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XAVIER
Al despertar, tenía en mis brazos a una chica vestida con un pijama de pandas, cabello chino, piel morena, un par de labios muy apetecibles y la cintura que abrazaba era pequeña, sin duda una mujer bella a simple vista. Muy a mi pesar me remuevo tratando de alejarme de ella sin despertarla, cuando lo logro reviso mi móvil, el reloj marcaba 6:00 am, mi vuelo salía en dos horas, debía estar lo antes posible en el aeropuerto o perdería mi avión.
Sin mirar alrededor tomo mis cosas y salgo de esa habitación de hotel, en la entrada pido un taxi, saliendo rumbo a mi departamento en la ciudad. No tardo mucho en llegar, pero al abrir la puerta el rostro enojado de Jared, mi manager y amigo desde hace muchos años, me recibe.
- Tenemos quince minutos para llegar al aeropuerto, tu maleta está lista, solo ve a arreglarte, tu rostro te delata -sale azotando la puerta dejándome solo.
Me adentro al baño viendo mi rostro en el gran espejo, solo por esta vez estoy de acuerdo con Jared, vestía un traje negro que no recordaba haber traído conmigo a este viaje, ignoro todo dejando de lado mi deplorable reflejo adentrándome a la ducha. Cuando las gotas comienzan a caer por mi rostro, unos pequeños flashbacks me golpean con fuerza.
Una chica vestida de blanco.
La misma chica bailando conmigo.
Una joyería.
Un antro y el rostro de Khiss.
Los pequeños fragmentos de memoria son borrosos y desordenados a la vez, nada tiene sentido entre sí, todo es tan confuso que prefiero ignorar aquellas imágenes mentales optando por terminar mi baño lo antes posible, no podía perder mi vuelo, debía regresar a Italia lo antes posible.
Salgo 6 minutos después con una toalla a la cintura y otra sobre los hombros, la ropa que me pondría ya se encontraba sobre la cama, planchada y bien ordenada, era un pantalón negro en conjunto con una camiseta blanca de cuello redondo, algo simple y cómodo, como me gustaba. Jared llega exactamente cuando pasaron mis quince minutos y solo me quedaba colocarme los tenis.
Cuando salgo del edificio, el auto ya esperaba por mí, subo a los asientos traseros junto a Jared que me entrega mi teléfono y comienza a recitar como un mantra mi itinerario, sobre las cosas que tendría que hacer al pisar tierras italianas. Trabajo, entrenamientos, entrevistas y más, no tenía escapatoria si este año quería volver a mi país para pasar la Navidad junto a mi familia, tenía que acabar mis pendientes una semana antes para poder regresar.
En el trascurso de todo el vuelo quedo dormido luego de comer un bowl de frutas y yogur, una voz familiar aparece en mis sueños llamándome, luego se suma la mía, ambos reímos, luego unos labios se posan sobre los míos, es un beso cálido y a la vez embriagador, no quiero despertar, todo se siente tan bien y maravilloso.
- Xavier...- se oye una voz muy lejana.
-Xavier...-la voz se hace cada vez más fuerte y cercana.
- ¡Xavier! -Jared me acaba de golpear despertándome.
