vas sola?

──Sí, vivo a un par de manzanas, no es la gran cosa──respondió, guardando las cosas en su bolso, aún encontrándose de espaldas a él──. ¿Tú vives lejos? podemos caminar-

El ruido de un motor encendiendose la asustó y giró a ver al contrario, Choso montó su moto y le extendió una mano, observandola con una sonrisa de costado.

──Súbete, te llevo.

Mara solo había subido una vez a una moto, fue con Toji y casi muere en el intento de dar una vuelta con ella, ganándose unos moretones en su pierna.

──Mmm... ¿prometes que no me tirarás?

──Por favor, solo un idiota dejaría caer a una chica como tú.

a lonely night˛ choso kamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora