Diario en un hospital | KookV [PAUSADA]

Cuarto día

15 de junio de 2023

Hoy fue un día productivo, sí.

Me desperté temprano, eso fue lo que me hizo estar de buen humor por la mañana. Desayuné un yogurt que me trajo Ara y luego salí de la habitación con el oxígeno portátil. No quería pasarme otro día más encerrado en mi habitación cuando no sabía si dentro de tres días volvería a ver la luz del sol. Quería aprovechar lo que me quedaba dentro del hospital ya que no podía salir de el.

Fuí a la zona de juegos para niños, allí siempre están los niños pequeños que están ingresados por múltiples razones y qué dejan salir de sus habitaciones para que se relacionen con otros niños. Siempre con las medidas de seguridad necesarias, pero por lo menos pueden relacionarse.

Yo llevo en el hospital encerrado diez años y aún no hice algún amigo, mi condición sanitaria no era la mejor como para poder relacionarme con personas también enfermas. Por lo menos tenía a Jung Hoseok, mi mejor amigo fuera de lo que yo llamo segundo hogar.

Hoseok, o Hobi como yo lo llamo, es mi amigo de la infancia. Nuestras madres eran amigas del trabajo y nos presentaron cuando teníamos apenas cuatro años. Crecimos juntos hasta que llegué a los nueve años y me tuve que internar en el hospital por la FQ. Hobi se mudó de Seúl a Busan, pero seguimos en contacto através de instagram. Me gustaría algún día volver a verlo en persona. Me había dicho que tenía una sorpresa postoperatorio el lunes. Una de las razones por las cuales me gustaría seguir viviendo es para poder volver a ver a mi amigo y saber cuál era esa sorpresa tan misteriosa que me tenía preparada.

Dejando ese tema, al llegar a la zona de juegos me quedé detrás del cristal transparente donde se podía observar a los niños jugar contentos, como si su vida no dependiera de una máquina y múltiples medicamentos.

- ¿Te gusta observar a los niños jugar, Kim? - Habló una voz a las espaldas del rubio, provocando que el mismo diera un pequeño saltito en su sitio por el repentino susto.

El chico se dió media vuelta, observando como el Doctor Jeon estaba detrás de él con la característica sonrisa de conejo adornando su rostro.

- Si... - Fue su única respuesta.

- Oye, que no te voy a comer, ¿ahora andas de tímido conmigo? - El mayor arqueó una ceja en confusión por la actitud del menor con él cuando desde que se conocieron siempre ha tenido una actitud más extrovertida.

- Solamente me recompongo del susto que le diste a mi pobre corazón. - Contraatacó alzando la vista, haciendo en consecuencia contacto visual con Jeon, lo que hizo bajar la mirada nuevamente.

No sabía porqué le ponía últimamente nervioso hablar con él cara a cara, se conocían de hace cuatro días y sentía como si lo conociera de hace años. Dejando ese sentimiento aparte, también se le hizo familiar su rostro cuando lo vio por primera vez en su habitación de lujo - nótese la ironía -, pero lo dejó pasar sin más, según él, a lo mejor solo eran coincidencias.

El Doctor Jeon es agradable, ¿lo dije ya antes, no? No me cansaría de decirlo, de verdad que sabe cómo tratar con delicadeza a las personas, cómo hacerlas sentir bien cuando están decaídos y tristes por alguna razón ya sea personal o de salud. También es tan lindo...Ya Taehyung, céntrate.

Después de ese repentino encuentro con el Doctor Jeon, me pidió que fuéramos a la cafetería del hospital, que me invitaba a un café para charlar un rato y aunque me hubiera gustado decirle que sí, tuve que rechazar su oferta ya que tenía que ir a mi habitación nuevamente a terminar algunos exámenes clínicos que no terminó el doctor el día que Ara tuvo libre y ninguna otra enfermera estuviera disponible.

Se podría decir que el día de hoy aparte de ser productivo también tuvo sus momentos...bonitos.

Jueves: Diferente.