ᴄᴀʏᴇɴᴅᴏ ᴀ ᴘᴇᴅᴀᴢᴏꜱ

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"DO"

El sonido hizo eco en la habitación.

— ¡SANJI, EL PIANO COMENZÓ A TOCARSE SOLO!

— Era cierto entonces que estaba poseído.

"FA" "SOL" "MI"

— Ace Junior regreso a su hogar. — a Ace la pareció buena idea cantar una canción para acompañar su primer concierto con público.

"FA" "SOL" "MI"

— Porque ese Narizón no lo supo cuidar. — se miraba demasiado concentrado como para estar tocando las mismas 3 teclas, en el mismo orden una y otra vez.

— Sanji, ¿El fantasma estará enfadado? — no es que tuviera miedo, claramente no era esa la razón de su pregunta sin embargo jamás estaba de más saberlo.

— Usopp, por favor, aléjate un poco. — ni bien terminó de decir aquello y el narizón se hallaba ya en la puerta. Rápidamente saco un amuleto impreso en papel y lo acercó a su rostro. — Abracadabrapatasdecabra o algo así. — movió de un lado al otro la lámina y la estrelló con fuerza en el piano. — Desaparece de una vez, espíritu chocarrero.

— Oh, valla eso es demasiado poder contra mi débil presencia. — exageró Ace y golpeó las teclas frente a él provocando que dentro de la sala se escuchara un ruido bastante ensordecedor.

— Esta terminado, Usopp, ya puedes entrar. — miro a su amigo con una sonrisa en el rostro.

— Era de esperarse de ti Sanji. — a pasos lentos se adentró de nuevo en el lugar. — Y con esto daríamos por terminado el misterio de la sala de música.

— No se volverá a escuchar el sonido del piano por las noches.

— ¿Qué? — el pecoso se levantó indignado. — ¿Ya no podré tocar el piano? — con un puchero volvió a sentarse en el taburete. — Mi sueño de hacer un gran debut como músico profesional se fue a la goma, tendrás que recompensarme esto, San-Chan, mínimo pasar 100 noches aquí conmigo.

— «¿No es eso exagerado?.» — una o dos veces podía estar fuera de su casa sin levantar sospechas, ¿Pero cien? Incluso al viejo que tenía por padre se le haría raro el asunto.

— Sanji, todo ese trabajo debió ser agotador, quizá no sirva de mucho, pero toma esto para que limpies tu sudor. — su mano se extendió para brindarle un pañuelo a su amigo.

— Oh, gracias Usopp.

La mirada del fantasma se centró en el narizón, el brillo de sus ojos se había perdido y la sonrisa de su rostro desaparecido.

— Eres muy genial, Sanji. — rasco ligeramente su cachete mientras sonreía. — Te respeto mucho y si no es molestia... — bajo la mirada jugando con sus dedos.

— ¿Qué?

— Sanji, sino es molestia quisiera aprender sobre la técnica que usas para exorcizar fantasmas... Pero solo a mí. — era egoísta pedirlo de esa forma y lo sabía, pero también sabía que si Sanji llamaba a Law sería difícil para él seguirles el ritmo y seguiría en las mismas condiciones en las que se encontraba, siendo el peor en el grupo. — Sería algo así como tiempo de calidad juntos.

En eso el taburete del piano chocó con la ventana del lugar de forma violenta.

— ¡Sanji el fantasma sigue aquí! — su grito se acompañó de un agarre en el brazo de su amigo.

Sanji ni siquiera se movió, estaba muy atento mirando la espalda de Ace y de vez en vez sus ojos bajaban a sus manos las cuales se encontraban cerradas con bastante fuerza.

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⏰ Última actualización: Jul 17 ⏰

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