"She bit her lip back to him."— Tom, ¿qué haces aquí? —
— Oh, disculpa por molestar a ésta hora. Dejaste ésto en mi auto. — Comentó mientras ondeaba mi tarjeta de identificación entre su dedo medio e índice. Estaba muy segura que la había metido en mi bolso aquella noche, tal vez se cayó. O tal vez la sacó.
— Ah, sí. Muchas gracias. — Respondí con una sonrisa amable mientras recibía la tarjeta de plástico con mi diestra.
— Bueno, te dejo. Veo que saldrás así que no te quito más tu tiempo. Que te diviertas. — Agregó, regalándome una sonrisa a la par que metía sus manos en los bolsillos de su pantalón negro. Lo miré con confusión.
— ¿A qué te-? — Hice memoria, y recordé que estaba maquillándome minutos antes de que llegara. — Aah, ya entendí. A veces me gusta maquillarme en la madrugada, no saldré hoy. — Espeté, finalizando la última palabra con una risa avergonzada.
— ¿Y no te gustaría hacerlo?
— Permíteme decirte que te ves preciosa. — Halagó Tom en el momento en el que me vió bajando las escaleras ya perfectamente arreglada para salir a una cita que le acepté esa misma noche. Sus ojos recorrían cada centímetro de mi cuerpo, admiraba detalladamente cada pequeña costura de aquel vestido rojo, como si quisiera arrancarlo con sus manos.
Y nuevamente, aquel vaivén en su piercing labial causado por su lengua. Si seguía haciendo eso me volvería loca.
Me gustaría decir que el trayecto hacia el restaurante fue tranquilo como el del día de ayer cuando nos conocimos, de no ser por su mano traviesa colocándose sobre mi muslo izquierdo en cada semáforo rojo que nos encontrábamos. Y por si no fuera suficiente, disfrutaba de hacerme erizar con el simple toque de sus yemas sobre la piel descubierta por el corte largo del vestido. Aquello sólo lograba que me estremeciera en mi propio asiento.
Un par de calles después habíamos llegado. Tragué los nervios crecientes en mi garganta en cuanto vi aquel fino lugar donde se llevaría a cabo nuestra velada. En esos últimos dos años estaba acostumbrada a cantinas —cuyas instalaciones parecían estar aún en obra negra— y fiestas clandestinas en los callejones del barrio, donde el mayor entretenimiento era el que tu propia mente te proporcionaba después de inhalar algún solvente saborizado.
— ¿Qué te gustaría ordenar? — Preguntó, mirándome con una sonrisa que dejaba relucir su brillante dentadura. Yo aún mantenía la carta entre mis manos sudorosas, pues inclusive el platillo más sencillo y por ende "barato" lograba salirse de mi presupuesto de una manera exhorbitante.
— Ahm... No tengo mucha hambre, la verdad. — Mentí, pero el rugido de mi estómago me evidenció completamente. Carajo. Suspiré. — Lo siento mucho, Tom, es sólo que... Realmente no cuento con mucho para pagar los platillos de aquí. — Confesé. Su sonrisa sólo se ensanchó, soltando una profunda risa.
— ¿Quién dijo que pagarías algo, hermosa? Eres
una reina, voy a consentirte como tal.jue 10 • 22:14
@enloquecerlos
prometo hacer la sig parte más larga. 👀
no olviden comentar y votar, los amo. 💘
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𝐆𝐑𝐎𝐖𝐍 𝐔𝐏 ☆ Tom Kaulitz.
Fanfiction- A #TomKaulitz fanfiction. © 𝗲𝗻𝗹𝗼𝗾𝘂𝗲𝗰𝗲𝗿𝗹𝗼𝘀. "Necesito un 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆, no un 𝑛𝑖𝑛̃𝑜."