♡9♡Megumi Fushiguro♡

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Amargo adiós

Las cosas se complicaban con el pasar de los segundos, no había manera de perder a las maldiciones y salir de aquel destruido edificio enterrado bajo tierra sin la ayuda del otro, por lo tanto, sólo uno podría salir y el otro debía quedarse a la espera de ayuda. Era una demora indescifrable y casi una sentencia de muerte segura en la cual te pisaban los talones a Fushiguro y a ti.

Te ardía la garganta y te quemaban los músculos de tus piernas por el sobre esfuerzo de haber corrido por un largo rato. Estaban escondidos detrás de una pared en ruinas, sólo les daría un poco de tiempo antes de que las maldiciones supieran que estaban escondidos ahí. Tenían que actuar rápidamente antes de que su oportunidad de pensar en un plan se esfumara de sus manos.

Dirigiste tu vista sobre la pared para confirmar que estaba solos para poder hablar. El escozor de tu hombro te trajo de vuelta a la situación regresando a tu lugar, Fushiguro estaba en mejores condiciones que tú, claramente era evidente que podría huir y buscar a Gojo sensei, el problema sería convencerlo de dejarte en ese lugar a tu suerte.

Notaste una fuerte mirada a tu costado atrayendo tu atención al origen. Fushiguro te observaba con atención y un semblante preocupado, su cara se convirtió en un gesto al analizar tu cuerpo cubierto por heridas profundas. No se había percatado de la gravedad de las mismas hasta este momento.

Hematomas en todos lados, tobillo dislocado, cortes en tu cabeza y rostro que seguro dejarían cicatriz. Para finalizar, un profundo corte en tu hombro derecho que abarcaba desde la articulación hasta tu muñeca, continuamente sangrante. Un gemido de dolor escapó de tus labios cuando intentaste mover tu brazo en una posición menos incómoda.

Fushiguro se removió en su lugar intentando buscar algo que te ayudara con tus heridas con notoria prisa. Se arrancó parte de su uniforme para crear una venda improvisada que servía como torniquete temporal en tu brazo. Debía actuar rápido o morían en ese lugar.

Un fuerte rugido acompañado de voces incomprensibles llenaron el lugar desde la lejanía, un escalofrío corrió por sus columnas, tus ojos se fijaron en los de Fushiguro, ambos comprendiendo que necesitaban una solución rápida.

- Tienes que irte - Dijiste en un susurro al escuchar los pasos acercándose.

El abrió sus ojos sorprendido por tu propuesta negando con la cabeza.

- Fushiguro vete - Ordenaste empujando su hombro con tu brazo bueno - Si te quedas sólo conseguirás que nos maten a ambos -.

- Y si te dejo morirás - Declaró intentando cargarte en sus brazos.

Te removiste para alejarte de su agarre quejándote por el dolor que esa simple acción cobró sobre tu herido cuerpo. Una lágrima perdida se acumuló en la orilla de tu ojo, negándote a derramarla al darte cuenta que te habías convertido en un lastre.

- No voy a abandonarte - Su tono salió molesto, pero sabías que era el miedo a perderte.

Una sonrisa comprensiva se abrió paso en tus labios, tus ojos se suavizaron mientras observabas sus rasgos que alguna vez fueron tranquilos.

- Si te dejo que me lleves solo voy a retrasarte - Dijiste marcando lo obvio - Sabes que no voy a lograrlo yo-

Él te interrumpe con un chasquido molesto de su lengua mientras confirma la distancia que los separa de aquella maldición. Cada vez estaba más cerca. Notaste que sus manos temblaban.

Con un suspiro tomaste la decisión más difícil de tu vida.

- Fushiguro - Llamaste atrayendo su atención por completo a ti - Te ayudaré a subir por la pared a la superficie, tienes que buscar a Gojo sensei y evitar que esa cosa salga de este lugar - Declaraste con un nudo en la garganta.

- No yo-

Lo interrumpiste besando suavemente su mejilla.

- Si la maldición sale de aquí matará a cientos de civiles, tenemos que impedir que lo haga - Intentabas hacer que entrara en razón - Sólo por favor... corre - Suplicaste.

Entre murmullos sin sentido asintió temeroso de su decisión, pero aún así siguieron adelante. Con su ayuda te pusiste de pie dirigiéndose a la esquina de la gran sala con una pequeña abertura en el techo que mostraba las estrellas del cielo. Una hermosa vista que contrastaba con la de su situación.

Colocaste tus manos juntas apoyadas sobre tu rodilla derecha para hacer una especie de escalón con la empujarías a Fushiguro hacia arriba y que lograra llegar a la aventura del techo. Te miró dubitativo pero asentiste dándole algo de tranquilidad.

Se alejó para tomar distancia, corriendo lo más rápido que pudo hacia tu dirección, colocó su pie entre tus manos y tu lo empujaste aún y si el músculo de tu brazo derecho se desgarraba con la acción con la mayor fuerza que pudiste ejercer. Lo viste en el aire por unos instantes, no iba a lograrlo.

Rápidamente con tu mano izquierda hiciste unos signos invocando tu técnica maldita con lo último de tu energía. Humo venenoso que podía materializarse en cosas o formas sólidas. Una mano de humo lo tomó de su brazo tirando de él para que pudiera llegar. Sus manos de aferraron al metal finalmente llegando a la cima.

Te dedico una mirada hacia abajo con ojos dudosos y angustiados. Sonreíste viendo como se alejaba, el sonido de sus pisadas rápidas se desvanecío con los segundos. Los gruñidos te trajeron de vuelta, no querías verlo, pero fue inevitable que su aliento no llegara a tu débil y pálido cuerpo.

Tu espalda se deslizó por la pared tiñendo el camino con un carmesí espeso. Tus ojos pesaban y el aliento te faltaba, sólo cerraste los parpados recordando cada instante que pasaste con Fushiguro, un consuelo que te distraería de este horrible momento, una sonrisa se apoderó de tus rasgos cuando recordaste el día que se conocieron y cuando se hicieron novios.

Lo último que escucharías fue un fuerte rugido, pero estabas segura que la persona que te importaba y amabas estaba a salvo lejos aquel peligro.

Después, el mundo se volvió oscuro lejos de tu conciencia.

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Gracias por leer ;)

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Sayonara...♡

One shots Anime (Temática triste)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora