Cap IV

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Le temblaba la mano izquierda, mientras que con su mano derecha apretaba sin piedad el lapicero de tinta roja, su favorito. Todas y cada una de las respuestas estaba correcta, ¡correctas! Tom se negaba a creer lo que veía, era simplemente imposible, mordió su labio con fuerza que hasta sintió el sabor hierrico de su propia sangre, su vena palpitaba en su frente, esa letra limpia y delicada contestando cada una de sus preguntas con facilidad, justo en la esquina superior y como una cuchilla a su orgullo brillaba el nombre Bill Kaulitz. Había hecho trampa, si, era era la única explicación lógica, Tom pudo soltar su labio y suspirar aliviado. Bill kaulitz había hecho trampa y eso era frustrante pero no más frustrante que pensar que alguien había sacado una nota perfecta en algunos de sus exámenes. Colocó el examen lejos de la pila de exámenes ya corregidos -y reprobados- apoyó los codos sobre la mesa, entrelazó sus manos, sus ojos aún observaban el examen con un poco de recelo, sonrió, por la expectativa de tener a kaulitz acorralado frente a su escritorio, Tom sabía que no debía tener ningún tipo de atracción hacia su nuevo incautó estudiante, pero con el solo pensamiento de Bill sintiéndose intimidado por él, sus labios rojizos temblando, la forma en que nerviosamente acomodaba pelo largo y bien planchado cada cierto tiempo, si, se permitía fantasear con su alumno aterrado en su presencia que pronto sería una realidad.

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-¿Quieres dejar de mensajearte con gustav? ¿Qué el tipo no tiene clases que dar? -Preguntó irritado de ver a su mejor amigo pegado de su teléfono, andreas río.-Tranquilo billy, algún día el profesor Trümper te follara contra su escritorio -Canturreó aún sin despegar la vista de su teléfono. Bill enrojeció.

-Aish, solo eres un mocoso. -Exclamó rodeándole los ojos, escaneo con la mirada al chico que le había dicho que huyera el primer día.

-Oh, ese es George, ¡Hey Geo! -Gritó Andreas contra todo pronóstico aturdiendo a Bill, ah, unos gritos que solo Gustav podía amar.

El chico de rasgos casi finos se acercó a ellos y sonrió, la verdad es que éste era bastante atractivo, ya bill lo había visto con cara de tragedia en las clases de Tom, sin dudas este era uno de los más guapos de allí pero no era para nada su tipo.

-Oh, hola Andy -Saludó con una sonrisa-. Bill.

Bill arqueó una ceja: -¿Me conoces?

-A nadie le pasa desapercibido el odio que tú y Tom se tienen -Explicó éste y Bill le dió un codazo a Andreas que había reclamado si claro.-El es George, Bill el responsable de distraer al estudiante de honor de la secundaria donde enseña gustav- George enrojeció mientras que Andreas se carcajeó. Bill no pudo reprimir su risa.

-E-eso no es cierto -Se defendió el menor con vergüenza.

Bill dejó de escucharlos en cuanto el profesor Trümper pasó por la cafetería, su presencia era tan fuerte que todos a excepción de Andreas y George giraron a verlo, sin embargo, la penetrante mirada del profesor mírenme todos, se posó solo en él, Bill tragó en seco incapaz de mantener aquella fuerte mirada, había algo distinto que lo hizo ponerse rígido como si Trümper estaba tan seguro que había ganado su pequeño juego que no le había dejado oportunidad de seguir su jugada.

-Ya comanse -Exclamó George, Bill pudo despegar su mirada de Tom para luego observar que todos habían seguido con sus charlas triviales y solo él y Tom habían seguido con su juego de miradas.

-¿D-de qué hablas? -Preguntó Bill haciéndose el desentendido, como si ese pequeño intercambio de miradas que pareció durar una eternidad no lo hubiese calentado.

-Esa fue la tensión sexual más palpable que he sentido alguna vez -Explicó George subiendo las cejas, Andreas río asintiendo.

-Es peor que cuando vas a darle tutorías de inglés a Jimmy - George golpeó la cabeza de andreas sonrojándose de nuevo.

Bill frunció el ceño: -No había ninguna tensión sexual, yo odio a Trümper - Aseguró, podía que el jodido Trümper fuese el hombre más caliente que alguna vez haya visto, pero eso no quitaba el hecho de que lo odiase.

