Día 5
Abrió los ojos de par en par de la nada. Escuchó un ruido fuera. Más bien era un sonido constante.
Con cautela se levantó despacio y se asomó por la ventanilla del asiento de atrás.
—¿Qué...?
Vio un cadáver caminando con una barra de hierro en una de sus manos. La tenía incrustada. Esta iba arrastrando haciendo mucho ruido. Cada vez se acercaba más a él.
Varios muertos seguían de cerca al de la barra.
Katsuki se agachó para evitar ser visto.
Aún no sabía si esos bichos veían, sentían o sabían hacer algo más que deambular.
Pero algo tenía claro, les atraía el ruido. Ya no necesitaba más pruebas.Pero otra cosa le preocupa más: ¿Cómo cojones se acaba con ellos?
A una persona le disparas, se desangra y se acaba muriendo. O siente el dolor del disparo y sus movimientos se hacen más torpes.Si esas cosas ya estaban muertas... ¿Sentían dolor?
Porque al parecer a ese muerto no le importaba tener una barra de un buen diámetro atravesándole la mano.Puso sus manos en su cabeza y suspiró levemente estresado.
No sabía cómo, pero él iba a sobrevivir como sea.Después de unos minutos los cadáveres se habían alejado, recogió sus cosas del suelo del coche y se preparó para salir. Quedaban unos metros para llegar al bosque.
Abrió la puerta del coche y fue hasta donde había dejado la bicicleta.
Miró por todos lados, pero no estaba.
Se quedó unos momentos parado, mirando a un punto fijo.—Alguien ha estado por aquí... —Sorprendido se dio la vuelta y siguió su camino por la carretera.— ¿Cómo coño no me ha visto? ¿A qué hora habrá pasado por aquí?
Tocó su mochila y su bolsa. Todo estaba en su lugar: la comida, las pistolas, la munición, cuchillos... Todo. Miró la escopeta que llevaba colgada al hombro. No había robado ni eso, que estaba a la vista y era fácil de agarrar.
Con la cabeza alta continuó, con el sol del mediodía, caminó varios minutos hasta ver el cartel de la entrada al bosque.
Miró al suelo. Había unas huellas de bicicleta. Se agachó.—Son recientes... La brisa de la noche no las ha borrado. —Acarició la arena y después se sacudió las manos.— El cabrón que me la ha robado está por aquí.
Con paso decidido se adentró en el bosque.
Había una cabaña, con una señal que ponía información.
Decidió acercarse allí.Miró la puerta, estaba levemente abierta.
Para su sorpresa, detrás de la recepción había unas sábanas con una almohada.Caminó sin hacer ruido, por si el dueño de esa simulada cama andaba cerca.
En un mueble había folletos del bosque y al lado unas tres latas de albóndigas.Estaba claro, alguien vivía ahí.
Respetó esa comida dejándola en su sitio y salió.—Si esta noche sigue ahí y no hay nadie... Me lo llevaré. Tal vez el dueño de esto esté muerto. —Habló para sí mismo.
Siguió el camino abajo, adentrándose más en el bosque.
Llegó a un pequeño río, en el que decidió llenar dos botellas de agua que ya había bebido.Se agachó y recogió un poco de agua con la mano.
"No tengo un recipiente para hervir el agua". Pensó mientras cerraba las botellas.Se levantó y miró al cielo. Todo en el bosque se veía normal, menos la cabaña de información, todo estaba como si no hubiera pasado nada.
Sacudió el polvo de sus pantalones y prosiguió por el camino.
Dos metros después vio su bicicleta a un lado de la senda.
Se dirigió a ella y vio una bolsa también con botellas.
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Not Dead Yet [Kiribaku]
FanfictionLa muerte es algo presente en la vida y más para él desde que ocurrió. Todo está destruido y hay cadáveres caminando por ahí. Así es, el apocalipsis zombie. Donde Katsuki Bakugō es el único sobreviviente, o al menos eso pensaba hasta que se encontró...