Nada más nacer, cambiaban sus corazones por mecanismos de reloj.
Cada uno marcaba una hora diferente.
XVI
Nada más nacer, cambiaban sus corazones por mecanismos de reloj.
Cada uno marcaba una hora diferente.
Nada más nacer, cambiaban sus corazones por mecanismos de reloj.
Cada uno marcaba una hora diferente.