Parte 2

2.3K 208 11
                                    

—Deja de recordar esos momentos, ahora estamos juntos y aunque nos alejemos, siempre voy a estar para ti, prometimos conocernos y eso es lo que hacemos, pero eso no impide que me importes, así que no dudes de que siempre pensaré y me preocuparé por ti —Edward dejo un suave beso en el negruzco cabello de Jacob, aspirando su aroma, se dio cuenta de que siempre olía bien, tan jodidamente bien.

—Tú a mí también me importas, todos me importan y de verdad que no imaginé que toda tu familia se metería tan profundamente en mi mente y en mi corazón que pensar que ya no los veré en un tiempo me tiene inquieto, explicarle esto a mi padre y a mis amigos será, complicado. —Jacob intentaba grabarse el olor de Edward al igual que sus palabras, no sabía cuándo lo volvería a ver.

—Te prometo que nos volveremos a ver e intentaré volver a ti lo antes posible —La promesa de Edward era clara y en verdad esperaba que lo cumpliera. —Sera mejor que te lleve a tu casa.

Sin esperar más ambos se dirigieron a la casa Black y debido a que Edward era la impronta de Jacob, se le permite entrar a territorios Quileute al igual que su familia.
Era extraño todo lo que acababa de suceder, de pronto todo iba bien y después todo comienza a desmoronarse.

El cambiaformas y el vampiro caminaban lentamente, de alguna manera esperaban que el camino fuera un poco más largo, para poder estar juntos un rato más.

—¿Cómo te sientes Jake? —Edward pregunto, sabía que los pensamientos de Jacob estaban completamente confusos así que no entendía mucho de lo que sucedía en su cabeza.

—No lo sé, la voz dentro de mi cabeza me grita como si yo tuviera la culpa de toda esta situación que hace que me sienta realmente culpable, tal vez mi destino es siempre perjudicar a mis seres queridos, así que en este momento mis emociones son tan jodidamente volatiles que de pronto me siento enojado y un segundo después me siento triste.

—Jake, nada de esto es nuestra culpa, de cualquier modo esto sucedería, tarde o temprano así que con tu existencia o sin ella, estaríamos jodidos.

Los pensamientos de Jacob comenzaron a tranquilizarse ayudando a Edward a entenderlo mejor.

Al llegar a la casa de Jacob el rubio dejo la maleta en el suelo y sin que el pelinegro se lo esperara, lo abrazo. No quería irse pero sabía que solo de este modo podría mantenerlo a salvo.

—Perdoname por no poder estar contigo más tiempo, pero pronto nos volveremos a ver y está vez, no nos separaremos.

—Te entiendo Edward, no tienes que volver a explicar el porque de esto, cuídate y porfavor regresa a mí lo antes posible, porque si tardas demasiado no prometo estar vivo para seguir jugando contigo —El tono juguetón de Jacob no le causo gracia al rubio, no se perdonaría si es que Jake muere por su culpa.

—No digas eso ni en broma —Edward lo regaño —. Lo mejor será que me vaya ahora.

Cuando la espalda del vampiro desapareció de su campo de visión, se sintió abrumado, no esperaba sentirse tan mal apenas el otro desapareciera pero no podía hacer nada. Él ya no era un niño, tenía dieciocho años y por todo lo que había pasado es que mentalmente se podía decir que era mucho mayor, de alguna manera su vida tan problemática lo había obligado a madurar siendo tan joven.

Al entrar a su casa la mirada preocupada de su padre fue lo primero que vio.

—¿Estas bien Jake? —La preocupada voz de su padre hizo que sonriera.

Su padre era genial, siempre cuidándolo y apoyándolo en todas sus travesuras, proyectos o aventuras, incluso cuando le contó de su impronta no lo juzgó solo lo miro y lo acepto, no pregunto o se asusto, lo único que hizo fue preocuparse por ver como negaba a su impronta e intentar ayudarlo a aceptar a Edward en su vida.

Sacrifice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora