No te soporto [Inosuke x Tu]

Por accidente

                         Narra _____

Desde el roce de mi cuerpo con el de Inosuke, me había estado sintiendo muy extraña. Cada vez que lo veía, o escuchaba su voz, mi cuerpo se estremecía.

A cada rato lo veía, y sentía como un escalofrío.
No, esto no puede ser............

—¡Hermosa  _____!¿Nos ayudas a entrenar? —me gritó Zenitsu sacándome de mis pensamientos—
Venía con cabeza de jabalí, cosa que hizo que me pusiera nerviosa y, la verdad no se por que.

Estaba intentando desviar mis pensamientos sobre el abdomen de Inosuke, y me invadió la curiosidad.

—Oye ¿Por qué Tanjiro siempre lleva una caja en su espalda?—pregunté de repente.
—Porque ahí se esconde su hermana, es un demonio, mi hermosa Nezuko—dijo Zenitsu casi babeando, espera había dicho demonio—.
—Ah—simplemente dije—.

Entrenamos nuestra fuerza y demás, hasta que estuvimos cansados.
Les pedimos a las niñitas que nos trajesen algo de comer aquí al patio, y cuando llegó la comida Inosuke se puso feliz tal cual un niño con dulces.
Se quitó su máscara, y una vez más pude admirar su belle......
¡Espera espera! ¿Qué me sucede? Yo no soy así.

—¿Te vas a comer eso?—me preguntó con la boca llena—
—Pues si que me lo voy a comer—respondí—.
Me ignoró impecablemente y sacó algunos alimentos de mi comida.
—¡¡Oye!!—le grité y le di un puñetazo en la cara—Esa es mi comida.
Me volvió a ignorar.

Luego de comer volvimos a entrenar.
Cara de jabalí estaba sin su máscara, por lo que estaba un poquito nerviosa.

Él y yo estábamos frente a frente, su cara estaba muy cerca de la mía.
Y adivinen qué pasó, Zenitsu se tropezó, empujando a Inosuke haciendo que chocase conmigo, y a su vez presionando sus labios contra los míos, porque como ya había dicho su cara estaba muy cerca.
Le di un puñetazo por reflejo, a pesar de que sabía que no había sido culpa suya.
No le pedí disculpas, ya que me era muy difícil disculparme, y simplemente me marché.

                      Narra Inosuke

Estábamos entrenando, y la gritona y yo nos quedamos cara a cara.
En ese momento Monitsu chocó conmigo, me hizo tropezar, y mi boca terminó encima de la boca de la gritona.
Sentí como el calor y un escalofrío recorrían mi cuerpo entero.
La gritona me dio un puñetazo en la cara y se fue así sin más.
Algo de lo que si estaba seguro, era de que mataría al estúpido dormilón.
Empecé a correr tras él.

—¡¡¡Imbécil!!—le grité—¿Por qué me empujaste?—
—N-no fue a propósito—me grito con la voz temblorosa—.

Estuve corriendo detrás de él hasta que sirvieron la cena.

Cuando entré al comedor, vi que la gritona estaba allí cenando.
Ni siquiera la miré, no sé muy bien por qué pero no podía mirarla a los ojos.
Se fue en cuanto llegué.
Cené y me fui a la cama.

Vi a la gritona acostada en su cama alejada de la mía, me quedé mirándola un momento y luego, me acosté. Muchos pensamientos vinieron hacia mi. No acostumbraba a pensar tanto la verdad.
Me sentía muy extraño, es la primera vez que me siento así.
¿Que es esto?
¿Por qué me siento así?

                           Narra _____

Luego de nuestro pequeño accidente, no dejaba de pensar en eso, no me pasaba otra cosa por la mente que no fuese ese maldito beso.

Me había.......¿gustado?

O sea no por favor que asco.
Agh ¿A quién engaño? Si me gustó.
Pero yo no quiero que me guste.

Yo estaba cenando, la puerta del comedor se abrió, y casi me atraganto con la comida al ver que era Inosuke.
Terminé rápido de comer y me fui lo más rápido que pude.
No podía mirarlo.

¿Por qué soy tan valiente para luchar con demonios, pero me da miedo esto?
No me entiendo realmente.

Llegué al cuarto y me acosté. Escuché pasos pesados, y luego como se tiraban a una de las camas.
El único que hacía semejante cosa era Inosuke.
Me di un poco la vuelta para ver si era él, y efectivamente, era él.
Estaba sin su máscara, por lo que pude inspeccionar su cara.
Tenía unos ojos lindos, la verdad toda su cara era hermos......
¡Ay por favor! Enserio¿Que me estaba pasando?
Yo no soy de alagar así porque si.
Mientras lo miraba se giró hacía mi, sentí como mi cara se sonrojaba, así que le di la espalda.
Y no pude dejar de pensar en ese beso hasta que me dormí.