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Sentía cómo todo su cuerpo estaba pesado,creía que ahora están muerta y que pronto irá a las profundidades del infierno.No era muy creyente de la religión,pero en esos momentos se aferraban a la única idea que le había inculcado del pequeña.Tampoco era que fuera una mala persona,toda su vida intento ser alguien buena.Aun que creía que ese sería su castigo por no aferrarse a la vida.Una eternidad repleta de dolor por no haber logrado en el tiempo de vida y negarse a luchar.
Al escuchar la voz de Mitsuri,supo que no había muerto,y no pudo evitar sentirse tan decepcionada al respecto. De vuelta,volvia a sentir el calor en su cuerpo.Abrio lentamente los ojos, esperando que se acostumbraran a la luz de las lámparas.
―Sabía que estabas bien―
Cuando su mano intento tocar su mejilla,rápidamente intento alejarse de ella.Haciendo que su espalda chocará con la pared.Miro de arriba a bajo a Mitsuri,tenía la cabeza vendada al igual que unos parches en sus mejillas.
―¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me salvaste?―
Le daba escalofríos mirar el sonriente rostro de la de cabellos rosas.Al no poder moverse más,su muñeca acaricio su mejilla izquierda con suavidad.Estaba helada.
