Mi esposa asombra el mundo

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Gu Chu no escuchó a Gu Wan en absoluto. Ella estaba en sus propios pensamientos.

Además, no podía molestarse en escuchar sus falsos gritos.

Regresó a la oficina y le envió a Feng Jia un mensaje de Wechat. "¿Shen Shan podría tener una enfermedad mental?"

Después de mucho tiempo, respondió: "Ha estado en prisión antes. Mas o menos."

"Eso pensé anoche. Me escuchó llamar a seguridad, pero aun así no corrió, como si no le importara su vida".

De repente frunció el ceño y pensó para sí mismo: "Si él es realmente un enfermo mental, ¿me atacó porque se volvió loco o fue un ataque real?"

Esta era la pregunta.

Feng Jia dijo: "Viene un gran cliente esta tarde y no puedo escapar. Haré que mi secretaria te acompañe al hospital.

Gu Chu respondió de inmediato: "No hay necesidad. Iré solo.

Feng Jia dijo: "Está bien".

Sin embargo, ella podría ir al hospital en cualquier momento. Ella para ir después de que ella regresara del viaje de negocios en la capital.

Almorzó en la cafetería y tuvo una reunión por la tarde. En un abrir y cerrar de ojos, el día había pasado.

Cuando salió del trabajo, sonó su teléfono. Vio que era el teléfono fijo de la vieja mansión.

Rápidamente lo reconoció. "¿Abuelo?"

Sonó la voz enérgica del abuelo Feng. "Chuchu, ¿por qué no me hablaste de algo tan grande?"

¿Él ya lo sabía?

Gu Chu le dio una palmada en la cara. "Abuelo, ¿te lo dijo Feng Jia?"

El abuelo Feng dijo con naturalidad: "Lo sabré si quiero saber".

"Sí, eres el mejor". Ella sonrió. "Estoy bien. Vine a trabajar hoy. Fue una decisión cercana".

El abuelo Feng dijo de inmediato: "Eso no funcionará. Tú y Feng Jia vendrán a la vieja mansión esta noche. Necesito verte con mis propios ojos para estar tranquilo.

"Bueno."

Gu Chu no tuvo más remedio que llamar a Feng Jia. "El abuelo quiere que vayamos a la vieja mansión a cenar esta noche".

Feng Jia dijo: "Probablemente sepa lo que te pasó anoche. Tengo una fiesta para beber esta noche, así que ve solo.

Gu-chu: "¿?"

Estaba bien si no la acompañaba al hospital, ¿pero ahora ni siquiera iría a la vieja mansión con ella?

Ni siquiera estaban casados ​​todavía. ¿Qué pasaría si se casaran?

Después de colgar, Feng Jia le preguntó a la secretaria que conducía: "¿Cómo va la investigación de Shen Shan?"

La secretaria respondió: "Los padres de Shen Shan se divorciaron cuando él era joven y creció con sus abuelos. Fue a prisión hace más de diez años y su abuelo falleció. Ahora, solo queda su abuela en la familia, y ella vive de los subsidios del gobierno. Después de que Shen Shan salió de prisión, solo volvió a visitar a su abuela una vez. Después de eso, regresó a la ciudad de Haicheng y se quedó en el sótano hasta ahora".

El secretario agregó: "Esto es todo lo que podemos averiguar sobre él. No podemos encontrar ninguna conexión entre él y la señorita Gu".

Feng Jia dijo con calma: "Acaba de salir de prisión. Su abuela no puede darle mucho dinero. ¿De dónde sacó el dinero para viajar de la capital a la ciudad de Haicheng? E incluso si es un sótano, la ciudad de Haicheng tampoco es barata. ¿Quién le dio el dinero? Ve a revisar las transacciones de su cuenta y mira si la persona que lo financió tiene algo que ver con Chuchu".

"Sí."

Después de cenar en la vieja mansión, regresó a las Residencias Jinyuan.

Cuando llegó, Feng Jia aún no había regresado.

Pensó para sí misma, su padre y el viejo maestro Feng contaban con Feng Jia para protegerla. Maldita sea, ni siquiera estaba aquí. ¿Cómo podría protegerla?

Gu Chu se duchó y se aplicó loción corporal antes de acostarse en la cama para dormir.

Aturdida, sintió un peso en su cuerpo y le ardía el cuello.

Abrió los ojos y el olor a alcohol llenó su nariz. No supo cuándo había regresado y le habían quitado el camisón.

Aunque no dormía desnuda, le resultó fácil quitarle el camisón.

Su beso cayó desde su cuello hasta su clavícula, y luego fue bajando poco a poco. Gu Chu sintió cosquillas y lo evitó. "No, es cosquilloso..."

Presionó su brazo hacia abajo, sin permitir que ella lo apartara. Gu Chu dobló su cuerpo y su frente comenzó a sudar. Ella gritó su nombre sin poder hacer nada, "Feng... Feng Jia..."

¿Estaba borracho? ¿Por qué de repente tan salvaje?

En un estado de deseo, presionó su cuerpo contra el de ella y atacó su lengua con la suya.

Estaba boca arriba, con la espalda hacia arriba, y sus dedos profundamente hundidos en la almohada. Ella era algo impotente contra él.

El líquido goteó sobre las sábanas blancas, y pronto todo estuvo mojado.

Estaba demasiado débil para resistirse, así que solo murmuró. Estaba emocionado, y no había señales de que disminuyera la velocidad en absoluto.

Su mente se volvio aun mas pesada...