ᴹᵃʳᶜ𝑉𝑖𝑟𝑢𝑠 𝐿𝑒𝑡𝑎𝑙ᵃⁿⁿᵉ

The end of everything?

Después de aquellos días en los que me quedaba encerrada con miles de desconocidos que también tenían posibilidades de ser la "cura" del mundo, estaba Anne Boonchuy, la chica que lo había perdido todo, al igual que muchos de ahí.

Hubiera preferido mil veces morir que estar en un lugar lleno de personas que estaban volviéndose locos, como ella, esas aluciones con su esposa difunta y sus mejores amigas, la hacían más loca de lo que ya estaba. Incluso muchas veces llego a hablar consigo misma.
¿A quien le importa en un lugar lleno de personas que solo les importaba alimentarse de otros?

Sí, el canibalismo ya era presente en ese lugar, como aquel científico loco había predecido

A Anne no le importaba que pasara en su al rededor, siempre era ella y sus pensamientos cercanos a una posible esquizofrenia.

-Marcy, hola amor, no sabes cuanto te he extrañado... ¿puedo besarte?

-Claro, bonita, bésame hasta saciarme de esos lindos labios.- Sin duda, esa chica pasaba todos sus días en ese punto.

Pocas veces Steve iba a visitarla con Sprig, esas veces, Anne siempre se comportaba raro, así que dejo de traer a su hijo, generaría traumas y también por seguridad.

No hubo contagios por meses, incluso muchas personas pensaban que sería el final de todo.

Para Anne eso llego un día.
En la hora de "descanso" a los inmunes se les daba derecho a una hoja y un lápiz, ya sea para entretenerse o mandar cartas, las cuales se tiraban por la gente de traje blanco.

Con la poca estabilidad de su mano, pues no había escrito desde hace años y su cerebro no ayudaba tanto, empezó a escribir una carta.

¿Marcy? Hace mucho tiempo que no estas aquí, y me siento tan loca, no sabes cuanto extraño verte todos los días, despertada a mi lado, besándome cada parte de mi cuerpo después de una larga noche de... eso. Extraño agradecerle a dios tenerte un día más, no lo hago porqué ya no estas aquí, y... me gustaría que todo esto sea una pesadilla, que hayamos cumplido nuestra promesa de viajar juntas a lugares nuevos, moría por ir a París y me hubiera gustado besarnos frente a la torre eiffel. A veces te imagino estando aquí conmigo y me doy cuenta que me estoy volviendo loca aquí, no sabes cuanto siento no haberme quedado despierta ese día y darte una despedida digna, me odio tanto a mi misma desde ese día, una parte de mi se fue contigo y no me siento completa. Ahora, me he quedado completamente sola aquí adentro, con muchos extraños que han empezado a matar, afortunadamente solo lo hacen en las noches y siempre me resguardo en un lugar. Pero es desgarrador ver como se comen a la gente.

Pero tengo que confesarte algo. Siento que seré la próxima en estar en ese estado, y no me refiero a estar comiendo, si no, siendo devorada.
Pues, esto será mi última carta, de las miles que me gustaba hacerte cuando eramos novias y no estaba esto.

Por fin estaré contigo por toda mi eternidad, al final sabré si hay algo después de la muerte. Y te pido perdón, porque sé que jamás hubieras querido que pasara esto, pero esto ya no es vida, Marbles...

Y también le pido perdón a Amity, se que lo estaría viendo como la chismosa que es. Se que me odias y lo sé, se que desde el más allá me estas diciendo estúpida, ¡Se que esto no soluciona las cosas! ¡Perdón por todo! Solo necesito que me perdones, en nombre de Luz.

Creo que es lo último que tendré que decir en mi bonita y miserable vida. Nos vemos pronto, mi amor.

-Anne.

Después de eso, la tailandesa, quien se creía fuerte ante esta situación, clavo un pedazo de madera afilado, que llevaba preparando hace días, numerosas veces en el pecho.

Para después empezar a sangrar y que los demás inmunes empiecen a notar el olor a sangre.

Y ahí estaba Anne Boonchuy, siendo devorada, como muchos otros inmunes los cuales también se habían suicidado o sido atrapados por la noche.

Anne Boonchuy, la chica que amo tanto a su esposa, Marcy Wu, la chica que admiraba a sus amigas como sus hermanas, esa chica feliz y negativa que jamás hubiese pensado morir de esa forma.

Y claro, no había nada después de la muerte. Debió imaginarlo.

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Espero les haya gustado, esto lo hice yo, pues, tu sabes, ideas de madrugada. <3