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Te encuentras sumergida en un mar de oscuridad. Te alarmas al no poder respirar y tratas de moverte, pero tus intentos son en vano. Cada vez vas más profundo y en un acto de desesperación tiras un grito ahogado. Nadie puede oírte. Después de unos segundos, aceptas tu destino. Cierras los ojos y comienzas a perder conciencia. Pero justo antes de hacerlo, sientes como alguien te saca del agua.

- ¡____! - Escuchas lejanamente. No reconoces a la voz.

Abres un poco los ojos, pero la imagen que ves es demasiado borrosa como para distinguir al que te tiene en sus brazos.

-¡____! ¡No me dejes! - Sientes como te abraza, pero es un tacto igual de lejano.

Tus sentidos se están apagando. Cansada, cierras los ojos y lentamente, dejas de sentir. Te dice algo más, pero ya no eres capaz de escucharlo. Finalmente, caes de nuevo en la oscuridad.

Y luego... Despiertas.

Aturdida por la pesadilla que acabas de tener, te sobas la cabeza. Luego de un rato, te levantas y miras la hora.

8:00 AM

Al darte cuenta de que vas tarde a tu primer día de clases, te cambias más rápido que un rayo y sales corriendo de tu cuarto. Pero al ver las escaleras, disminuyes la velocidad para evitar tropezar y lastimarte. Cuando terminas de bajar, te llega un olor delicioso y familiar proveniente de la cocina. - Paps está cocinando spaghetti. - Piensas, acercándote.

- ¿Por qué no me despertaron? Voy a llegar tarde...- Le dices a tus hermanos adoptivos.

-Buenos días a ti también...- Contesta Sans desde la mesa, tomando algo... rojo en una taza.

- ¡Llegaste en el momento perfecto, ____! Toma asiento, por favor. - Notas la clara emoción en Papyrus y sonríes ligeramente.

-Paps quería cocinar un desayuno perfecto para celebrar tu primer día. - Te explica el mayor.

-Seguro que lo conseguiste, Paps. Tengo tantas ganas de probarlo...

-Todo lo que hago es perfecto, ____- Afirma el esqueleto con orgullo, sirviéndote el plato.

Le das un bocado. Sorprendida por lo delicioso que está, lo elogias.

-Esta vez te salió más que perfecto. - Dices con comida en la boca.

-Ese era el plan desde el principio.

Antes de que te des cuenta, ya has acabado.

-Ahora sí, vete. Que estás tarde. - Dice Sans. Te despides de los dos y tratas de irte caminando, pero lo siguiente que ves es el colegio, enfrente de ti. Tu hermano te ha teletransportado, pese a que ya les has dicho varias veces que no lo haga sin tu permiso. Por lo menos te ahorró tiempo.

Entras a paso decidido y buscas tu salón. Al encontrarlo, respiras profundamente y abres la puerta.

-Buenos días...- Alcanzas a decir. Sientes como todos te regresan a ver con curiosidad, al no saber quién eres.

- ¡Oh! T-Tu debes ser la nueva estudiante.... Pasa, p-por favor. - Te dice la maestra. - Soy la maestra, Alphys. ¿S-Serías tan amable de presentarte?

-Si... Am... Hola a todos. - Empiezas con una sonrisa. - Mi nombre es ____. Soy nueva en el pueblo y.... de verdad espero que todos podamos llevarnos bien.

-Sí, suerte con eso. - Escuchas, seguido de una risa fuerte y burlona. Miras a la monstruo morada, y agachas un poco la cabeza por el comentario.

-B-Bueno... P-Puedes tomar asiento alado de Kris. Kris, alza la mano, p-por favor.

El aludido obedece y alza la mano lo suficiente para que puedas verlo. Tu sorpresa es grande al darte cuenta de que también es un humano.

Así, lo primero que haces al sentarte es saludarle. Pero no te responde. Es más, ni siquiera te regresa la mirada, o tal vez sí. Su pelo marrón le tapa los ojos, haciéndote imposible verlos. Parece un chico solitario.

-A-Ahora que estamos todos, voy a comenzar la c-clase. - Dice Alphys. - Abran sus libros en la p-página 140.

Ahí recuerdas que todavía no tienes el libro. Alphys repara en esto.

-Kris, ¿P-Puedes compartirle tu libro a ____? Podrían juntar sus mesas...

El chico asiente y se para para mover su mesa. Tú también lo haces, indecisa. Después de juntarlas, colocan el libro en el centro.

- ¿Qué página era? - Preguntas en voz baja, tratando de hacer que hable. No lo consigues. El joven abre el libro y busca por su cuenta, señalando el número del inferior al encontrarla.

-Vaya que es callado. - Piensas mientras sigues la lectura con la maestra.

Ambos tienen que apegarse para ver bien el libro, pero solo tú pareces avergonzarte al respecto. Miras su brazo izquierdo apoyado en la mesa. Solo puedes ver la mano. El resto está cubierto por una sudadera verde, que tiene una raya amarilla en el centro. Pensando un poco en esto, notas su respiración. No es lenta ni rápida, pero es profunda. Te sonrojas ligeramente. Tratas de concentrarte en el libro de nuevo, pero no lo consigues.

- ¡___! - La voz de la maestra te regresa a la realidad.

- ¡Ah! ¿S-Si? - Respondes finalmente.

- ¿Te encuentras bien? T-Te llamé varias veces.

-Si... ¿Puede repetir lo que dijo?

-...Te p-pregunté si puedes resolver el ejercicio 3 en la pizarra.

Odias las matemáticas, pero no se te dan mal. Aceptas y te acercas a la pizarra, agarrando una tiza. Después de unas cuantas ecuaciones, anuncias con orgullo:

-Ya acabé, Maestra.

La expresión de Alphys lo dice todo.

-E-Es bueno que te hayas esforzado, ____. - Empieza algo nerviosa. - P-Pero esa respuesta... Es incorrecta.

Tu cara se descompone y se llena de decepción. - Demonios...- Murmuras.

-Ah... ¡S-Seguro que la próxima lo logras! - Trata de animarte.

No dices nada. Vuelves a tu asiento, pensando en tus errores. Tiempo atrás aprendiste que a veces está bien equivocarse, por lo que en realidad no sientes vergüenza.

La clase continua con normalidad. Al menos por unos minutos.

- ¡Kyaaaa! - Grita la rena que se sienta a la esquina, llamando la atención de todos. Se para en su silla, aterrada por algo que está en el piso. Distingues que es cuando se arrastra por el resto de la clase: Un ratón.

Al instante, una gata se abalanza hacia el animal, pero es detenida. Detenida por ti. Cubriste a la criatura con tus manos, impidiendo que la chica lo comiera. Esta te mira con ira, pero no vas a dejar que le ponga un dedo encima. Caminas a la ventana con el ratón en mano, y lo dejas ir.

La gata regresa a la normalidad segundos después.

-Oh... Me descontrolé... Lo siento.

Te agradeció por evitar que hiciera un desastre, mientras la rena te agradeció por deshacerte del roedor. Ambas mencionaron una supuesta "valentía" en ti. También, aprendiste sus nombres: Catti y Noelle.

No te das cuenta, pero el misterioso chico con el que te sentaste te está mirando. Si no hubiera sido por ti, el ratón hubiera muerto, y al actuar, despertaste un pequeño sentimiento de admiración en el muchacho. Ninguno de los dos lo sabe, pero pronto, ese sentimiento se convertirá en algo mucho más fuerte.

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Esperaba que el primer chapter tuviera menos de 700 palabras, pero me dejé llevar Xd.

Si algo no cuadra al 100 con el juego, es porque lo alteré. Es mi historia así que creo que puedo hacer unos pequeños cambios.

Si, Papyrus sabe cocinar.

Muchas gracias por estar aquí, querida ____. Espero con ansias volver a verte en el siguiente capítulo :)

But you are Different - Kris x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora