Parte #3

525 48 5
                                    

No pasaron demasiadas cosas que considere interesantes después de aquella noche alocada. Sus días pasaron sin mucha emoción, porque lo único que hizo fue salir de casa al trabajo y del trabajo a casa. 

La única diferencia es que ha recibido llamadas para asistir a eventos y la insistente idea que ha estado rondando por su mente desde esa reunión que tuvieron hace un par de días. 

"Deberías salir y buscar a una persona que esté a tu lado cuando asumas la presidencia de la empresa. Si ven que tienes un Alfa a tu lado, te respetarán y confiarán más en ti."

Pero él no estaba seguro de que eso fuera a funcionar.

"Sé que han sido momentos delicados desde que enviudaste, pero ya es tiempo de que consideres casarte, ¿no crees?"

Y lo único que pudo decir ante esas peticiones fue: "Lo voy a pensar"

Suelta un suspiro y continúa viendo y agendando citas para ver nuevos locales donde pronto inaugurarían nuevas tiendas en Francia. Su sitio favorito de visitar siempre fue Montrichard, muy pacífico lugar para retirarse del mundo al menos por unos cuantos días es su pequeño refugio cuando todo es demasiado para él y desaparecer, nadie sabía que visitaba esa pequeña ciudad. 

Estaba ansioso por ir la siguiente semana, se quedaría por unas cuantas semanas. Dos para cerrar tratos y trabajar, y otras dos para relajarse y descansar. 

—Joven Harry, ¿me permite pasar? —llama Anderson, su segundo secretario, James había tenido problemas y se tomó la semana completa dijo algo sobre que su esposa había entrado en labor de parto y no podría venir.  

—Pasa, Andrew.

El Omega ingresa en la oficina y queda de pie en frente de su escritorio, observándolo.

—¿Sucede algo, Andrew?

—No, nada malo. Es un mensaje del señor Styles, de su madre, joven. Mencionaron que era urgente y que debía entregárselo inmediatamente.

—Oh ya veo. ¿Qué es lo dice mamá?

Extiende la mano para recibir la carta junto con una nota que el Omega tenía entre sus manos, un bonito sobre de color lavanda, el color favorito de su madre, sellado con cera y una bonita letra cursiva con su nombre en ella.

—Puedes retirarte si es todo lo que debías decirme, Andrew.

—De hecho, su padre llamó y pidió que se reuniera con él para el almuerzo, mencionó que usted sabía el lugar y su dirección. 

Harry asiente y sonríe amablemente en su dirección.

—De acuerdo, cuando sea momento, avísame por favor. Muchas gracias, puedes retirarte cuando gustes.

Andrew sonrió y se fue dejándolo nuevamente a solas. Tomó la carta entre sus manos y la acercó a su nariz para percibir el agradable aroma del perfume que su madre solía usar, le recordaba a casa, abrió cuidadosamente el sobre y sacó la carta que estaba dentro. 

Sonrió con cariño viendo que estaba escrita a mano.

«Para: Harry Styles (mi pequeña calabacita)

De: Benjamín Styles (tu mami)

Querido hijo, mi pequeño Omega, espero que estés bien. Te escribo para decirte que estoy en Londres nuevamente. El tratamiento funcionó perfectamente y me encuentro muy bien ahora, te extrañé demasiado y me gustaría verte.

Llámame cuando puedas, ¿de acuerdo mi vida?

Te amo más de lo que imaginas, te mando un beso y un abrazo enorme. Nunca olvides que te amo.

Frambuesas y Chocolate ||Larry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora