Aunque hacía su mejor esfuerzo, estos trayectos al lado de Javier se habían convertido en un suplicio que se repetía mensualmente cada vez que había que ir a rendir cuentas a las oficinas centrales de la empresa, viajes en el que por supuesto su jefe no paraba de alardear de su fantástico Seat 600 de colección, mientras María se cuestionaba una y otra vez cómo era posible que el poder y el cargo hubieran podido hacer cambiar tanto a quien por varios años había sido su mejor amigo, y su futuro esposo. No entendía cómo el dinero había logrado corromper su corazón al punto de llegar incluso a cancelar su boda.
Y ahí estaba ella al borde de la depresión, teniendo que mirar su cara a diario por tal de conservar el puesto de trabajo por el que tanto se había sacrificado y del cual él ya no le hacía sentirse orgullosa desde desde que se había convertido en su superior.
La historia se repetía una y otra vez mientras venían a su mente todos los desplantes y las humillaciones a las que era sometida a diario por Javier, su actual jefe y ex pometido, y cada vez que esto sucedía María comprendía cada vez más y más, cómo su corazón había podido pasar tan rápidamente del amor al odio.
Gracias a ese entendimiento había decido que hoy sería distinto, hoy no se quedaría callada, porque estaba convencida de que la única manera de deshacerse de sus demonios era desahogarse y escupir sus angustias con vehemencia y con cero estupor.
Sí, porque hoy su suplicio terminaría, y no por medio del suicidio como meses antes había pensado. Hoy María estaba dispuesta a enfrentar el odio y a luchar por el verdadero amor, pero no por aquel que sentía por Javier, de ese ya no quedaba absolutamente nada. María estaba apostando por el amor propio, buscando dentro de sí sus motivaciones y aspirando a metas tan importantes como la autorrealización. María hoy se convertiría en una persona libre, sin resentimientos ni dudas, y con la plena convicción de ser una mujer autosuficiente. Este no sería un viaje como los anteriores, este sería un viaje hacia la libertad.
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Un viaje hacia la libertad.
Short StoryDesde que vio el coche amarillo aparcado en la calle Marqués de Valladares, justo frente a la sede de la compañía; María sabía que no tendría más remedio que emprender esa travesía juntos, y a pesar de llevar varios meses ya trabajando en mejorar su...