Una voz inolvidable

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                        Narra _____

Ya habían pasado dos días desde que casi muero.
Estaba leyendo un libro ya que no podía hacer nada mejor. No podía entrenar gracias a que Kokushibo me había atravesado la pierna derecha con su katana. Así que solo quedaba esperar una o dos semanas para volver a entrenar.
Mientras leía sentí como se deslizaba la puerta.
—Que bueno que despertaste—era Giyū
—¿Creías que moriría? Somos los únicos que quedamos de la familia. A demás creo que me subestimas un poco.—dije gesticulando con los brazos—Soy mucho más fuerte de lo que crees.
—Bueno, al menos estás viva—dijo con su cara inexpresiva para luego retirarse.
Seguí leyendo tranquilamente hasta que alguien irrumpió en la habitación.
—¡¡Pelea conmigo!!—era el chico jabalí, si no recuerdo mal se llamaba Inosuke.
Estaban los otros dos raritos detrás de él.
—¡Inosuke!— dijo el que se suponía era Tanjiro.
—Tu de nuevo ¿enserio? ¿No te fue suficiente que te alagase?— dije con tono de burla
—¡¡Que pelees conmigo te dije!!— volvió a gritarme pero esta vez ya explotó mi paciencia.
—A ver ¿Eres estúpido?—le pregunté a nuestro nada estresante chico con cabeza de jabalí—
—¡¿Qué?!—preguntó tontamente, al parecer era sordo también—
—¿Que si eres estúpido?— le pregunté nuevamente.
—Estúpida tu—
—No, si yo lo soy tú lo eres más, enserio desafiar a alguien que está gravemente herido, eso si es de personas estúpidas—dije rápidamente.
Cosa que hizo que se quedase procesando por unos segundos.
—Mejor nos vamos a comer ¿No crees Inosuke?—dijo Tanjiro, creo que de los tres era el más razonable.
El señor cara de jabalí al escuchar la palabra comida, se olvidó de todo y se dispuso a marcharse.
La verdad es que yo sí que tenía hambre, y como si me hubieran leído los pensamientos, apareció Aoi con una bandeja en las manos.
—Hola ¿Como estás?—me preguntó mientras se acercaba a mi
—Creo que he estado mejor—dije sonriendo un poco—Casi muero, aunque bueno, si te pones a pensar eso es parte de lo que hacemos.
—Eso creo—se encogió de hombros y dejó la bandeja en mis piernas—¿Tienes hambre?
—Mucha—respondí casi al instante—.
Eran unas brochetas y unos pastelitos de arroz. Probé una de las brochetas y estaban muy ricas.
—Hace tiempo no nos veíamos—dijo Aoi
—Si es cierto, supongo que luego de que me fuera a otra ciudad por lo qué pasó, me distancié de todos—dije ligeramente triste.
—Te entiendo, a todos nos dolió—dijo después—.
—Bueno, cambiando el tema—porque la verdad ya lo necesitaba—¿Qué has hecho en estos últimos meses?
—Nada interesante la verdad, estar ayudando aquí y eso. Y tú¿Que fue lo que te pasó?—me preguntó mirándome de arriba a abajo—
—Digamos que casi me mata la primera luna superior—dije encogiéndome de hombros—.
Pasamos toda la tarde hablando, ya que no nos veíamos desde hace tiempo.
Ya se había hecho de noche, y ya Aoi no estaba aquí conmigo.
Me dispuse a seguir leyendo el libro que al final nunca pude leer por culpa de alguien, pero de repente mi paz se acabó.
Entró cara de jabalí corriendo y saltó a la que supuse que era su cama con una fuerza brutal—vaya estas cosas si que son resistentes—.
—¡Te gané Gonpanchiro!—gritó mientras yo intentaba leer—
—Si, me ganaste—dijo Tanjiro—
—Hola ____—ya el rubio estaba al lado mío.—¿Cómo estás?
Lo miré y simplemente lo ignoré.
Él y cara de jabalí no dejaban de gritarse.
Intenté con todo mi ser no gritarles pero la paciencia se me agota demasiado rápido.
—¡¡¡Cállense, no ven que intento leer!!!
¡¡¡No respetan a nadie o que!!!
Se callaron por unos instantes pero en cuanto dejé de mirarlos volvieron a discutir, pero esta vez en un toba de voz más bajo.
Al final nunca pude leer ese libro.
Me dormí y entre en un profundo sueño, uno que me dolió mucho.

Vi a mis padres a lo lejos, fui corriendo hacia ellos, pero se alejaban cada vez más.
—¡¡Mamá, papá!!¡¡No me dejen!!—grité sollozando—

—Hola—escuché...mi voz—¿El patrón se encuentra?—
—Q-que—dije en voz muy baja.
—Hola joven...—dijo una voz que nunca olvidaré.
—____ Tomioka—
—Bueno joven Tomioka, el patrón viene en un momento—
—¡¡¡Nooo!!!—comencé llorar porque ya no aguantaba más las lagrimas.

                        Narra Inosuke

La chica gritona estuvo inquieta toda la noche, tal vez por alguna pesadilla.
Mejor sigo durmiendo.
Intenté dormir pero la gritona empezó a hablar.
Decía cosas como «no se vallan»o simplemente «no»
Al final decidí despertarla, después de todo esa la iba a molestar aún más.
—Oye, chica gritona, despiértate—
Empecé a sacudirla para ver si se despertaba, hasta que se despertó de un salto, y estaba llorando.
Me fui a mi cama y me dormí de nuevo.

No te soporto [Inosuke x Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora