Bad boy 2 -- KOOKMIN 💙💛

FINAL

3 años después.

Muchas cosas pueden cambiar en un año, pero no se diga en tres. En tres años hubo demasiados, uno de ellos, bueno, el crecimiento de la pequeña MinSuk.

─Papi ¿dónde está papá? ─

─Cariño, papá esta con el tío Taehyung y el tío Kai en la sala ─ Jimin sonrió con cariño.

La pequeña MinSuk salió corriendo de la cocina para entrar a la sala, donde se encontró con su padre, ella tomó vuelo y se aventó hacia el fuerte cuerpo de su progenitor.

─MinSuk, ¿cuántas veces te he dicho que no hagas eso? Te lastimarás ─ la acomodó en su regazo.

─ ¿Y no hay saludo para los tíos? ─ Taehyung hizo un puchero, haciendo que la pequeña sonreirá, enseñando sus pequeños dientes blanquecinos.

Ella asintió y los abrazó feliz, pues tenía mucho tiempo que no veía a sus tíos, claro, aún faltaban más.

─Cada día se hace más hermosa ─ comentó Kai.

─Y su padre más celoso ─ los tres hombres voltearon a ver a Jimin, quien salía de la cocina con una bandeja en las manos donde venían dos pares de vasos con bebidas.

Jungkook se levantó de inmediato para ayudarlo.

─Cariño, Déjame ayudarte ─

─Jungkook, puedo hacer esto, solo estoy embarazado, no enfermo ─ Jimin rodo los ojos y negó divertido.

Jungkook sonrió apenado, miró el vientre abultado de su hombre, los cinco meses de gestación le estaban empezando a hacer estragos. Su cuerpo empezaba a hincharse un poco más, además de que sus pezones estaban más sensibles, cosa que a Jungkook no le molestaba para nada.

─Ya lo sé, solo quería ayudar ─

Ambos se sentaron en el sofá, frente a Taehyung y Kai, la pequeña salió corriendo de nuevo, esta vez, yendo al jardín.

─Que rápido a crecido ─ Taehyung miró por la ventana, donde se podía ver a la pequeña MinSuk corriendo con un hermoso perrito, regalo de su padre.

─Ni que lo digas, no hay día que pida que deje de crecer ─ Jungkook suspiró.

─Es el ciclo de la vida, hermano ─ Kai sonrió haciendo que sus ojos se hicieran más pequeños.

─Supongo ─ se encogió de hombros.

─ ¿Y los demás? Pensé que estarían aquí para antes del cumpleaños de MinSuk ─ Jimin tomó su vaso y bebió un poco.

─Pronto llegarán, Namjoon dijo que aún tenía trabajo, pero llegaba a tiempo, Seokjin y Yoongi ya venían, pero su vuelo se atrasó y Hoseok dijo que tenía que hacer algo ─ comentó Taehyung.

─Ojalá que lleguen a tiempo, les avise desde un mes antes a todos para que no tuvieran nada que hacer ─ Jungkook se mostró molesto.

Los dos chicos frente a él solo soltaron un par de carcajadas.

Después de ese día, en el que Jungkook había terminado con las vidas de las personas que le hicieron tanto mal a su familia, decidieron que era hora de partir. Partir a un lugar donde pudieran tener paz y tranquilidad.

A pesar de que Jimin había mencionado América como uno de los lugares donde quería ir, fue el continente de Europa lo que lo cautivó.

Suiza, Ginebra, el precioso lugar donde ahora era su hogar. Un pequeño pero hermoso pueblo que solo brindaba paz.

Jungkook se había encargado de comprar y remodelar una casa-cabaña, lo suficientemente grande para su familia y para algunos invitados. Había hecho de ese lugar, su hogar cálido donde podía llevar cada día después de trabajar. Pues, después de dejar todo atrás, había empezado un trabajo en una de las pequeñas oficinas del lugar, le pagaban lo suficiente para poder vivir y mantener a su familia.

Estaban felices, el pasado quedó atrás y solo podían ver el presente y ¿por qué no? Ver un futuro.

Jungkook estaba más que satisfecho con su ahora esposo, porque sí, hace un año ellos se casaron en una pequeña capilla, con los chicos como testigos y la pequeña Minsuk de dos años en ese entonces. Feliz con su pequeña princesa y por el hijo que venía en camino, su familia.

[...]

Jungkook se recargo en la puerta de su habitación, había ido por sus dos amores a la habitación principal.

─Allá abajo piden sus presencias ─ sonrió.

─Ya bajamos, estaba terminando de peinar a Minsuk ─ Jimin terminó de arreglar el cabello de su hija y la ayudó a bajar de la cama.

Jungkook se quedó totalmente embelesado, su hija estaba convertida en toda una princesa. Vestía un precioso vestido azul con pequeños brillos por toda la falda. Realmente preciosa.

─Es un regalo de Hoseok, dijo que por eso tardó más de lo normal ─ comentó Jimin, caminando hacia su esposo.

─Tengo que agradecerle ─ se agachó hasta poder estar al alcance de su pequeña. ─Eres realmente preciosa, cielo ─

─ ¿En serio papi? ─ la pequeña abulto sus labios rosados, un puchero que había aprendido de su tío Kai.

─Por supuesto, eres mi hija después de todo ─ acaricio su mejilla con orgullo.

─Por si se te olvidaba, también es mi hija ─ Jimin pasó por el lado de ellos, saliendo de la habitación con un hermoso conjunto color azul cielo.

─No te molestes, también te amo ─

Los tres bajaron hacia el patio, donde ya se encontraban los chicos, una música alegre se escuchaba y un par de mesas estaban desplegadas por el lugar con dulces y botanas.

La pequeña Minsuk estaba cumpliendo ya sus tres años, sus tíos habían viajado desde Corea y Estados Unidos, ella los amaba demasiado, y Jungkook no podía estar más contento, pues esos chicos lo habían ayudado a tener lo que ahora tenía, una familia.

Porque no importaba si tenían la misma sangre, para él, esos seis chicos, eran sus hermanos.

Era algo que había aprendido con el tiempo, aprendió a confiar más en ellos sin esperar que cuando durmiera quisieran matarlo. Y todo se lo agradece a Jimin, el hombre que llegó a su vida para cambiar todo su mundo desde aquel día lluvioso en aquel callejón.

No se arrepentía de dejarlo con vida, y aunque en ese momento hubiera querido no podía, pues estaba tan lastimado que su cuerpo no hubiera reaccionado. Pero un ángel apareció y lo salvó.

La vida lo había recompensado después de tanto, y él cuidaría ese precioso tesoro que de apoco crecía con los años.

Mirando a su gran familia sonriendo y disfrutando, se daba cuenta que todo había valido la pena.

FIN