Unos ojos cristalinos lo observaban, no había empezado a conducir. Bill sabía que estaba conteniendo sus lágrimas, sonrió y acarició el brazo de Tom con dulzura, el aura entre los dos siendo tan cariñosa.
-Lo hiciste perfecto Tom, no debes estar avergonzado de quien eres, apuesto a que ni la mitad de las personas allí es un cuarto de inteligente, cariñoso y atento, como tú.-sus palabras murieron en cuanto los labios de Tom se posaron sobre los suyos, Bill suspiró, el placer y el delirio de amor y deseo confinados en su cuerpo.
Tom lo besó con suavidad y una lentitud tortuosa, su cuerpo encendido en millones de emociones y aunque quiso añadirle la intensidad que su cuerpo deseaba, siguió con el suave compás, enredó sus manos tras el cuello del más alto acariciándolo, amando la suave piel de Tom y la fragilidad de aquel beso.
Se separó con lentitud observando los ojos cerrados del mayor a punto de llorar, Bill sintió su pecho arder en efecto, no soportaba verlo así.
-Cariño... está bien.
-susurró atrayéndolo en un apretado abrazo. Tom rompió el abrazo después de unos minutos y Bill pudo ver aquellos ojos que adoraba tanto, diciéndole un montón de cosas que correspondía plenamente el joven. Sonrió acariciando la mejilla del mayor.
-Vamos, yo conduciré.-murmuró el pelinegro.
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Tom se había quedado dormido todo el camino hacia su hogar, Bill se mantuvo tarareando una canción, a veces mirando a Tom dormir como el completo enamorado que estaba de su profesor, quien nunca deja de sorprenderlo, no se habría imaginado que desde aquel afortunado día que conoció al profesor Trümper, quedaría enamorado tan rápidamente de su complicada persona siendo Thomas Trümper, el ser humano más suave que pudo conocer; después de conocer a su horrible familia comprendía porque se escondía tras aquella armadura.
-Llegamos.-lo movió ligeramente, Tom abrió sus ojos parpadeando hasta enfocarse en el precioso joven de cabello negro.
-Extraño tus ojos sombreados - exclamo tom con una voz grave que hizo a bill estremecerse.
-Me hacen lucir raro.-explicó con una sonrisa y un rubor cobreando sus mejillas, Tom sonrió ampliamente.
-Te hacen lucir más hermoso.-musitó el mayor mirándolo profundamente, Bill se sintió increíblemente acalorado y abrió la puerta del auto.
Tom lo siguió silencioso, un vecino los saludó y ambos asintieron en respuesta, la mano de Tom se coló contra la de Bill y a pesar del frío clima sentía la necesidad de quitarse la ropa y juntar su cuerpo desnudo con el del otro.
Una vez dentro de su casa, Bill no perdió el tiempo y jaló al contrario besándolo, Tom recibiéndolo con mucho gusto, sus manos grandes y cálidas recorriendo el cuerpo del más bajo quitando sus prendas y tomando sus piernas para enrollarlas en su cintura,Bill fue intensamente acorralado contra la pared mientras el mayor continuaba devorando sus labios. Bill gimió cuando sus bocas se separaron y Tom arrastró sus labios de la barbilla hacia su cuello, también mordiendo su clavícula, las manos del más alto amasando sus muslos con fuerza, las propias
despeinando el cabello de Tom mientras que mantenía sus ojos cerrados concentrados en el inmenso placer que cada toque le causaba, se preguntaba como es que le encendía tanto, cómo es que con cada caricia podía hacerlo llegar a un estado de delirio puro en donde solo deseaba ser tomado.
Se encargó de quitarle la camisa a Tom mientras que el contrario ya se había deshecho de la parte superior de su vestimenta y se encargaba de lamer sus pezones, Bill se mordía el labio inferior acallando los gemidos agudos que querían salir del fondo de su garganta. Fue cargado hasta la habitación principal y con un ágil movimiento lanzó a Tom sobre la cama, el mayor se veía como un depredador listo para devorarlo y aquello le hizo sentir aún más desesperado, retiró sus pantalones en un instante y se encontró desnudo frente al mayor, quien a pesar de haberlo visto antes así, seguía visualizando su cuerpo con la misma dedicación como la primera vez, haciéndolo sentir deseado y amado. Bill se encargó de desvestirlo, el alto dejándose hacer, sus manos recorrieron aquel fornido cuerpo expuesto ante él, su palma recorrió por todo su abdomen hasta llegar a su entrepierna y tocar la punta de su miembro ansioso por atención, pudo escuchar la respiración de Tom acelerarse cuando sus manos acariciaron el falo, su rostro acercándose a la longitud y sus labios deslizándose con suavidad por el glande, Bill enfocó su vista en Tom mientras lamía su miembro con lentitud, un gemido ronco escapó de la garganta del mayor cuando toda su longitud entró por completo en la boca de Bill sin problemas, entusiasmo al notar como complacía al castaño.
Los gemidos de Tom se hacían mucho
mas constantes, roncos y sin fuerza, bill
sabía que estaba cerca, antes de que pudiera venirse, soltó el miembro completamente lubricado en su saliva, tom se quejó en balbuceos de frustración, Bill rió.-Aún no hemos terminado.-avisó caminando, exhibiendo su cuerpo al hombre que yacía en la cama, tomó el lubricante que se encontraba en el cajón de la mesita de noche, Tom se incorporó sosteniéndose de sus antebrazos sin despegar la vista de su amante.
-bill... - sofocó una respiración cuando el joven se abrió de piernas frente a él y lubricó sus dedos generosamente, Bill masajeó su entrada y rió cuando tom gimió, con su pie pateó la mano del más alto quien quería atender su miembro.
-Manos en la cabecera, solo observame-ordenó, Tom dirigió sus manos a la cabecera obedeciendo, mordió su labio inferior con fuerza cuando Bill comenzó a introducir sus dedos en su entrada.
Bill se tomó su tiempo torturando al mayor mientras adentraba sus dígitos, un gemido agudo escapó de sus labios cuando tocó su punto dulce, jadeos musitando el nombre del mayor emergiendo de su boca mientras que sus dedos aumentaban la rapidez, con su otra mano jaló uno de sus pezones completamente entregado al placer, pero su cuerpo pedía más, mucho más.
Bill se interpuso entre las piernas del castaño y alineó el miembro a su entrada, Tom se enfocó en como su pene se perdía dentro de Bill y la expresión de éste al ser penetrado casi lo lleva a correrse, el pelinegro cerró sus ojos con fuerza al introducir la longitud por completo dentro suyo, sintiéndose lleno, su propio miembro palpitando contra su abdomen. Comenzó haciendo círculos con sus caderas en un vaivén lento, sintiendo como la masculinidad se apretaba contra sus paredes; dió un pequeño salto que arrancó un gemido de ambos y el efecto fue tan ameno que lo repitió una y otra vez con más fuerza y rapidez, su cabeza se inclinó hacia atrás perdido en placer.
Las manos de Bill se colaron en su cintura y aceleraron sus saltos, asimismo el mayor comenzó a subir sus caderas al compás encontrándose a la mitad, tocando repetidamente la próstata de Bill, aumentando la satisfacción de ambos. Los gemidos de bill rotos y agudos, los jadeos de tom y el sonido del choque de su cuerpo, todo mezclado con la lujuria del momento, bill masturbó su miembro adolorido.
-Te amo... joder, te amo.-gimió tom arremetiendo contra su cuerpo, bill lloriqueó y con una embestida en especifico, su orgasmo llegó cegándolo lascivamente, corriéndose entre jadeos.
Cayó contra el pecho del más alto, tom continuó penetrándolo.
-Te amo demasiado.-murmuró bill contra su pecho, Tom se corrió en su interior soltando un largo gemido ronco y apretandolo contra su pecho.
Ambos se quedaron acostados sin decir nada, únicamente sus respiraciones agitadas tratando de controlarse, se miraron atentamente, sonriendo el uno al otro.
-Puede que me esté enamorando de ti.-dijo entre risas, Tom sonrió aún más sinceramente.
-Enamorarte de tu profesor... que inapropiado, Billy .-susurró besando levemente sus labios.
-No me importa.-alegó recostando su rostro contra el pecho de Tom, con sus piernas aún enrolladas en el más alto y éste acariciando su espalda sutilmente.
Porque si, no le importaba en absoluto, no renunciaría por nada a quien, ahora, creía que era el amor de su vida.
Faltan 3 capitulos para finalizar
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Profesor [ Toll ] Adaptación
Fiksi PenggemarThomas amaba ser el profesor odiado, hasta que llegó Bill Kaulitz rompiendo su reputación desafiando con su astucia en sus materias. La historia no me pertenece, créditos respectivos a su autor. twincest no relacionado