─Está es la última caja, los muebles llegarán mañana ─ mire a Jungkook.
─Espero que tengan cuidado con los jarrones, los acabo de comprar ─
─Los envolvimos muy bien antes de salir, no te preocupes ─
Jungkook se acercó por detrás hasta abrazarme, sonreí dejando caer mi cabeza hacia atrás dejándola en su hombro.
─Nuestra casa al fin, siento como si estuviera soñando y tengo miedo de que termine ─sonreí.
─ ¿Por qué dices eso? ─
─Jungkook, si te das cuenta tú y yo somos demasiado diferentes, mi familia estaba en contra de que estuviera contigo, pero eso que nos diferenciaba me hizo amarte con locura ─
─Dicen que los polos opuestos se atraen ¿no? ─
─Sí, y estoy feliz de ello ─ sujete sus manos. ─ ¿Podremos ser felices sin problemas? ─ me giré para verlo.
─Yo haré todo lo posible para que eso pase, para que cada uno de tus deseos se haga realidad ─ acarició mi mejilla con delicadeza.
Incline mi cabeza hacia su palma para poder sentir un poco más de su calidez.
─Ahora mismo deseo algo ─ susurré abriendo los ojos, mirándolo directamente a los suyos.
─ ¿Qué es lo que deseas? ─ su mirada era intensa.
─Quiero que me tomes aquí y ahora, que ambos nos amemos en nuestra casa ¿podría mi deseo cumplirse? ─ hablé en voz baja, temiendo de asustar el ambiente que se estaba formando.
Jungkook no respondió, pero como dicen, las acciones son mil veces mejor que las palabras. Él me cargo sujetándome por el trasero y haciendo que mis piernas abrazasen su cintura, pasé mis brazos por su cuello, solté un gritito ahogado.
Su boca empezó a devorar la mía en un beso salvaje y lleno de pasión. Jadeos saliendo de nuestras bocas, sus manos desesperadas masajeaban mi trasero con vehemencia.
─Vamos príncipe, cumpliré tu deseo ─
Jungkook caminó como pudo por la casa, no fuimos muy lejos, la cocina fue lo primero que encontró. Con un movimiento rápido me dejó en la barra desayunador, donde aún no había nada. Sus manos quedaron libres y mis piernas seguían envolviendo su cintura, con un movimiento rápido y casi salvaje, me quitó mi camisa.
Sus labios volvieron a los míos, donde su lengua se introdujo en una pelea por ver quien tenía el dominio. Sus dedos jugaban en mi piel, mi piel se erizó con solo ese tacto dejando un rastro caliente por donde él tocaba.
Mis manos no se conformaron solo con tocar los brazos de él o su abdomen sobre su piel, no, yo quería tocarlo mejor. Por eso quite su camisa, mirándolo con deseo, Jungkook no se quedaba atrás, su mirada parecía desnudarme por completo, además de su erección ser palpable.
-Oh cachorro ─ gimió cuando con cuidado roce su abultado miembro.
─Jungkook... ─
Sonrió de lado y descendió por todo mi cuello dejando marcas y después metió uno de mis pezones a su boca, chupando y mordisqueando. Mi espalda se arqueó pidiendo más de ese contacto, gemí de placer, cerré mis ojos deleitándome por el placer.
Llevé mis manos a su nuca, donde lo presioné más a mi pezón, quería más, deseaba más.
Beso mi otro pezón, haciendo lo mismo que en el otro, sus manos masajeando el pezón que había quedado libre de su deliciosa boca, gemidos salían de mi boca llenando la vacía cocina.
─Jungkook, te deseo ─ hable como pude, pues su boca evitaba que mi cabeza pensara con coherencia.
Quitó sus labios de mi pezón en un chasquido obsceno.
─Que impaciente, ¿tanto lo deseas? ─
Solo asentí, él no se escuchaba mucho mejor, su voz baja y ronca me dejaba notar el grado de excitación, el cual era demasiada.
Sus manos viajaron a la orilla de mi pantalón, recorriendo la línea entre la tela y mi piel, me estremecí ante sus dedos tocando mi estómago. Sus dedos maniobraron en el botón y el cierre, bajándolo y quitándomelo en el acto, la fría cerámica tocó mi piel caliente, corrientes eléctricas recorrieron mi cuerpo.
Me cargó de nuevo, esta vez caminando hacia la sala de nuevo, sentándose en una de las sillas que estaban por ahí, sus labios me besaron de nuevo mientras tocaba mis pezones. Nos separamos mientras respirábamos agitadamente.
─Lo haremos aquí, quiero que esta vez tengas tú el control ─ acaricio mi mejilla bajando a mi cuello.
Asentí.
Me levanté y me quité la última prenda que quedaba cubriendo mi parte íntima, Jungkook seguía con su pantalón, lo desabroche mientras hacía que se los bajara hasta los pies, lo miré buscando esa mirada en él que me hacía arder de deseo.
Me senté encima de él abriendo mis piernas, ayudándome con mi mano y guiando su miembro a mi entrada. Gemí en su oreja al sentir su gran miembro llenándome. Sus manos apretaron mi cintura, ayudándome a moverme en un vaivén lento.
Entraba y salía dentro de mí, mis ojos cerrados y mi cabeza echada hacia atrás mientras arqueaba mi espalda, todo para poder sentir mucho mejor esa invasión.
A pesar de que él había dicho que yo tendría el control en esto, no duró mucho antes de que Jungkook saliera de mí y me hiciera arrodillarme en la silla, para después penetrarme de nuevo en una fuerte estocada.
Gimiendo y pidiendo más de esas fuertes embestidas, sus manos apretando mi cintura haciendo que las estocadas fueran más profundas. Mi nombre saliendo en sus labios mientras soltaba jadeo, yo susurrando el suyo mientras pedía más.
No tardamos mucho en llegar al clímax entre gemidos, sentía como mi cuerpo se relajaba poco a poco después de magnífico clímax. Jungkook besaba mi espalda, bajando por toda mi columna vertebral.
─Esta posición es muy buena ─ admitió después de unos minutos.
─Para ti lo será ─ me levanté con ayuda de Jungkook, mis rodillas fallaron y caí en la silla de nuevo. ─ ¡Es la última vez que lo hacemos aquí! ─ señalé la silla.
Jungkook soltó una risotada mientras se sujetaba el plano estómago.
─Esto podría darme ideas para un castigo ─ me miró con picardía.
Yo solo lo miré mal, ojalá que él estuviera hablando en broma, porque jamás haría esto de nuevo, me dolían mis rodillas. Gracias al placer no pude sentir nada, ya hasta que mi cuerpo se fue relajando pude sentir el dolor en ellas.
─Tú lo haces y te juro que me pondré un calzón de castidad ─ amenacé.
─Pero ya no eres virgen, lo juro por esas quinientos cincuenta y tres veces que lo hemos hecho ─ Abrí mis ojos a más no poder, sorprendido por ese número.
─ ¡Eres un exagerado! ─ golpeé su pecho.
Jungkook se encogió de hombros mientras reía divertido. Negué y me levanté de la silla, quería ir a ducharme y ahora sí, dormir.
─ ¿A dónde vas? ─
─Ha ducharme, ¿no es obvio? ─
─Yo no dije que hubiéramos terminado, ¿o sí? ─
─Estas bromeando ─ se encogió de hombros, pero no me respondió. ─ ¿Es broma, cierto? Yo no aguantaré más por hoy ─
Y vi esa sonrisa cínica en sus labios, mi cuerpo entero tembló. Dios, tenía que ser una broma, Jungkook era un adicto al sexo. ¡Alguien tenía que detenerlo!
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Bad boy 2 -- KOOKMIN 💙💛
FanficCosas hermosas pueden pasar si mantenemos la mente abierta. No importa si el día fue gris a causa de la tormenta, siempre al final saldrá un precioso arcoíris. Jimin se dio cuenta de eso, se dio cuenta que vivir con Jeon Jungkook podría ser muy peli...