Capitulo 3

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CAPÍTULO 3



Bastian me observa desde su altura y por

extraño que parezca le aguanto la mirada. Me olvido

de que el mundo existe y sólo estamos él y yo. Sus

ojos, sus dos gotas de cristal, sus dos diamantes que

brillaban tanto cada vez que me miraban, ahora tengo

toda su atención y estas dos piezas sacadas del

firmamento no tienen otra dueña, excepto yo. No me

atrevo a apartar mis ojos de los suyos por temor. Mi

labio inferior está temblando y siento que estoy

perdiendo las pocas fuerzas que me quedaban, estoy

en mi límite y lo supe desde que le sentí detrás de mí.

Algo en mi interior sabía que lo encontraría aquí,

y aun así, he entrado sin ninguna duda como si

esperara a que este momento pasase tarde o

temprano. El tiempo se para entre nosotros, no dice

nada, no gesticula, ni siquiera me hace ningún tipo de

señal. Somos dos cuerpos inertes que se atraen desde

la oscuridad haciendo que el mundo deje de existir para

que nuestras almas se reencuentren. Soy la primera

que aparto los ojos porque tengo un nudo en el vientre

que me inhibe el respirar con facilidad y bajo mi mirada

a través de su cuerpo sin ver nada realmente, solo su

figura que ha crecido más de la cuenta. Sus brazos son

más grandes y sus músculos se pronuncian más al

igual que el resto de él. Ahora será más agresivo que

nunca atendiendo todos los combates en los que lucha.

No sé para qué pienso en eso, nisiquiera me importa.

En un acto reflejo que pasa muy rápido a través

de mí, me alejo al ver que su brazo se levantaba en mi

dirección. No puedo, no... no... niego con la cabeza

intentando ahuyentarle. No puede tocarme, dirigirse a

mí y ni mi mucho menos controlarme. Voy avanzando

hacia atrás hasta chocar con la espalda de Rachel.

- Nancy, ¿estás bi...?

Rachel actúa empujándome contra la barra y se

interpone entre Bastian y yo. No puedo creerlo, él, él

está aquí.

- Rachel... yo - intento susurrar para decirle

que me estoy mareando.

Me agarro a lo que sea porque se me nubla la

vista. Siento un hormigueo en la nuca que va

dirigiéndose a mi cabeza.

- ¡Fuera de aquí Trumper! - La oigo gritar pero

no la voz de él - me da igual, aléjate de ella, y una

NEANDERTAL (02) CavernicolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora