Dimensión

3. Visita

En la mañana el castaño se encerró en su laboratorio a primera hora, no pudo seguir dormido así que decidió terminar una de sus tantas armaduras, estando entretenido sintió una mirada, una que parecía atravesarlo, giro lentamente su cabeza y soltó un pequeño ruido de asombro cuando vio a Loki detrás de él.

-¿boo?- dice Loki burlón
-No me asustaste, me sorprendiste- dice Tony dejando sus herramientas -¿que pasa?-
- No sucede nada, ¿por qué habría de pasar algo?- se cruza de brazos
- Te peleaste con Thor ¿verdad?- levantando la ceja
-Ese tonto rubio oxigenado...- haciendo una mueca de enojo
- ¿que hizo ahora?- limpiandose el aceite de las manos
- Discutimos, quiere ir a Asgard pero no pienso ir- molesto
-¿Por Odín?-
- Si.... sabes como es, siempre quejándose que corrompí a su hijo a su heredero- haciendo gestos exagerados con las manos
- ¿qué dice Thor de eso?- cruzandose de brazos
-Ese es el problema no dice nada, no defiende lo nuestro, soy yo el que discute con el anciano- caminando por toda la habitación - Me estoy cansando de eso Tony, lo.. lo quiero... pero...- baja la mirada
- Entiendo, deberías de hablar con él directamente y decirle eso, seguro llegan a un acuerdo sin tener que pelear, ¿donde está ahora?-
-En el refrigerador- volteando a otro lado
- ¿que?- ríe
- Si, lo convertí en ratón y lo metí ahí- dice despreocupado

Tony soltó sonora carjada después de lo que dijo Loki, a pesar de lo que había pasado en New York todo terminó bien, ellos ahora eran amigos o eso es lo que Tony sentía que eran ya que Loki jamás lo dijo, los otros Vengadores no estaban aún convencidos de que el Dios de las mentiras fuera tan cercano a ellos pero lo toleraban por Thor.

Mientras Tony esperaba que su café estuviera leía unos papeles de la compañía que tenía que firmar.

Estaba tan concentrado que pensó que Steve estaba detrás de él al sentir una mano en su hombro, comenzó a decir lo que estaba haciendo y que pronto terminaría, al no escuchar respuesta miro la mano que reposaba en su hombro quedando perplejo, una mano negra con grandes garras afiladas, volteó para toparse con unos ojos morados brillantes, el intruso entró en él, Tony se levantó rápido, sentía su interior quemarse, un dolor indescriptible, cada parte de él la sentía debilitarse, su mente se nublaba y perdía el control de su cuerpo.

Steve escuchó a Tony gritar y luego algo romperse, bajo lo más rápido que pudo y entró a la cocina viendo al castaño recargado en la barra, se acercó lentamente y lo tomo de la espalda.

-¿Tony?- hablando suave

De un momento a otro lo vio caerse como si no tuviera un esqueleto, lo cargo para recostarlo en el sofa, gritó para que lo ayudarán.

Romanoff había llamado a un médico que les dijo que había tenido una descompensación y tenía que cuidarse.

Rogers lo llevo a su cuarto, lo tapó y se quedó sentado a su lado, acariciando su cabello muy preocupado, el cuidaría de su amado castaño para que estuviera bien.