FIEBRE DEL BEBÉ

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"mhmm... así bien, amor...", susurra Simon contra la cálida piel de tu cuello, hurgando en tu mandíbula para presionar sus besos justo por tu punto de pulso mientras te ayuda a través de un orgasmo ondulante que  te tiene inclinando la cabeza hacia atrás.

no recuerdas bien cómo has terminado en esta posición, todos los recuerdos se confunden con la bruma del sueño.

solo puedes pensar en dedos ansiosos deslizándose por tu camisón y alguien jugando con tu clítoris. luego manos pesadas manejando tu cuerpo demasiado receptivo para acostarte boca abajo.

Simon palpa tu carne, deambulando por cada trozo de extensión expuesta que puede reclamar y que aún no ha dejado marcas color púrpura.

maullas soñolienta, ojos nublados con párpados de agotamiento, sucumbiendo por completo al calor de su torso esculpido presionando contra tu espalda, Simon trazando el arco perfecto de tu columna con una reverencia que casi se siente fuera de lugar.

no puedes hacer nada cuando arrastra la cabeza de su pene sobre tu vagina mojada , alineando sus caderas para que los músculos  se coloquen mientras su extensión  gruesa y palpitante entra en ti, mientras empuja solo la punta.

la pelusa de la almohada que amortigua tus caderas e inclina tu pelvis hacia arriba para que Simon pueda tener acceso a tu linda y babeante vagina seguramente ya está sucia, arruinada por la necesidad aparentemente interminable de tu esposo de llenar tu  interior completamente desbordando con su semen.

no discutes cuando fuerza todo su peso en sus embestidas, jadeando y susurrando su nombre que suena como una oración mientras lucha contra la forma en que tu interior abraza su pene demasiado grande. 

"¿Solo uno más, cariño?" se endereza, los ojos fijos en la forma en que la cabeza de su pene sale brillante cuando se sale. "dame uno más y podemos parar, ¿sí?"

sabes que no es verdad, puedes sentir la mentira en la forma en que se mueve contra ti, bolas pesadas golpeando tu clítoris cuando envuelve brazos entintados alrededor de tus caderas y te levanta.

pero aun así asientes con la cabeza, pretendes que no sabes que él te mantendrá despierta toda la noche con el constante empujón y tirón de su pene hasta que estés salpicando desastre tras desastre en las sábanas.

"Usa tus palabras, amor". la suavidad de su tono es un contraste directo con la forma en que te maltrata como si no pesaras nada, brazos fuertes forrados con músculos abultados y tinta, venas corriendo a lo largo de ambas extremidades y entrecruzadas con cicatrices ásperas que tiran de su piel.

"Cualquier cosa por ti, si..." murmuras, con las manos apretando las sábanas y preparándote para el fuerte golpe de su pelvis contra tu trasero.

sorprendentemente, su aliento abrasador te hace cosquillas en la oreja con un gruñido "¿algo?"

parpadeas con ojos llorosos y borrosos, volviendo la mejilla para encontrarte con su mirada que casi parece una trinchera lista para tragarte por completo. Sus embestidas se han detenido, y ahora solo te queda apretarte contra él, instándolo a mover su pone demasiado grande y perseguir el casi doloroso orgazmo.

"¿Algo ? " repite, parpadeando hacia ti, un suave gemido roto por pesados ​​jadeos para respirar. las manos se trazan sobre la caída de tus caderas, acercándote imposiblemente. "No creas que estás lista para darme nada, amor".

"¡Cualquier cosa! ¡Cualquier cosa!" sacudes la cabeza, deseando que te crea.

Simon se ríe, comenzando a arrastrar la gruesa longitud de él hasta tu dulce interior, hundiéndose hasta las bolas.

"... mhmm... ¿qué tal si te hago mamá?"




quien no quisiera que este Hombre nos hiciera un bebe 🔥🖤😫 

𝔄𝔩𝔤𝔲𝔫𝔬𝔰 𝔲𝔰𝔞𝔫 𝔪𝔞𝔰𝔠𝔞𝔯𝔞𝔰 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔬𝔠𝔲𝔩𝔱𝔞𝔯𝔰𝔢....💀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora