Capítulo XI

103 8 11
                                    

Dahyun

Nervios era una palabra que no podía describir del todo mis emociones. Tenía una mal presentimiento de aquella noche, uno en verdad malo.

—Bien, Dahyun va a entrar para "hablar" —explicó Jihyo—. Dubu, CUALQUIER COSA que salga mal, inmediatamente gritas o aprietas este botón.

—¿Que hace?

—Nos envía una señal a todas para saber si estás en peligro... —suspiró con cansancio, como si la idea de que me metiese ahí de verdad le disgustara—. Por favor, cuídate, esto es demasiado peligroso...

—Tranquila, lo haré —asentí intentando de calmar mis nervios. Tzuyu resultó ser una gran conductura, así que en pocos segundos habíamos llegado. Ni yo ni Chae le dirigimos la mirada en algún momento.

El ambiente ahí adentro era tenso... Unas estudiantes metiéndose directamente a dónde una mafia estaba, sin embargo, todas respetaban mi decisión de no llamar a las autoridades.

No sabía el por qué me habían obedecido, pero se veían preocupadas por mi petición. No quería ir a la cárcel y sabía que si la policía se metía en todo mi asunto familiar... terminaría ahí.

Solo tenía que entrar, firmar y salvar a mi novia. Las chicas me respaldarían desde afuera.

Así fue como caminé algunos minutos adentrándome en una especie de fabrica abandonada. Estaba completamente a oscuras y la poca luz de la luna no ayudaba. Inevitablemente hice un poco de ruido al patear sin querer algunas latas y desechos en general.

—¡Identifícate! —gritó un señor enmascarado. Tenía la cabeza tapada con una tela negra. Solo se le veían los ojos.

Me apuntó con un arma, esperando mi respuesta. Tragué con fuerza antes de hablar.

—K-kim Dahyun —respondí cubriendo mi rostro con las manos. Estaba aterrada.

—¿Hija de Phoenix?

—¿S-si...? —No estaba segura, pero suponía que ese era el nombre clave de mi madre.

—Ven conmigo y ni se te ocurra hacer alguna idiotez —dijo empezando a caminar en dirección a una puerta metálica. El lugar olía a basura y peste en general, para nada agradable. Deseaba que todo se acabará rápido para poder rescatar mí novia con tranquilidad y volver a mi vida normal.

Caminamos algunos minutos en silencio hasta que entramos en una habitación donde se encontraba Momo. Estaba atada por los pies y manos, con una cinta en la boca. Inevitablemente la imagen que tenía delante de mí me hizo tambalearme por algunos instantes. Era escalofriante pensar que mi madre había hecho eso, o peor, que había sido por mi culpa.

—¡Dahyun! —exclamó aquella voz que había escuchado tantas veces. Entró con una gran sonrisa que se notaba forzada—. ¿Estás lista para firmar y liberar a tu amada? Que sepas que aún no apruebo que tú relación sea con una mujer.

—Nunca busque tu aprobación —recalqué frunciendo el ceño—. Tampoco pienso firmar.

—¿Cómo fue que dijiste? —cuestionó cambiando su semblante—. ¿Quieres que muera? —Sacó un arma de su bolsillo y apunto directamente a la cabeza de Momo. Está se empezó a mover negando con la cabeza.

—No —negué. Debía convencerla de otra cosa, sabía que el papel tendría muchas reglas que la beneficiaban solamente a ella. Quizá la convencería—. Pero te puedo ofrecer algo mejor... —suspiré intentando de guardar la calma a pesar de que mis nervios me consumieran—. Hablo con mi padre para que te tenga que pagar la pensión alimentaria y lo puedes demandar por no haber estado en mi cuidado durante tantos años —expliqué—. Si ganas tendrías una gran cantidad de dinero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝𝖬𝗒 𝖮𝗇𝗅𝗒 𝖧𝗈𝗉𝖾❞ ➵𝖣𝖺𝗁𝖬𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora