Mi esposa asombra el mundo

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El oficial de policia salio a hacer una llamada.

No pidió permiso a su superior, sino que llamó a la secretaria de Feng Jia.

Le dijo a la secretaria: "Por favor, dígale al Sr. Feng que la señorita Gu Wan está aquí".

Feng Jia le pidió específicamente a su secretaria que informara a la comisaría. Si Gu Wan fue a la estación de policía, dígaselo de inmediato.

La secretaria dijo en voz baja: "Está bien, intenta entretenerla. Informaré al CEO Feng de inmediato".

Después de colgar el teléfono, llamó a la puerta de la oficina del director ejecutivo. "CEO Feng, la señorita Gu Wan fue a la estación de policía. Ella dijo que el CEO Gu le pidió que fuera. Quiere ver Shen Shan".

El pez mordió el anzuelo.

Feng Jia se levantó de inmediato y salió.

El secretario lo siguió de cerca y le indicó al conductor que preparara el automóvil. Inmediatamente se subieron al auto y se dirigieron a la comisaría.

En la estación de policía, Gu Wan esperó ansiosamente durante casi media hora. No pudo evitar preguntar: "¿No puedo ir a ver a Shen Shan ahora?"

"Puede que tengas que esperar un poco más. Los altos mandos todavía están en una reunión. Solo puedo preguntarle después de que haya terminado con la reunión", respondió el oficial de policía. "Si tienes algo que hacer, puedes volver otro día".

¿Cómo podría Gu Wan volver otro día? Ella solo podía esperar.

En este momento, llegó Feng Jia. Miró por la ventana, pero no había emoción en su rostro.

Le dijo a la policía: "Saquen a Shen Shan y tráiganlo aquí. Cúbrele la boca y no dejes que haga un sonido".

Esto fue para que Shen Shan viera a Gu Wan en la comisaría con sus propios ojos. Entonces, pensaría que la policía había encontrado a Gu Wan.

Efectivamente, los dos policías llevaron a Shen Shan por el pasillo. Shen Shan inmediatamente vio a Gu Wan sentado en la silla.

¡Sus pupilas dilatadas!

Vio que los pies de Gu Wan estaban vendados y que tenía un bastón a su lado. Pensó que estaba gravemente herida y perdió el control en el acto. Quería correr hacia Gu Wan, pero estaba esposado y con cinta adhesiva en la boca. Solo pudo gemir dos veces y los dos policías lo arrastraron a la fuerza a la sala de interrogatorios.

Apenas entró, los policías le arrancaron la cinta que tenía en la boca. Inmediatamente gritó: "¡Me equivoqué! ¡Yo confieso! ¡Admito que la ataqué a propósito! ¡Este asunto no tiene nada que ver con nadie más!"

Desde que lo trajeron, no había dicho una palabra. Después de ver a Gu Wan, no podía esperar para confesar.

Shen Shan parecía tener manía. Todo su cuerpo estaba luchando desesperadamente y dejó escapar un fuerte golpe. "¡Dije, lo confieso!"

Feng Jia y un oficial de policía entraron juntos.

Había una barandilla de hierro entre ellos. Shen Shan no conocía a Feng Jia y pensó que también era oficial de policía. Quería ponerse de pie, pero lo empujaron hacia abajo.

El oficial de policía gritó: "¡Compórtate!".

El rostro de Shen Shan era feroz. "Yo confieso. ¡Iré a la cárcel!".

Asumió toda la responsabilidad sobre sí mismo.

Feng Jia sacó una silla y se sentó. Le preguntó con calma: "¿Cuál es tu relación con Gu Wan?"

Shen Shan todavía estaba tratando de contenerse. "¡No conozco a nadie llamado Gu Wan! Si quieres castigar a alguien, ¡castígame a mí! ¡No tiene nada que ver con nadie más!"

"Tú y Gu Chu no tienen nada que ver el uno con el otro. Si Gu Wan no te hubiera instruido, ni siquiera la conocerías. ¿Por qué la atacarías? La mirada de Feng Jia se volvió más fría.

"Estaba obsesionado con ella. ¡No puedo tenerla, así que quería destruirla! Ni siquiera estaba herida, ¿no es suficiente que me hayas encerrado durante tantos días?

Shen Shan se burló. "Sé que ella es rica, así que todos quieren complacerla. Pero no estoy ciego a la ley. ¡Sé que en mi situación actual, no cumpliré una sentencia larga!"

El policía preguntó: "¿Cómo la conoces?".

Los ojos de Shen Shan brillaron. "En línea."

"¿Dónde?"

"Foro del Tigre".

El policía sintió que era ridículo. "Este foro era popular hace diez años. Ahora ya está caído. Todavía estás mintiendo. Shen Shan, ¿sabes que esto también puede usarse para castigarte?

Shen Shan de repente levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Feng Jia. Bajó la cabeza con pánico, sin atreverse a mirarlo directamente. Sintió que era diferente de los otros policías. Decidió hacerse el tonto. "Tengo una enfermedad mental. En ese momento, tuve una convulsión y no sabía nada. ¡No pude controlar mi comportamiento!"

Feng Jia se levantó de repente.

Shen Shan pensó que se iba a ir, pero inesperadamente dijo lentamente: "Hace diez años, fuiste con la familia Chen".

La cara de Shen Shan se hundió al instante.

"Tú y la familia Chen se conocían, por lo que los dos ancianos de la familia Chen no estaban en guardia contra ti. Pero después de que entraste, sin decir una palabra, comenzaste a golpearlos. Después de herirlos gravemente, corriste a la parte de atrás de la montaña y te escondiste hasta que la policía te encontró dos días después".