CAPITULO 22 y Epilogo

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CAPITULO 22


Susurro cantando canciones navideñas porque

quiero contagiarme del espíritu, ya han llegado mis

fiestas favoritas del año y me muero de ganas por

pasarlas junto al hombre de mi vida. Estoy feliz,

radiante y plena en todos los sentidos porque la

relación con mi novio es la que siempre había soñado,

porque en la realidad es mucho mejor que en mis

sueños y porque esto me completa como persona al

vivir en paz conmigo misma amando a Bastian. La

Navidad es la época del año que más me gusta por la

familia, el ambiente, la felicidad, las compras, la nieve y

todos los dulces que hay en los escaparates.

Con un bastón de azúcar colgando de mis labios

chupo este sabor que me vuelve loca mientras paso un

hilo por una de las figuras que hemos comprado.

Quería un árbol, decorar la casa, hornear galletas y

embriagarnos del espíritu navideño, y Bastian me lo ha

dado todo, estoy frente al mejor abeto del mundo junto

con miles de decoraciones que hemos comprado para

nuestra primera Navidad. Estoy algo nerviosa porque

para mí significa mucho más que unas simples fiestas,

es el hecho de que mi novio y yo nos juntemos y

hagamos este tipo de cosas porque es lo que hacen las

familias. Dejo el bastón de azúcar porque se me cae la

baba y no puedo cantar canciones como me gustaría,

mi pronunciación es penosa pero nadie me escucha

excepto Lorain que está en algún lugar de la casa.

Estoy en pijama y no tengo intención de

cambiarme. Luego me pondré un abrigo cuando

obligue a Bastian a enchufar las luces del tejado y

veamos el resultado final, dice que lo quiere hacer él

solo porque es lo que los hombres hacen y no voy a

discutir sobre eso. Seguramente me repita en varias

ocasiones que debimos haber decorado la casa mucho

antes y no a tan solo unos días de Navidad, pero no es

mi culpa cuando nos hemos envuelto en una rutina

donde el sexo y nuestro amor eran más importantes

que decorar nuestra casa. Así que ayer nos obligamos

a dejar la cama y salir a última hora para comprar

nuestro árbol y miles de decoraciones que Bastian hizo

que nos trajeran en un camión. Ahora tenemos toda la

casa llena de cajas y no sé por dónde vamos a

empezar.

Echo de menos a Bastian porque no está

NEANDERTAL (02) CavernicolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora