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Ahí estaba ella, dándole un pequeño sermón de porque no tuvo que haber ido ese día a trabajar.

En las mañanas, las típicas llamadas el le comento sobre el malestar, el dolor de cuerpo y cabeza, ella, obviamente le advirtió y le dijo, en un tono un tanto molesto, que se quedará en casa.

Pero Kougami Shinya era demasiado terco como para hacer caso a aquella "orden" de parte de su novia.

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Todo le estaba saliendo mal, ha este punto se encontraba hasta mareado por el dolor de cabeza, esto obviamente no pasó por alto por sus compañeros.

"Oye Ko, que te pasa? Has estado todo el día raro" Gino sabía lo que sucedía pero quería que su compañero aceptará su 'derrota'

"Nada, solo estoy cansado" cómo siempre, escondió su malestar con aquel característico semblante serio.

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Habían pasado tan solo tres horas desde que su turno inició y ya no daba para más, el hecho de tener que hacer el papeleo en la computadora no estaba ayudando, lo único que quería era irse a casa.

En medio de su meditación de quedarse o irse a casa, su reloj comenzó a sonar.

"Hanashiro" respondió una vez contesto.

"Te necesito en mi oficina"

"Allí estaré" respondió mientras se ponía de pies, su mundo parecía haberse distorsionado y pensó que en cualquier momento caería.

Ni si quiera sabía de dónde saco la fuerza para llegar a la oficina.

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En efecto, lo había mandado de vuelta a casa, al parecer Ginoza le había informado a Frederica sobre su malestar y ella tomó cartas en el ausnto.

Pero el tampoco fue fácil de convencer, estaba decidido a seguir con su horario laboral normal.

Sin embargo la rubia amenazó con llamar a akane, el no le crello y al parecer ella era una mujer de palabra.

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"¡Yo te dije que no fueras, hanashiro hubiera entendido no te sentías bien!" Dijo la castaña obviamente preocupada.

"En la mañana solo era algo pequeño..." Reprochó ya sin fuerzas en su voz.

Akane solamente se digno a soltar un suspiro mientras estrujaba el pequeño paño con agua fría.

Ella no había estado cuidando desde que salió del trabajo, le había preparado un té y le estaba colocando paños húmedos en su frente, ella estaba para el, cosa que hizo que se relajara mucho más.

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Ya en la noche la fiebre había bajado milagrosamente, parecía ya sentirme totalmente bien como si nada hubiera sucedido.

Shinya había estado insistiendo que ya estaba bien y que mañana volvería al trabajo, cosa que obviamente molesto a akane.

Ella no lo iba a dejar trabajar, era esperable.


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DREAM-•shinkane One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora