Se cuenta una historia donde Tsukishima Kei quien es un alfa junto con varios otros estudiantes se ven involucrados en un proyecto dirigido por el gobierno donde son obligados a investigar al subgénero del cual desde hace muchos años no se sabe su p...
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– ¿En qué club están?
Tsukishima siguió su camino, ignorándolo deliberadamente, y cuando el omega estuvo por llamarlo Yamaguchi habló.
– Tsukki y yo estamos en el equipo de volley masculino —Dijo con una sonrisa.
– ¿Ustedes juegan? —Recibió un asentimiento por respuesta— ¿Cuáles son sus nombres?
– Yo soy Yamaguchi Tadashi —Señaló al chico yéndose— Y ese de allá es Tsukishima Kei.
Daisho asintió y repitió sus nombres tratando de memorizarlos.
– ¿Y ustedes? —Preguntó a los dos restantes.
– ¡Yo estoy en el club de costura! —Habló la mujer beta, al notar su mirada supo que quería saber su nombre— Soy Asano Dafne, puedes decirme Dafne...
– ¿Tu nombre es Dafne? —Preguntó el pelicastaño a su lado, extrañado.
– ¿Si? ¿No sabías mi nombre?
– No, todos la llaman Presidenta de la clase.
– ¡Ese no es mi nombre!
El chico alzó los hombros con desinterés, notó que el omega lo miraba.
– Yo soy Hattori Kore, estoy en el equipo de basquetbol masculino como jugador.
El chico asintió y agradeció antes de irse, los tres se miraron.
– ¿Creen que entre a alguno de nuestros clubs?
– Quizás lo haga por la investigación, ya saben, necesitamos información y es más fácil conseguirla si estamos cerca suyo.
– No parece alguien que haga deportes, quizás se una al tuyo, Dafne —Habló Kore, llamando su nombre con un tono de burla.
– También podría unirse a los nuestros como manager.
– El club de básquet tiene managers de todos los años ¿Cuántos tienen ustedes? —Preguntó curioso.
– Solo tenemos una, de tercero —Respondió Yamaguchi algo apenado.
– Entonces quizás entre al club de volley masculino o al club de costura.
– Ya veremos eso.
El grupo caminó hacia el salón, hablando sobre aquel proyecto, jamás habían intercambiado palabra antes más que para pedir tareas u otras cosas y gracias a este proyecto debían pasar tiempo juntos, agradecían que al menos no estaban trabajando con sus compañeros más molestos.
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