―No puedo creerlo.
El murmullo de Jisung se perdió en el cuello de Changbin y se aferró con fuerza al amplio cuerpo del mayor. Changbin estaba cansado y algo confundido, pero más tranquilo debido a que todo se pudo solucionar.
Haneul se fue diciendo que guardaría el secreto, sólo si jamás mencionaban lo que había ocurrido. Ninguno había estado de acuerdo, esa tipa estaba loca y podría abusar de alguien algún día, pero ¿qué más podían hacer? Eran idols, y debían callar su relación, nada bueno saldría si hablaban.
―Estás cansado, ven a la cama ―Jisung besó sus mejillas y se separó de él, tomando su mano para llevarlo a la habitación―. Viajaste sin descansar, ¿cierto? Vamos, voy a consentirte.
Chan sonrió sintiendo pesadez en el corazón y suspiró profundamente. Las lágrimas se acumularon en sus ojos nuevamente, varios sentimientos aplastantes lo invadieron, y no sabía qué decir. Por supuesto que había creído aquella explicación, pero el terror, el pavor, de que todo hubiera sido diferente no lo dejaba en paz.
Chan amaba a Changbin profundamente, una roptura lo destrozaría.
¿Funcionaría? Es decir, los tres, juntos, ¿cuánto duraría? Él en serio creyó que todo sería perfecto para siempre, incluso con sus pequeñas discusiones, pero romper con uno de ellos era otro nivel.
Parpadeó varias veces alejando las lágrimas. No tenía sentido ponerse a pensar tanto, por ahora, debía ir a ver a Changbin, no podía pasar por alto el hecho de que casi abusaran de él.
La puerta de la habitación estaba abierta, por tanto, lo que ocurría dentro se podía escuchar perfectamente.
―La foto era demasiado explícita ―se quejó Jisung, jugando con la mano de Changbin, quien descansaba sobre el pecho del menor―, ninguno de los dos pensó que estabas ebrio... Lo sentimos mucho, Binnie, ni siquiera te dejamos explicarte.
Jisung abultó su labio inferior y sacudió su cuerpo entero, abrazando al mayor contra su cuerpo.
―Ya dejemos el tema, Hanie.
El susurro de Changbin mientras mantenía sus ojos cerrados fue oído apenas.
―Pero...
―No quiero hablar de eso ―Changbin arrugó la nariz, irritado.
Jisung cerró la boca y continuó acariciando las manos del mayor. Chan se preguntó si era momento de entrar, no lo hizo.
―Pero no respondiste mi pregunta, ¿estás enojado con nosotros? ―preguntó Jisung pocos segundos después, en un hilo de voz.
Changbin bufó y, sin abrir los ojos, asintió.
―Más que enojado, estoy dolido, pero entiendo que no hayan querido hablar conmigo tras ver una imagen así. ―Changbin abrió sus ojos y miró la carita apenada del menor, estiró la mano para apretar su labio inferior con los dedos―. No te preocupes, y mejor dejemos el tema.
Jisung asintió, sin decir nada más.
Jisung todavía sentía una presión en el pecho, pues había creído que Changbin estaba harto de su relación gracias a él, que él se había metido en el medio y había arruinado todo, pero no era así. No era así, ¿verdad? Chan lo amaba, y Changbin también.
―No hagas esa cara. ―La nariz de Changbin comenzó a ponerse colorada―. Tienes razón, nunca te dije que te amaba ―murmuró sentándose recto.
La voz de Jisung diciendo que él no lo quería en la relación todavía sonaba en su cabeza. No era así, Changbin estaba completamente seguro de ello.