Ella, Detrás de todo.

Evento canónico

Mi atención se fijó detalladamente en el sujeto que decía aquellas cosas como si de verdad supiera sobre que tema estaba hablando, comencé a crear un escenario en dónde iba y me ponía a explicar por qué Carrie no debió morir así.

Mire lo alto que era a pesar de la distancia, cejas pobladas cabello negro al igual que sus ojos con pestañas que resaltaban más que las de una mujer, mire su vestimenta, playera con un estampado de Mago de Oz, pantalones desgastados y tenis blancos, creo que fui muy obvia por qué su mirada cruzo con la mía.

- En lugar de examinar a la gente como si fueran espécimen, deberías de ser una persona más discreta es de mala educación comerse a alguien con la mirada.

Ya me caía mal, como se atreve a decir esas tonterías, cuando lo único que llamo mi atención es que usará otras palabras fuera del léxico de estás 4 paredes, volví a recorrerlo con la mirada, está vez con odio y fijé mi vista en sus ojos negros e intensos.

- Deberías sonarte bien la nariz, tienes mocos, limpiar tu camisa que tiene pasta, tu cierre de pantalón está bajo y acabas de pisar un chicle.

Me di la vuelta y salí del salón, la perspectiva de las personas cambia conforme como vayas viendo a la persona, siempre hay que ver las dos caras de las monedas, no solo guiarte con una.

- Megan antes de que digas algo quiero decirte que si observe que era atractivo pero su comportamiento hizo que me fijará en lo primero que fuera para atacarlo.
- A veces siento que estás loca y que yo soy tu amiga imaginaria, no sé cómo la gente entiende lo que dices pero bueno lamentablemente ya hicimos el pacto de brujería para ser amigas por siempre.

Nos sonreímos, era una tontería, pero buscamos en internet como podíamos hacer un amarre entre nosotras mismas para que la amistad perdurará, solo nos dimos dos pulseras rojas con la inicial de cada mes, tome su mano y tenía la letra "V", mientras en mi muñeca yo tenía la letra "M".

- Creo que después de los comentarios agresivos pasivos que tuviste con el, el evento canónico para tu desarrollo no pasará.
- Creí que solo escuchabas mis palabras y las anotabas en tu diario para luego buscarlas en Google, pero bueno me alegra que tú ratón no esté tan oxidado como pensé Meg.

Teníamos hora libre así que compartimos unos pequeños lonches que ambas combinamos para que tuviera un sabor nuevo, nadie nos molestaba, todo era paz y tranquilidad.

- Creo que iré por un poco de agua, mi termo se está terminando y ya sabes qué luego no puedo pensar en argumentos para insultar gente.
- Posiblemente cuando eso pase yo dejaré de ser virgen.

Me levanté y tome mi termo, coloque mi mochila sobre el lugar donde estaba sentada y comencé a caminar, mi móvil vibró y ví una nueva notificación, era un libro que estaba esperando con ansias en que llegara a la librería donde siempre voy, di un pequeño grito para mí y levanté mi rostro guardando mi teléfono, con lo que no contaba era que...

- Mierda!

Casi caí de espalda cuando un brazo me detuvo de la cintura y al abrir mis ojos para examinar que todo estuviera bien mire unos ojos negros mirándome directamente ahora tenía unas gafas como las mías, la pose de por si era ridícula, más ridículo no se pudo poner cuando mi amiga Megan grito a los cuatro vientos.

- Amiga! Tu momento cliché ya llegó!

(No debí de distraerme ese día al caminar)