Capítulo 16

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(CPÍTULO LARGO)

Un año después.

White

-...es la chica que atormenta la mente del rey -le susurró el bikar* Fetry a su cuñada.

Detuve mis pies y me quedé cerca de ellos mientras sorbía de mi copa ocasionalmente para disimular. ¿En serio estaban hablando de eso? Reprimí el impulso de rodar fuertemente los ojos. Para ser personas influyentes, ocupaban demasiado tiempo alimentando chismes.

-¡Oh, por dios! -ella se atragantó con la sorpresa-. ¿Cómo es eso?

-Dicen que cuando se fue le arrancó el corazón y ahora es más bestia que hombre -murmuró Weroth, otro invitado que estaba presente en el pequeño grupo de personas que hablaban entre susurros.

Recientemente escuché que se había comprometido con la sobrina mayor de Fetry, así que tenía sentido que estuvieran incluyéndolo en sus círculos íntimos. Reprimí una risa, el pobre chico estaba tan metido en la mierda como ellos, pero aún así sentí un poco de lástima por su posición.

-¿Es ella a quién busca la guardia gris* todos los días desde hace un año? -preguntó el único hombre que no reconocí con la voz acalorada por la información brindada.

-Eso es lo que dicen -secundó Fetry asintiendo y tomando de su trago, las pocas personas a su alrededor jadearon-. Nadie sabe de qué reino es ni cómo se conocieron, ni siquiera su nombre, incluso su existencia es un rumor que solo las casas altas conocen.

Su tono y forma de decirlo dejaban más que claro su descontento con esa realidad. Si no hubiera estado escuchando a hurtadillas en una esquina habría bufado. Por supuesto que el bikar Fetry de todas las personas quería esa información. El único punto débil del rey. La única cosa por la que podría perder la cabeza, al menos más de lo que ya lo había hecho en los últimos doce meses.

No era un secreto para nadie que el hombre había intentado que Callum desposara a su hija desde antes que ambos tuvieran la edad para pensar en matrimonio. Deseaba asegurar a Sahanna en el trono más que nada. Pero para su desdicha y rabia, el muerto-vivo tenía tanto interés en ello como en aprender a hacer macramé.

-La gente dice que ella es el corazón de la bestia -la última persona del grupo, una mujer de aparentemente unos veintitantos, desparramó las palabras sin molestarse en ocultar su fascinación.

Apreté mi mano libre en un puño y sujeté la copa con más fuerza de la necesaria. Odiaba ese maldito nombre que se habían empeñado en darle. Ella merecía más que ser conocida como el interés amoroso de Callum, o su perdición, o lo que fuera.

Había arriesgado todo por intentar escapar conmigo cuando creyó que íbamos a morir. Dejó atrás sus miedos y sus inseguridades, y se centró en ponerme a salvo por encima de todo. Una pestaña suya valía más que todo ese grupo de charlatanes estúpidos.

La ya conocida punzada de culpa se filtró por mi pecho. Si yo no hubiera tenido ese tonto momento de héroe frustrado, las cosas serían muy diferentes. Pero no, la había empujado y ella desapareció sin dejar rastro luego de ello.

Apenas podía dormir en las noches con la culpa y el remordimiento de saber que prácticamente la dejé caer en las fauces de los monstruos. Entonces no lo sabía, pero cualquier celda oscura y mugrosa era mejor que estar solo en Vantra y ser un humano indefenso. Ella podría incluso estar...

No. Sacudí mi cabeza disipando esa línea de pensamiento. Me negaba a siquiera considerar esa posibilidad, pero eso no evitó que la impotencia me tomara por la garganta y ejerciera presión.

El corazón de la bestia (RV #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora