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Qué suerte la tuya.

Que suerte la tuya.
Por qué desnude mi alma ante ti,
te mostré todas las formas posibles para destruirme.

Por qué ofrecí la parte más oscura dentro de mi,
Y te mostré "eso",
Eso que no le presento a nadie,
Eso que se esconde en mi interior,
Eso que atentan contra mi en cada descuido que le doy libertad: Mis miedos.

Confié en tus palabras,
en tus manos que acariciaban
con ternura cada parte de mi.
En la calidez que envolvía mi corazón al sentir tus brazos alrededor de mi.

Pero tú...

Fuiste un experto,
Viste todas las formas posibles de destruirme.
Y no desaprovechaste la oportunidad.

Conociste mis miedos, los saludaste, conviviste con ellos.
Pero nada valió, los usaste a tu favor.

No confío en tus palabras.
No soporto tus manos,
Esas manos que lastiman mi piel.
Me siento en incertidumbre,
En esa fría sensación de tener
Tus brazos alrededor de mi.

Me encontraste vulnerable,
Indefendible,
Débil.

Qué suerte la tuya.