-Seguro -Exclamó george con sarcasmo-. Yo odio a Trümper, ese idiota con complejos de grandeza hizo que repitiera un año -Admitió reacionando -. En cambio tú quieres saltarle encima- Andreas y george rieron y Bill enrojecido se levantó y botó la mitad de su manzana, no se sentía hambriento, caminó hacia los primeros baños que encontró, se miró en el espejo, y tallo sus ojos cuáles en ese momento estaban sin una particula de maquillaje con el agua helada, él no deseaba a Tom, lo único que deseaba es que el tipo enloqueciera y perdiera su reinado del mal. Cerró los ojos masajeandolos levemente, la puerta se abrió y Bill levanto azarado de inmediato, sintió su rostro perder color al ver a tom frente a él, visualizo la puerta para huir, pero Tom se encontraba bloqueando está con su predominante cuerpo y no quería lucir patético ante éste, no otra vez.

-Profesor Trümper -Saludó con un ligero asentimiento tratando con todas sus fuerzas de que sus hormonas adolescentes no lo traicionaran y saltar de una vez al profesor, también lucho contra el sonrojo que estaba punto de atacar sus pálidas mejillas, ¿Por qué demonios Tom lo miraba siempre de esa forma? Como si lo desnudara con una profunda y fija mirada.-Ciertamente no esperaba encontrarlo aquí kaulitz, en los baños exclusivos para los profesores -Instantáneamente sus mejillas enrojecieron, ya debía saber que ese baño era mucho más elegante y mucho más pequeño para estudiantes-. Pero me alegra de haberlo encontrado.

Bill arqueó una ceja y lo miró entrecerrando los ojos, cruzó los brazos sobre su pecho como defendiéndose-. ¿Y por qué será eso profesor Trümper?

Aunque su voz haya salido un poco temblorosa, se las arregló para lucir firme y tener una respuesta tenaz ante el profesor "soy el idiota más grande del mundo". Tom no se inmutó ante su altanería pero sí que sus perfectos labios se curvaron en una sonrisa que robó el aliento de Bill.

-No pensé que sería tan osado como para copiarse en uno de mis exámenes - Observó a Tom caminando hacia él, en instinto Bill daba pasos hacia atrás alejándose, sin embargo, la ridícula acusación de Trümper había encendido su molestia, pero bueno, ¿Por quién demonios lo tomaba?-Pues piense mejor profesor Trümper -Respondió ladeando una sonrisa, aún retrocediendo-. Lamento bajarlo de su estrella pero su examen era muy fácil, por lo menos lo estuvo para mí - Se defendió chocando con la pared, ahora estaba acorralado entre las baldosas blancas y Tom mirándolo con una oscuridad abrumadora-. L-le recuerdo que fue usted quién reviso nuestras pertenencias y se mantuvo vigilando cual perro guardián, así que no hubo ni la más mínimo posibilidad de que me pudiera haber copiado, pero le gustaría creer eso, ¿Verdad, Trümper?, es preferible antes que pensar que un simple niñato como yo pudo vencerlo en su mejor juego.-

Un destello de luz paso por los ojos de Tom, Bill apenas y se había dado cuenta de lo cerca que ambos estaban, pero le había retado, había dejado sin habla al profesor "soy el rey "pero se sentía como una batalla deseosa, Tom no había respondido ni mucho menos Bill que se hallaba absorto en su mirada y el ligero roce de sus cuerpos, maldición, hacia demasiado calor.

-Vaya que tienes un boca suelta, ¿Eh? -Lo grave que salió la voz de Tom hizo temblar todo su cuerpo, entreabrió sus labios tratando de decir algo mordaz pero fue incapaz de esto al sentir como la mirada de Tom bajaba hacia sus labios, diablos, Bill podía sentirlo, podía sentir su miembro ponerse duro con tan solo esa inocente cercanía.

Sus alientos mezclándose y sus ojos ya vidriosos deseando que Tom cediera y terminara con esa tortura y lo tomase justo allí, el mayor se acercaba con una mirada tan oscura y deseosa, Bill respiraba entrecortadamente en espera de lo que tanto ansiaba. Pero justo como la vuelta a la realidad que ambos necesitaban, alguien toc la puerta.

-¿ Tommy ? ¿Ya saldrás? -La voz de quien parecía ser la profesora Franz interrumpió su cándido momento, Trümper se alejó de su cuerpo como repelente, Bill se quedo recostado de la pared de baldosa tratando de acallar su corazón latente.

-Lo veré en clase, kaulitz.

Y Bill hubiese respondido más que un solo asentimiento si no hubiese estado tan ocupado mirando la semi erección en los pantalones del profesor Trümper.

Profesor  [ Toll ] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora