everything will be fineღ

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Ella estaba de vuelta, habían pasado tres meses desde la última vez que la vió pero ahora ella lucía cambiada, no parecía ser ella.

Sus manos estaban constantemente temblando, estaba notoriamente delgada y parecía asustada todo el tiempo, pero ¿Quien no lo estaría? Ella había desaparecido hacia tres meses, no tenían idea de dónde estaba hace solo unas horas, incluso ya decían que no estaba viva.

El caso en que se tuvo que involucrar PSB fue un criminal el cuál secuestraba y torturaba a sus víctimas hasta la muerte para después disecar sus cuerpos y colocarlos en partes al azar de las calles más transitadas.

Se suponía que el plan era perfecto, se suponía que ella iba a ser constantemente seguida por sus superiores y que cuando el la tomara cautiva, ellos lo atraparían, pero el plan perfecto no existe.

En algún momento el se la llevó, fue un movimiento silencioso, nadie lo vio.

Esa tarde los miembros de la división uno trabajaron hasta el cansancio para lamentablemente no encontrar ninguna pista.

Hacía unas dos semanas ocurrió un caso muy parecido en New York, la SAD se vio involucrada, parecía haber Sido el mismo criminal, los patrones, el dejar los cuerpos en las calles, los secuestros silenciosos, todo era igual, aunque Ginoza le dijo que no se ilucionara, que probablemente ella ya no se encontraba entre ellos el no quiso creer.

Cuando por fin obtuvieron pistas del lugar donde ejecutaba sus planes, el hombre ni siquiera merecía ser llamado humano según kougami, ya se había quitado la vida, aunque no fue lo único que encontraron.

Habían dos mujeres en pésimas condiciones, parecían no haber dormido en días. También habían tres cuerpos, dos ya disecados y uno simplemente torturado pero sin vida.

El reconoció a una de las mujeres, la chica que algunos ya catalogaban cómo muerta, Tsunemori Akane, quien ni siquiera parecía ella.

Cuando se miraron a los ojos, vio el temor en su mirada, tenía múltiples cortes y hematomas en su cuerpo, parecía haber llorado hacia no mucho.

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Ella ahora estaba en un hospital, el iba a visitarla todos los días, aunque ella se negó rotundamente a hablar sobre los sucedido.

Aunque tenia algunas cosas destacables como que no quería que la tocaran probablemente por miedo a que la dañaran de nuevo, también en las noches era incapaz de dormir también, probablemente asociado al trauma.

Por suerte Hanashiro había estado siendo amable con el, le había dado un par de semanas libres, aunque a veces tenía que rellenar el papeleo, pero nada complejo.

"Kou..gami" susurro akane, quien estaba a su lado, parecía estar teniendo una pesadilla, tenia su ceño fruncido, sudaba frío y algunas lágrimas empezaron a caer por sus mejillas.

El no dudo en despertarla, no quería que reviviera esos traumáticos momentos.

Cuando abrió sus ojos, pudo ver el miedo en ellos, quizá era el momento de hablar lo que sucedió.

"Akane, tranquila todo está bien" dijo mientras posaba un mano sobre su hombro.

Ella se alejo bruscamente, sus manos temblaban.

"Yo...lo siento, no quise hacer eso... Discúlpame" susurro mientras volvía a recostar su cabeza en la camilla.

"Puedo?" Pregunto, ella asintió levemente para  que después el comenzará a acariciar su cabello.

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Habían pasado dos semanas más cuando le dieron el alta del hospital, aunque las visitas a este seguían siendo constantes.

Los doctores le mencionaron que, aunque ella no tenía ninguna ideación de hacerse daño era mejor no dejarla sola.

También habían empezado a ser recurrentes los ataques de ansiedad, le recetaron pastillas para poder mantenerlos bajo control aunque una vez ella comento que prefería estar con el, que sus palabras y abrazos funcionaban mejor que todas ellas pastillas.

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La convivencia no fue fácil, el lo supo desde el principio.

Habían noches en las que no podían dormir ninguno de los dos, ella solia despertar agitada en las noches, llorando y a veces el no podía dormir por qué tenía miedo de que algo le sucediera de nuevo.

Habían días en los que tenía que salir temprano de casa o incluso del país y la verdad es que tenía mucho miedo de dejarla sola, aunque siempre se aseguro de que no esté completamente sola, diariamente le escribía y se asegura de su bienestar.

Hasta ese momento no habían tocado el tema de lo que sucedió cuando desapareció.

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Es noche había llegado más tarde de lo normal y obviamente mucho más cansado.

Cuando entro al departamento pudo olfatear el delicioso aroma de lo que parecía ser la cena, parecía que ella estaba de buen humor.

"Gino me enseñó a cocinar katsudon" ella le regaló una sonrisa sincera, hacía mucho tiempo que no la veía así de bien.

"Mmm...parece que la cena de hoy estará delicioso" el pelinegro soltó una pequeña risa.

La cena transcurrió con tranquilidad, el recordó como eran las cenas de ambos antes del incidente, que bueno, por podría decir que eran pequeñas citas.

Luego de la cena, la tranquilidad se acabó, ella saco el tema de lo que le sucedió ese día.

Aunque pensó que preferiría no haberlo sabido, era conciente de lo horrible que se debió sentir todo este tiempo manteniéndolo en secreto.

Ella, durante todo el tiempo en el que estubo allí, esos tres malditos meses, fue brutalmente torturada, ese demonio apagaba las colillas de cigarros en ella o simplemente la quemaba con el encendedor.

Ella también le comento sobre los constantes golpes, ese maldito monstruo se desquitaba con ella y era consciente que no era como las otras víctimas por qué no quería matarla, quería tenerla ahí, sufriendo.

Cuando 'termino' de contarle, ella estaba llorando, sus piernas temblaban y su voz ya casi no se oía.

Esa noche solamente se quedaron juntos, abrasados en el sofá.

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Al principio esto iba a ser un fic pero creo q queda mejor como one shot 💗

DREAM-•shinkane One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora