Capítulo IV

188 13 6
                                    

JIHYO
12 de octubre 2019

Mi respiración estaba muy agitada, no paraba de caminar por todo mi cuarto.

Estaba sola en mi casa, ya era de noche y aún no comía nada, tampoco tenía hambre. Mis pensamientos no paraban de dar vueltas en mi cabeza, no lograba concentrarme en una idea fija, así que por impulso y confundida bajé a buscar algo a la cocina.

Desesperada por querer calmarme de alguna manera busqué alguna solución. Mis ojos estaban llenos de lagrimas, mi cara estaba roja y mi nariz húmeda.

-¿Por qué me dejaste Dahyun?- murmuré cerrando los ojos con fuerza, luego, caminé hasta el baño de mi cuarto.

-Yo sabía que terminaría mal- me repetí una y otra vez en voz baja mientras tenía la visión nublosa, producto de las lagrimas.

Todo el lavamanos estaba manchado con sangre, con mi sangre.

Solté el cuchillo de cocina asustada ¿Qué había hecho? ¿Por qué lo había intentado?

Aún temblando me senté en el suelo viendo el pequeño corte que tenía en mi brazo. Solo podía pensar en una persona, Dahyun.

Ella fue la que me dejó, la que me abandonó.

Llevaba días con una pena enorme ya que mi perrita había muerto pero a nadie le había importado eso, mucho menos a mis padres quienes siguieron con su vida con normalidad.

Dubu se supone que debía estar ahí para mí, para consolarme como yo lo había hecho durante años.

Mi muñeca me ardía. El corte no era tan profundo pero si había dolido.

Aún no me calmaba, no podía. Cerré los ojos una vez más con fuerza buscando algún recuerdo que no estuviera relacionado con la menor.

Pero se me hacía imposible. Tantos viajes juntas, tantas veces en las que hablábamos por horas. Ahora estaba sola, no tenía a nadie más.

Escuché el ruido de la puerta cerrarse y una voz que no pude reconocer por culpa de la lejanía llamando mi nombre.

Entré de nuevo en pánico por el estado del baño y mi brazo, así que, volviendo a la realidad, me puse una sudadera azul oscuro para tapar mi muñeca.

Otro problema surgió. Mis piernas estaban temblando, no podía dar ni un paso sin tambalear. Producto de eso me termine cayendo hacia el suelo al frente de la puerta de mi habitación.

Hasta que de repente la puerta se abrió, mostrando a quién menos esperaba ver.

Tzuyu.

[…]

Momo

Llegué a mi casa agotada después de ir a la cafetería, había sido muy divertido pero al mismo tiempo cansador, deseaba con ansias poder descansar en mi cama.

Saludé a mis padres y me fui a encerrarme directamente a mi cuarto, ahí, tome mi celular para ver un par de cosas.

Había sido una tarde muy bonita, debía admitirlo. Chae y Dubu llegaron después de un rato diciendo que se le habían quedado un cuaderno importante en la sala.
Luego, nos divertimos las seis riendo y conociéndonos más.

Cuando todas se fueron aproveché de quedarme a solas con Dubu.

-Oye...¿Has estado mejor?- me preguntó tomando mis manos con delicadeza.

-Un poco- reí -Gracias a ti-

Ella sonrió. -No mientas-

-¡Es verdad!- exclamé con una sonrisa -Alegras mis días Dubu-

❝𝖬𝗒 𝖮𝗇𝗅𝗒 𝖧𝗈𝗉𝖾❞ ➵𝖣𝖺𝗁𝖬𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora